Cap. 5

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- La cagué Tae - Decía Jungkook en el carro de su mejor amigo, casi llorando.
-Es decir, su trasero es enorme, obviamente me imaginé que era pasivo -

- ¿Lo ves? Ser versátil tiene tantos beneficios - el chico de sonrisa cuadrada decía esto mientras soltaba carcajadas.
- Aparte, amigo, te estás perdiendo de un placer enorme, sentirte lleno es lo mejor del mundo. ¿Por qué no lo intentas? A lo que me has contado, ese tal Park Jimin sería un semental en la cama.

- Tu sabes bien cuáles son mis gustos, yo me puedo imaginar con el empotrando lo contra un escritorio, amarrando lo a la cabecera de la cama, mientras le doy duro y pide por más. - Jungkook de solo imaginarlo sentía su sangre hervir. - No puedo ser pasivo, una vez lo hice y no me gustó, tampoco voy a cambiar mis gustos por alguien, por más bueno que esté. -

- ¿Solo lo ves como algún pasatiempo, kook? -

- No lo sé, es la única forma en la que me lo imagino, pero, todo se acabó antes de empezar, y realmente me frustra, está demasiado bueno, Tae - Jungkook se tapo los ojos y como niño pequeño lloriqueo.

Después de un largo camino y seguir hablando de la tragedia que le había pasado a su mejor amigo, llegaron al apartamento de Jeon.

Tae para animarlo le puso películas y le preparo palomitas.

Así pasaron toda la noche, pues al día siguiente Jungkook no trabajaba, y su amigo era un mantenido por su novio, así qué, todo estaba a su favor.

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- Ahhh... Jungkook si... Más, más...-

- Te encanta que te tome como mi perra ¿No es así? - Jungkook dió una estocada más, golpeando su su punto dulce.

- Oh... Papi si... Ahhh... Ahí, sigue no pares -

- Eso nene, pide, di mi nombre - se agachó y mordió la espalda del rubio. Jadeos y más jadeos se escuchaban por toda la habitación, los sonidos obscenos que se producían cuando Jungkook daba estocada tras estocada en la entrada del más bajo, eran música para el menor.

- ¡Agh... Jeon! Me voy a venir - Jimin no soportaba tanto placer en su cuerpo, las manos de ese hombre con cada nalgada, y cada una de sus mordidas lo excitaban como nunca antes lo había estado.

- Aguanta, cariño, un poco más - Jungkook tomo la extención de Jimin y empezó a bombear de esta.
- Ahora sí cariño, correte para mi. -
Jimin no espero más y dejó salir toda su esencia en las sábanas.
Dos estocadas más bastaron para que Jeon se corriera dentro de el.
- agh... Cariño, estás tan apretado, me encantas - dijo al momento de salir de el.
- Te dije que te joderia, ahora eres mi perra - Jungkook de dejo caer en la cama sonriendo victorioso.

- ¡Mierda! No puede ser, maldita sea. - Jimin se despertó asustado, agitado y sudando, pero lo más importante, estaba demasiado exitado. Su erección mañanera nunca había Sido tan prominente y dura como en estos momentos estaba.

Cuando se despertó lo primero que hizo fue ir al baño a aliviar su problema, sentía terror de las imágenes de su sueño se pasaban una y otra vez por su mente, dónde Jungkook le daba como cajón que no cierra, tenía miedo de lo que estaba deseando.

Ese día en la empresa no trabajaban, y eso era lo mejor, pues ¿Cómo vería a Jeon después de lo que pasó la tarde pasada? Y peor aún, ¿Como lo vería después de desear toda la noche que se intromisiera en el?

Jimin seguía negándose a ceder, no sería el, el que pusiera el culo para el placer del otro. ¿O si?

Se negó mentalmente, y se dijo a si mismo que lo mejor era empezar a conocer más gente, tal vez si conseguía a alguien tan bueno como Jeon y que si se dejará dar, obviamente, se des haría de su problema.

***********

Al día siguiente en la oficina, Jimin era un torbellino para todo el mundo, por primeras vez, Jungkook supo de lo que todos hablaban, pues, en cuanto llego a la oficina y este trato de darle los buenos días, el magnate le contesto mal.

Todo el día lo mandaba a hacer cosas insignificantes, o repetir lo que ya había hecho, no sin antes regañarlo por "hacer mal su trabajo".

- No puedo creer que solo porque no le di el culo me esté tratando como burro - Pensó Jungkook mientras llevaba de nuevo el café para su jefe porque "se le enfrió de nuevo " ¿Cómo no se le iba a enfriar? Cada que lo llevaba lo dejaba en el escritorio sin si quiera tomarle un trago, para media hora después mandarlo a cambiarlo.

- Jeon, llama a todos los ejecutivos a junta, y prepara la sala también, tienes 15 minutos - Dijo Jimin por la línea directa.

- De acuerdo, señor - Jeon solo suspiro cansado y salió corriendo a hacer lo ordenado.

- Acompáñame - Sin siquiera mirarlo Jimin dió la orden.

Cuando entraron a la sala de juntas, se percataron de que aún no estaban en ella los ejecutivos.

- ¿No te dije que les avisarás a todos? - Dijo Jimin casi gritándole al joven frente a el.

Jungkook casi perdiendo la compostura le contesto.
- Si, señor, lo hice hace 3 minutos, la empresa es enorme, ni volando llegarían tan rápido - Cuando Jeon termino de decir esto, los ejecutivos comenzaron a entrar a la sala, todos, haciendo una respectiva reverencia para el magnate.

Jimin solo guardo silencio ante la respuesta de su secretario y fue a su lugar, está vez Jeon no espero a que su jefe le trajera una silla, pues, el mismo lo hizo.

La junta después de hora y media termino por fin, Jeon se sentía aliviado pues había logrado captar todo para el informe que tenía entregar al día siguiente sobre la junta, y camino a su oficina, tras de su jefe, este volteo con el. Jungkook solo se paró en seco y se quedó viendo al magnate.

- Necesito que el informe de la junta me lo entregues antes de irte, tienes una hora para hacerlo, adelante. - Jimin dijo esto y antes de que Jeon hablara el se dió media vuelta y se fue a su santuario.

Jungkook estaba con una vena de la frente saltada, tecleando el informe de la junta, y la vida parecía darle la contra, pues ahora que necesitaba con más urgencia hacer el trabajo parecía que todo lo que habían dicho en la junta se le había olvidado por en coraje que tenía en mente.

Milagrosamente, pudo terminar el informe a tiempo, no tan bueno como el que había hecho la vez pasada, pero, estaba conforme.

Jungkook tocó la puerta de su jefe y nadie respondió, por lo qué entro. Cuando se dió cuenta que ni las cosas ni su jefe estaban en la oficina, sintió unas severas ganas de estrellarlo donde fuera, pero, solo respiro profundo y salió de la oficina.

Así fue toda la semana, y la semana siguiente, Jimin trataba cada vez peor a Jeon, este solo respiraba y se repetía mentalmente que necesitaba el trabajo, no podía hacer más.

Lo peor de todo era que Jeon seguía sintiendo atracción a ese hombre, cada gestó que este hacia, por más desagradable que fuera le parecía sexy, ese hombre lo tenía loco. Tal vez el también era masoquista y no lo sabía.

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Yo tengo el control (Kookmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora