33: Departamentos

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Entonces decidimos tomar un lugar en una mesa que tenía una buena iluminación, y tenía buena decoración, y optamos por pedir un desayuno distinto cada uno para probar ambos. Estuvimos platicando sobre lo que íbamos a llevar al viaje, y sobre lo que íbamos a hacer.
— Entonces, ¿quedamos en que vamos a ir de fiesta?— preguntó
— Síp—
— Ummmh...— hizo un puchero.
— ¿Qué pasa?— no voy a negar que se veía adorable, si me pide algo mientras me pone esa cara no podré negarme.
— será la primera vez que vaya de fiesta, y me alegra que sea contigo, aunque me da miedo que vaya a hacer algo—
— algo, ¿Cómo qué?— pregunté
— no sé, solo no quiero arruinar el momento, a veces me siento tan niño, tan, aburrido y aguafiestas— Dijo con desánimo
— Es que tú personalidad es así, y está bien, poco a poco irás cambiando depende de las experiencias que vayas adquiriendo, no pasa absolutamente nada— lo consolé— sólo disfrútalo, y no pienses mucho las cosas, no te agobies así pasarás un mejor momento, incluso si tienes algún inconveniente yo estaré ahí para ayudarte o enseñarte, así como lo hicieron conmigo, y no sólo seré yo, también están los chicos, quizá ellos pueden ayudarte más que yo, porqué entre hombres se entienden—
— No quiero ser una molestia para ti, ni para tus amigos—
— No lo serás no te preocupes, tampoco te presiones tanto por ello—
— Bueno, de igual manera, te lo agradezco—
— Ya que hablamos de esto— dije
— ¿Qué ocurre?— preguntó
— solo quiero hacerte saber, que puedes confiar en mí, que no estoy contigo solo porqué sí, quiero que tengas la confianza de decirme que te sucede, que recurras a mi cada que necesites algo, incluso sólo para perder el tiempo juntos, quiero que sepas que seré tu apoyo, a mí no me causa ninguna molestia el hecho de que me digas, me preguntes, hagas o no algo, al contrario yo voy a apoyarte y si es necesario ayudarte, es algo que quiero que tengas claro—  expresé.
Porqué me di cuenta de que a veces se guarda muchas cosas y no quiero que se las quede y que le hagan mal, dicen que cuando lo malo se comparte con alguien se hace una carga menos pesada, y yo quiero ser ese alguien que le ayude con esa carga.
Y en ese momento tomó mi mano.
— Haru, de verdad te agradezco mucho este gesto, y prometo compartir más de lo que pienso y siento contigo, discúlpame si no lo hago a veces, sólo no puedo evitarlo, es la costumbre. Pero dime qué también confiarás en mi de la misma manera, ahora nos tenemos mutuamente— dijo mientras aún sostenía mi mano y me sonreía.
Su sonrisa era diferente a las que ya había visto, era como si se sintiera conmovido, y apenado a la vez porqué me di cuenta de algo que quizá el no quería que me diera cuenta, pero tenía que saberlo, él merecía tener lo más bonito de este mundo y yo a mis posibilidades se lo daría.

Después de esa charla emotiva, probé tan ansiosamente el café que pedí.
¡ME SENTÍ EN EL CIELO! ¿Qué tenía este café? Tenía un sabor único, que incluso me parece indescriptible, era delicioso.

— ¿Sabes?— dije de la nada.
— ¿Qué? — preguntó.
— Sí la felicidad tuviera olor, definitivamente sería el del café— respondí.
Y soltó una carcajada.
— Creí que dirías algo distinto, estabas tan seria— hizo una pausa— pero, sí, yo creo que la felicidad tiene muchos buenos olores, para mí sería el de la vainilla— respondió.
— Que extraño, por lo general muchas personas no toleran el olor de la vainilla porqué es muy dulce—
— Quizá lo es, pero, para mí, tiene un significado muy importante; también me gusta el olor del café aunque no lo beba—
— Lo entiendo, porqué hay olores que me gustan pero no los consumo—
Seguimos disfrutando un rato más del lugar y de la comida, hasta el momento en el que terminamos de desayunar, es uno de los lugares más lindos que he visitado.
— La verdad, disfruté mucho del lugar, me gustó mucho— dije mientras caminábamos a la salida
— El objetivo se cumplió entonces— replicó.
Caminamos mientras platicábamos de la comida del lugar hacia donde estaba la camioneta.
— Entonces, vamos a visitar los departamentos, sólo recuérdame las calles, porqué olvidé sus nombres—
— Está bien, son tres lugares los que ví, si no me gusta ninguno tendré que seguir buscando—
— Empecemos con el que esté más cerca—
Emprendimos camino hacia el primer edificio de departamentos que ví, no estaban lejos de mi casa, y eso es lo que buscaba uno que no estuviera tan lejos, solo que tuviera la suficiente distancia. De paso, alcancé a ver un edificio más que tenía un letrero de renta de cuartos. Y llegamos primero a ese. Tae estacionó y nos bajamos para dirigirnos al edificio, su fachada no me gustaba mucho, pero esperaba que fuera más bonito por dentro, encontramos al dueño por casualidad estaba visitando a sus inquilinos, era un hombre que parecía no pasar los 45 años, le pedimos información acerca de los departamentos, y nos dijo que contaban solo con una habitación y su baño, y un diminuto cuarto de lavado, por alguna extraña razón cuando entramos a uno de los lugares que tenía disponible definitivamente sentía uns mala vibra, estaba agradecida que no iba sola, lo único que pude hacer fue tomarle la mano a Tae y el me dió un pequeño apretón como señal de que sentía lo mismo que yo, entonces nos fuimos de ahí.
— Ese lugar no me gustó en lo absoluto— dijo.
— A mi tampoco, creí que su interior estaría mejor que su fachada—
— esta vez no fue así—
Regresamos al coche para ir a los otros tres restantes.
Entramos al siguiente edificio, era lindo, pero no tenía lo que necesitaba y su renta era bastante alta.
Fuimos al siguiente y no me agradaba mucho, las condiciones en las que estaba no eran tan buenas, y su precio era bastante alto, entonces lo descarté. Me hice a la idea de que realmente no iba a encontrar un lugar este mismo día, pero aún así, decidimos ir al último.
No sé veía tan mal, en realidad, éste edificio parecía ser algo viejo, pero estaba bien cuidado, afortunadamente la persona encargada era una señora, que apenas estaba pisando la tercera edad, muy amable, nos hizo un recorrido, el lugar tenía dos habitaciones, un baño, su cocina, buena iluminación, me agradó bastante, pero tenía miedo del precio, así que tuve que tomar valor para preguntar sobre la renta, y a mí suerte, era mucho más baja que en los anteriores.
— La renta se paga cada dos meses, y no puedo poner un precio alto debido a la estructura vieja del edificio, ya que no ofrece las ventajas de uno moderno— hizo una pausa para mirarnos— ¿Es para ustedes? ¿Se van a casar? — preguntó después de analizarnos.
Tae solo volteó a verme.
— Si nos vamos a casar, no lo sé, solo el futuro lo sabe, pero, es mi novio, y el lugar es para mí solamente— solté una carcajada de pena, para romper la tensión.
— ah entiendo, puedo decir que es un lugar muy bueno, tiene muchas cosas cerca, como la parada del transporte público, y tiendas cerca, te lo recomiendo mucho— dijo la dueña.
— ¿Tiene algún número de teléfono? Para poder comunicarme y confirmarle en unos días que quiero el departamento—
Entonces la señora muy amable me dió su número, pero me dijo que lo tardara mucho en confirmarle. Taehyung y yo salimos de ahí y nos regresamos a casa
— ese último lugar me dió confianza— dije mientras íbamos en el coche de regreso a casa.
— a mi también, me agradó, además tiene lo que necesitas, y es cierto, tiene muy buenas ventajas, solo, el único detalle es que estarás a dos estaciones de transporte de tu casa— respondió Tae.
— es lo de menos, yo creo que me decidiré por ese—
— Ummh, me parece bien— respondió.
A veces, Tae tenía esa costumbre de titubear con las palabras, me parecía algo tan raro, pero que lo hacía especial, tan tierno, lo hacía tan único.
Otro de los detalles que me di cuenta que tiene Tae, es esa costumbre de pasar mucho las manos por su cabello, y suena loco, pero, tengo ese mismo hábito, es algo que hacemos inconscientemente.
Llegamos y me dejó en casa, para después irme al trabajo, yo rezaba por no tener trabajo y poder estudiar mientras tanto.

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