CELOS• Jessica Allen •
Así como un día puedo estar bien, al siguiente puedo estar sintiéndome como la mayor mierda del mundo.
En una semana pueden pasar cantidad de cosas. El lunes tuve mi segunda prueba, el miércoles me confirmaron que estaba seleccionada para la tercera. Bien, por el momento todo normal. El resto de días tienes que trabajar, y no solo con tu jefa como sueles estar acostada durante seis meses, no, ahora tienes a cinco centímetros de distancia a tu exnovio.
Él, como todo un semidiós—no hay que mentirnos—es un imán atrayente de chicas guapas,—asquerosamente guapas—. Al punto de que mis ojos se cansan por verlas a montones.
Ruth, como dueña de la librería está feliz y dichosa por el montón de ventas, y yo estoy encantada por empacar cantidad de libros. Pero por otra parte se me hace frustrante.
Ahora mismo es sábado, los sábados siempre trabajo, porque me gusta, suelen ser esos días tranquilos donde me paso el rato guardando libros y escuchando música. Cuando estoy en mi tiempo libre visito la cafetería de los Browns y me desahogo con ellos un rato.
Lo normal.
Bien, pues ya se acabo eso. El día que yo sea una chica atrayente para los chicos, quiero ver a este odioso muriéndose internamente de celos. Porque sí, yo estoy sufriendo uno constante desde que empezó su trabajo junto a mi. ¿Estoy en el derecho de estarlo? Buena pregunta.
Lo peor de todo es que él lo disfruta.
Muchísimo.
Bien, vamos a analizar mi panorama.
Yo, una chica normal y corriente al lado de un semidiós.—sigo sin explicarme que me vio—. Después, delante nuestro tenemos una fila de siete chicas—sin contar a sus amigas las acompañantes—. Yo saludo amablemente y soy ignorada asquerosamente. Él solo sonríe y las tiene a sus pies.
Si esta es su forma de estar junto a mi, la está cagando mucho.
Miro el reloj de pared y veo la hora: 5:29 p.m
Bien. Hora de irme. Dejo un poco más fuerte de la cuenta el libro de mis manos y se lo estampó en el pecho a Thomas. Él, que me estaba mirando, frunce él ceño.
—Es mi descanso.—sin decir más, dejo la chapa con mi nombre en una cajita de metal y salgo de la librería, tirando otro poquito no muy fuerte la puerta.
Muy sutil.
Camino, camino y camino. Marc trabaja un poco más lejos que Alison y yo. Por eso mismo doy pasos grandes y contabilizo el tiempo. Tengo lo justo para ir, hablar cinco minutos y volver.
El camino se me hace relativamente corto a comparación de otros días y entro al local de su trabajo. Una tienda de videojuegos. Una vez dentro lo veo recostado detrás del mostrador con cara seria y fingiendo escuchar a Steven, su compañero de trabajo.
—Hola chicos.—saludo a ambos.
—Hola Jessica—Steven sonríe y sus ojos brillan.
Sí, es al único chico que le llamo la atención.
Un aplauso, gracias.
Marc, gira sus ojos y sonríe como suele hacer. Curva su comisura izquierda y listo, esa es su típica sonrisa invisible.
—¿Qué tal?—llego donde ellos, y recuesto mi cabeza en el hombro de Marc al abrazarlo, para después darle una palmadita amistosa a Stev.
—Nada, le decía a este amargado que hoy hay una fiesta.
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TÚ Y YO
Teen Fiction{Bilogia 'Nosotros'} «Libro 2» [[ TERMINADA ]] ¿Resumen?: Bueno, son dos adolescentes con el corazón roto... ¿Qué más te puedo decir? © QUEDA TOTALMENTE PROHIBIDA LA COPIA O ADAPTACIÓN DE ESTE LIBRO/HISTORIA.