21: ¿Podría tener...?

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Harú.
Los días comenzaban a ser monótonos, y ya casi no veía a mis amigos, todos tenían tantas clases y sus trabajos comenzaban a demandarles mucho tiempo, entonces solo nos mensajéabamos.
Aunque Yoongi estudiaba lo mismo que yo, él dió de baja dos materias, para poder ir a trabajar con la producción de música, sus otras materias no requerían que fuera, solo que entregara trabajos y eso era como si la vida se estuviese acomodando perfectamente para Yoongi y aunque ya no lo viera con la misma regularidad de siempre, me hacía feliz que estaba haciendo lo que a él le gustara, el ocasionalmente llegaba a distintas horas, pero ya muy tarde, realmente le estaba demandando mucho tiempo, me platicó que aunque estaba lleno de trabajo y con prisa, estaba feliz porqué era el primer disco que ayudaba a producir, aunque la verdadera felicidad vendría ya que el pudiera producir un disco solo, pero que era paciente y las cosas llegarían poco a poco.

Mi amistad con Tae, cada día mejoraba más, nos veíamos todos los días ya que íbamos juntos hacía mi trabajo y su escuela de música, y algunos días por la semana él me esperaba para regresar juntos. Con Hobi, sus asesorías eran tan buenas que muchos estudiantes de primer semestre comenzaron a llegarle y eso también le demandaba más tiempo del esperado, tanto que tuvo que repartir el grupo que tenía en dos, Jimin debido a que íbamos a viajar quería tener más dinero para no preocuparse por nada, entonces comenzó a trabajar turnos más completos y cubrir más a sus compañeros,  Nam por su parte tenía que estar un buen tiempo en la empresa porqué estaba llevando a cabo un proyecto y por esa razón no lo veíamos, ni siquiera en la universidad, se convirtió en un fantasma temporalmente, pero sus pocos mensajes en el grupo indicaban que estaba bien, Jin a mitad del semestre, tuvo más clases, por lo tanto lo veíamos más seguido en la universidad con Val, con más clases podía verlos juntos más tiempo y a veces me parecía extraño verlos tan juntos, también me acerqué mucho más con Jungkook, era al que más veía de todos y comenzábamos a salir junto con Taehyung, claro cada que ellos tenían oportunidad, y me daba tanta satisfacción y felicidad saber que estaban haciendo sus cosas, que se mantenían ocupados, de igual manera nos veríamos al final del semestre y hablaríamos de todo lo que ocurrió. durante ese tiempo me di a la tarea de investigar los lugares en los que podíamos vacacionar.

una de las opciones era un pequeño pueblo a las afueras de la ciudad, donde se llevaba acabo un festival de flores, en el cuál había comida, diversiones, e incluso leí que podía llegar a haber fiestas entre los jóvenes. y esa opción me llamaba mucho, pero el festival se acabaría a los dos días de que nosotros llegáramos, entonces tenía que buscar más opciones, para disfrutar más lugares donde visitar.
El hecho de comenzar a ver los lugares para visitar, me hacía pensar en que quería invitar a Taehyung, pero no sabía cómo iba a tomarlo él, quizá se sienta presionado, o incluso quizá rechace la oferta... Pero no podré saberlo si no hago el intento de invitarlo.

...

Taehyung.

Ya tenía en mi poder los boletos para el museo, era momento de preguntarle a Harú si aceptaba salir conmigo, tener una cita. ¿Qué sí me sentía nervioso? Sí, era la segunda vez en mi vida que invitaba a una chica a salir conmigo, no soy muy sociable (como ya se pudo ver)  , la primera vez que lo hice la chica se burló de mí y me dijo que no, que ella no estaba interesada en un ratón de biblioteca, matado por  la escuela, y me aventó la bolsa que le dí, dentro había una caja de chocolates, demasiado cliché lo sé pero, era un inexperto en eso y quizá todavía lo soy pero, me había costado dos semanas de trabajo, eso fue cuando estaba en preparatoria.

Quería que la propuesta hacía Haru, fuera especial, que fuera tierna, conmovedora, sin ser exagerada o desinteresada, algo así como: "ni muy muy, ni tan tan" . Entonces quise prepararla para el lunes en qué nos volviéramos a reunir, quiero dárselo ya que hayamos llegado a dejarla a su trabajo, ¿O debería dársela antes?  Organizaré mis ideas y se lo daré, aparte de los boletos, quiero darle algo más para que sea nuestra primera cita, ¿No será muy intenso? No lo sé, sólo sé que quiero que sea especial.
¿Sabes qué? Me voy a dejar de tonterías, entonces, después de pensarlo por varias horas, tomé mi celular, mis audífonos y tomé camino hacia el centro comercial, así podría tomar sugerencias para poder regalarle a Harú y confesar mis sentimientos.
...

Al llegar, comencé a adentrarme en las tiendas que venden joyería, pero eran joyas demasiado sofisticadas, y no me agradaban, yo buscaba algo que viera y dijera: ¡Ese collar va a la perfección con ella! Mientras llevaba a cabo mi búsqueda, aproveché incluso para buscar un cambio de ropa nuevo y verme decente, ni para una entrevista de trabajo había hecho esto...

¿Mis sentimientos por ella?  Cuando menos me di cuenta, ya trataba de verla todos los días, ya podía buscarla, podía acercarme a ella, cuando comencé a tratarla el cielo nublado y lluvioso que existía en mi, comenzaba a parar su lluvia para darle paso a un sol, eso es lo que era ella en mi vida, un sol, que me brindaba calidez, luz, y me hacía sentir mejor. Estaba conociendome más, sacaba lados de mi que no sabía que existían, está sacando lo mejor de mi.
En los meses que llevo con ella, comencé a ser una mejor versión de mi, porqué ella me ayudaba, y aunque yo lo hacía por mi, ella me impulsaba a hacerlo, y era un cambio para bien, que me hacía crecer como persona y me agradaba. Por eso y muchas cosas más me gusta, su manera de ver la vida, su optimismo, su felicidad que se contagia, la sinceridad que tiene, y esa empatía con la cuál siempre quería ayudar a todos, las cosas que le gustan, cada detalle de ella, la hace tan especial, tan única... Creo que sí continuo ni siquiera podría terminar, además hay tantas cosas que quiero enseñarle, que quiero compartir con ella, pero una amistad no es suficiente, por eso quiero dar un paso más.
Seguí dando vueltas por la plaza, y entré a una tienda de ropa, opté por medirme un par de pantalones, hasta que ninguno me gustó y cuando ya me había resignado, encontré uno negro, de vestir, y ni siquiera me lo probé, solo lo tomé y lo compré, y cuando me dirigí a pagar, se me atravesó la sección de suéteres y sudaderas, entonces, salí de la tienda con varios suéteres y el pantalón, mientras continúe con mi búsqueda del regalo, el ambiente en el centro comercial, era muy tranquilo, había algo de gente, familias completas que venian a comer, otras cuantas de compras, muchas parejas que venían a divertirse al cine, a comer, o solo a pasar el tiempo, incluso adolescentes con sus grupos de amigos que pasaban riendo y platicando. Mientras me sentí absorbido por el ambiente, una tienda llamó mi atención, no sé veía lujosa, tenía tonos pastel y decidí acercarme, ví que tenían en los aparadores muchas cosas diferentes, cajas de regalo, peluches, tazas, y del otro lado tenían lo que buscaba, joyería.
Y cuando mi vista navegaba por los estantes, dí justo en el blanco, frente a mi, había un precioso collar dorado, con un dije de sol, colgando del mismo, un pequeño cuarzo color ámbar.
— Disculpe— llamé la atención de la señorita que se encontraba ahí.
— Dígame, ¿En qué puedo ayudarlo?— atendió mi llamado.
— ¿Podría mostrarme este collar? Por favor— solicité.
— Claro, acompañeme— respondió, caminando hacía el mostrador de cristal que contenía más joyas, y yo le seguí.
— Aquí tiene— me tendió el collar— es un collar hecho de material de primera calidad, esto quiere decir que no pierde su color, está bien forjado, y tampoco causa reacciones alérgicas, contiene un cuarzo color ámbar que para las personas creyentes de esto, se relaciona con la buena fortuna, y guarda las energías positivas de las personas, para así transmitirlas a quien lo porta. — explicó.
— Me agrada, este definitivamente es para ella— dije en voz alta.
— Sí es para su novia, tiene un buen gusto, este modelo es muy popular— comentó con alegría la señorita.
— Entonces, me lo llevo— dije sacando mi cartera para pagar.
Y así, me sentí tranquilo y pude regresar a casa, con el regalo para Haru, y con un yo con más valor para darle cara a mis sentimientos y un plan hecho para no arruinar todo.

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