"NO MATTER WHAT HAPPENS, WE WILL ALWAYS BE TOGETHER"

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CAPITULO 13

"PASE LO QUE PASE, SIEMPRE ESTAREMOS JUNTOS"

Para Cami le fue difícil concentrarse en los exámenes. A veces tenía pesadillas por lo ocurrido en el bosque, Harry también y por eso se consolaban mutuamente, pero aun así, estudiaba lo más que podía.

Hacían exámenes teóricos y prácticos. Utilizaban plumas anti trampas.

Su último examen fue Historia de la Magia. ¿Quién querría aprenderse el nombre de cientos de personas que ya murieron? Bueno, tal vez fueron importantes en su momento, y sería bueno conocerlos, pero de ahí a aprendérselos, no gracias.

A Hermione le gustaba volver a repetir los exámenes, a Cami igual, pero en menor medida. Fueron hacia el lago y se dejaron caer bajo un árbol. Cami dejó su cabeza en el regazo de Harry, mientras cerraba los ojos, disfrutando la tranquilidad. El azabache la observaba.

—Basta de repasos —suspiró aliviado Ron, estirándose en la hierba—. Puedes alegrarte un poco, Harry, aún falta una semana para que sepamos lo mal que nos fue, no hace falta preocuparse ahora.

Harry se frotaba la frente.

—¡Me gustaría saber qué significa esto! —estalló enfadado—. Mi cicatriz sigue doliéndome. Me ha sucedido antes, pero nunca tanto tiempo seguido como ahora.

—¿Quieres un beso? —le preguntó Cami mientras ladeaba la cabeza. El azabache se sonrojó y empezó a tartamudear. La pelirroja sonrió. Sabía que se avergonzaría y le divertía un poco. Hermione los miraba sonriente y Ron pues... es Ron.

—Creo que es un aviso... significa que se acerca el peligro —dijo Harry volviendo a su color normal.

—Harry relájate. La Piedra está segura mientras Dumbledore esté aquí. De todos modos, nunca hemos tenido pruebas de que Snape encontrara la forma de burlar a Fluffy. Casi le arrancó la pierna una vez, no va a intentarlo de nuevo. Y Neville jugará al quidditch en el equipo de Inglaterra antes de que Hagrid traicione a Dumbledore —Cami rio con eso último.

Se quedaron un rato en silencio. De repente, Harry levantó a Cami con cuidado y se puso de pie.

—¿A dónde vas? —preguntó Ron con aire soñoliento.

—Acabo de pensar en algo —dijo Harry. Se había puesto pálido—. Tenemos que ir a ver a Hagrid ahora.

—¿Por qué? —suspiró Hermione, levantándose.

—¿No les parece un poco raro —dijo Harry, subiendo por la colina cubierta de hierba— que lo que más deseara Hagrid fuera un dragón, y que de pronto aparezca un desconocido que casualmente tiene un huevo en el bolsillo? ¿Cuánta gente anda por ahí con huevos de dragón, que están prohibidos por las leyes de los magos? Qué suerte tuvo al encontrar a Hagrid, ¿verdad? ¿Por qué no se me ocurrió antes?

—¿En qué estás pensando, James? —preguntó curiosa, Cami. Echaron a correr por los terrenos, hacia la cabaña de Hagrid.

Estaba afuera, sentado en un sillón, desgranando guisantes.

—Hola —dijo sonriente—. ¿Han terminado los exámenes? ¿Tienen tiempo para beber algo?

—Sí, por favor —dijo Ron, pero Harry lo interrumpió.

—No, tenemos prisa, Hagrid, pero tengo que preguntarte algo ¿Te acuerdas de la noche en que ganaste a Norberto? ¿Cómo era el desconocido con el que jugaste a las cartas?

—No lo sé —dijo Hagrid sin darle importancia—. No se quitó la capa.

Los cuatro chicos se asombraron.

𝐂𝐀𝐌𝐈𝐋𝐋𝐄 𝐘 𝐋𝐀 𝐏𝐈𝐄𝐃𝐑𝐀 𝐅𝐈𝐋𝐎𝐒𝐎𝐅𝐀𝐋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora