Jueves.

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-Claro, esta vez si pondré atención a las clases de matemáticas.- Decía un chico alto a su madre mientras salía de su casa y entraba en el asiento de piloto en el carro.

-¡Casi has perdido con un 61.7!- Dijo su madre, entrando en el asiento de copiloto.

-Vamos, podría haber perdido con 59. Además, ya terminé el colegio. No tienes por qué recordarme que soy malo en eso.-

Su madre respondió con silencio y el chico arrancó el carro para dirigirse al trabajo de esta y luego a el colegio que tanto odiaba.

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-¡Franco! Llegas 30 minutos tarde, de nuevo. Te recuerdo que no porque hayamos ya cerrado la zona, puedes tomar las clases a la ligera. Vamos chicos, faltan 2 días.- Dijo el profesor al ver a el chico entrar a la clase mientras comía una barra de chocolate.

-Toma asiento.- Dijo el mismo al ver que el chico solo giró los ojos ante lo que había dicho.- Y sin comida esta vez.-

El sonido de la bolsa del dulce hizo el silencio más fuerte que alguna vez habían escuchado todos los presentes.

-Hey.- Susurró el chico hacia su mejor amigo, el cual estaba junto a él en esa clase.

-Tienes suerte de que estamos en los últimos días, ese profesor quiere hacerte la vida imposible.- Contestó el chico, mordiendo el chocolate que su amigo había guardado antes.

-He dejado a mi madre en su trabajo y tenía que hacer una llamada a quien me está arreglando el traje para la despedida.- Dijo, arrancando el chocolate de la mano de su amigo.- Soy un hombre ocupado, Señor Law- Dijo esta vez con una voz elegante forzada para hacer reír al otro.

-No pienso reírme por tus bromas, la última vez me sacaron de 3 clases por ese estúpido chiste sobre las 2 copas.-

-¡No es mi culpa que te den risa 2 copas de diferentes tamaños!-

-¡Me ha dado risa que dices que nos representan!-

El chico hablaba de 2 emoticones de copas. Podrían pensarse 1000 cosas inadecuadas sobre esto, pero solo hacia referencia a la altura de los 2.

-Podrías imaginar que eres el alto.- Dijo Franco, a punto de soltar una carcajada.

-Hay algo más alto que tu copa en este cuerpo- Se señaló a sí mismo el otro chico.

Franco no pudo contener la carcajada que salió de lo más profundo de él y por eso recibieron una llamada de atención de parte del profesor, que ya estaba harto de su profesión.

-Si me mandan a detención por tu risa de idiota te mataré en el estacionamiento.- Dijo Lawliet, con un tono divertido pero en voz baja.

-Lo que has dicho me ha matado de la risa, podría haber sido peor mi reacción.-

-Pero, ¿He mentido?- Puso una pícara sonrisa.

-Lo peor de esto es que puedo comprobar que no lo has hecho.- Tapó su boca para que la risa que contenía no sonara en todo el cuarto.

Pasaron cerca de 15 minutos de "concentración" en los que uno de ellos dibujaba garabatos que resultaban ser muy lindos en una libreta y el otro de los 2 se dedicaba a estropearlos con corrector.

-¿Tienes ya tu traje para la fiesta de Lauren?- Preguntó el chico más alto.

-Claro.- Respondió simple el otro, pues estaba concentrado en el dibujo de una flor sangrando que estaba haciendo.

-¿Piensas usar el mismo para el acto y la fiesta?- Insistió su amigo, tratando de hacer conversación, pues la clase estaba haciendo que todos cabecearan en sus escritorios.

-Exacto.- Siguió el chico, poniendo unas sombras en los pétalos de esta flor.

-¿Es un traje formal? ¿Cómo piensas hacerlo funcionar?-

-Es cómodo.- Borró unos detalles que quedaban de más.

-Deja ese estúpido dibujo y habla conmigo.- Dijo el chico, tomando la hoja en la que el otro dibujaba y arrugandola para luego tirarla hacia una compañera que estaba ya dormida.

La expresión del otro chico podría simular la de un padre al saber que embarazó a su novia aún teniendo esposa.

-Hijo de perra- Jaló el pelo de su amigo, ahora riendo por el gesto de este.

-¡Me tomó años dejarlo en su lugar hoy!-

-Lo mereces.- Jaló más fuerte y esta vez no pasó desapercibido por el profesor, quien advirtió que una llamada de atención más los sacaría de la clase.

Los 2 fingiendo poner atención, escribían cosas en papeles tratando de hacer que el otro riera para que lo sacaran de la clase.

Los métodos de los 2 eran casi iguales

Escribir memorias graciosas que tenían, las que les daban risa hasta ese día.

"Recuerdas cuando entramos a un closet juntos y te pegaste en la cabeza" Salía escrito en una nota del chico más alto hacia el otro.

"Claro, esa vez casi te orinas en ese mismo closet cuando tratamos de asustar a quien abriera la puerta."

No había podido hacer reír al otro y, al contrario, casi muere al tratar de sostener su risa.

"Recuerdas la vez en la que comparamos el precio de el colegio al de los otros." Era turno del otro chico de mandar la nota.

Su amigo enterró la cabeza en la sudadera que se había quitado al leer esto. Así logró contener su risa y no salir expulsado de la clase.

"¿Recuerdas la vez en la que explicaste la forma en la que dormías?" Volvió a atacar el más bajo, pues el otro seguía recuperándose del anterior recuerdo.

Contener esta carcajada le costó más. Tuvo que cerrar los ojos para concentrarse en no reírse.

El otro chico estaba a punto de reírse por recordarse a si mismo estos momentos.

"Cumbia, instrumental."

¿Quién diría que estas 2 simples palabras harían que los 2 de ellos estallaran en carcajadas?

Rieron sin darle importancia al tono en el que lo hacían y uno de ellos cayó al piso en un mal movimiento, atrayendo las miradas de sus compañeros de clase y haciendo que rieran más fuerte.

El profesor estaba a punto de sacarlos de la clase, cuando la alarma sonó y la clase terminó.

Saliendo de esta, ninguno de los 2 paraba de cantar una canción que habían escrito con un instrumental de Cumbia de fondo.

La canción y las letras de esta eran una mierda, como ellos la describían.

Los 2 la habían inventado cuando uno de ellos empezó a cantar una palabra repetidas veces al jugar videojuegos.

Desde ahí el otro se dedicó a armar una letra "no tan mala" mientras que el que había empezado esto se dedicó a buscar un instrumental de Cumbia en YouTube.

Eso lo recordarian por el resto de sus vidas, de seguro.

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