TÚ Y YO

5.

Doble actualización (1/2) <3

EXTRAÑO

• Jessica Allen •

Habían pasado varias semanas, y como buena hija me digne a visitar a mi padre, pero lo que no me "esperaba para nada" —bueno, me lo esperaba a medias—era encontrarlo con Regina, la madre de Marc.

No debería sorprenderme, pero era inevitable.

No lo sé, la vida está llena de experiencias, tanto buenas como malas, así que me parece cruel ver cosas que no queremos, pero la vida está llena de eso, cosas que no pedimos pero que igualmente recibimos.

—Jessica...—mi padre masculló con delicadeza.

—No, papá, es que...—mi vista viaja a todos lados menos a él, pensando.

¿Qué si estoy siendo dramática? Un poco, pero necesito asimilar la situación por un largo... largo rato.

—No digo que lo aceptes, pero si podrías intentarlo.

Dejo de ver cualquier cosa y lo miro fijamente a los ojos.

—Disculpa si me tomó por "sorpresa" la noticia.—digo casi indignada— Es que lo sabía, lo sabía pero me hice la loca pensado que eran paranoias mias...

No... Mierda, no sé ni que decir.

Al parecer mi padre y Regina han estado teniendo sus encuentros, ¿¡Hola!? Si lo vemos de otra forma, parecen adolescentes con padres estrictos, es decir, solo ellos pueden y deben saber de su relación.

No los juzgo, pero tampoco les puedo aplaudir.

—Solo te he visto con mi madre, y eso hace casi 4 años.—le explico mis pensamientos, mis palabras saliendo con dificultad—Verte con la madre de mi mejor amigo, casualmente nuestra vecina, y ahora tú... tú... ¿!Tú qué!? ¡¿Qué son?!

Modo: hija exagerada activando.

Él deja de dar vueltas por el salón y se sienta frente a mi.

—Solo somos un par de amigos conociéndonos.

Ya, y yo soy Iron Man.

—Entonces, déjame pensarlo, tú y Regina solo hablan de cosas triviales en sus horas libres, ¿si o no?—enarco una ceja desafiante.

Él parece dudar,—no me sorprende— Su cara es de reproche, porque sabe que no es así, pero no quiere admitirlo en voz alta.

—La respuesta es no.—concluyo—¿Pensabas decírmelo?

—Claro que sí, Jess—sus palabras derrochan sinceridad, pero me tenso de pies a cabeza al escuchar mi nombre de esa forma.

Hace mucho no lo oía.

Me cuesta aceptarlo. Mi padre, él, mi capitán, mi soporte, el que siempre me ha apoyado y estado ahí, está con alguien, alguien que no es mi...

Mi madre.

No soy nadie para reprimir ese sentimiento, y no soy quien para no acepta a alguien que en general no me cae mal. No soy quien para hacer un escándalo, y no soy una inconsistente para interponerme.