28 de mayo, 1964

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-Tercera Persona-

-¡Luca! ¡Amore! ¿¡Que te sucedió!?- La pelirroja con velocidad se aproximaba hacia su fidanzato quien tan solo al mirar el rostro de Giulia, comenzaba a derramaba una lágrima tras otra, hasta que cada una de ellas se convertían en un llanto lleno de dolor.

Al tenerla lo suficientemente cerca, Luca buscaba los brazos cálidos de la chica, acurrucándose en estos mientras sollozaba sobre su hombro en gran pena.

-...¿Que pasó...? ¿Quien te hizo esto Luca?- Los brazos de la pelirroja rodaban el cuerpo tembloroso del mencionado con toda delicadeza posible.

Lo único que podía escucharse en ese momento eran aquellos sollozos cargados de tristeza que inundaban el ambiente tan sombrío.

Por lo que parecían largos segundos permanecieron así, en aquel abrazo amargo para ambos, Giulia con suavidad acariciaba la espalda del chico, como forma de calmarlo de lo que fuera que hubiera ocurrido.

-Dime algo Luca...te escabulles toda la tarde y parte de la noche...regresas con golpes y en esta condición...¿Que te pasó mi pececito?- Susurraba Giulia en medio de ese abrazo más no recibiría respuesta alguna, haciendo los nervios de la pelirroja crecer aún más, el ver a Luca en aquella situación le hacía cuestionarse todo tipo de posibilidades.

-Esta bien...no me digas nada ahora...pero vamos a tu habitación, necesitas descansar- Luca aún entre sollozos tan solo deseaba estar en compañía de ella, el resto del día había estado solo en aquel callejón frío y obscuro, con sus pensamientos navegando y buscando posibilidades para salir de aquel problema que lo torturaba hacía meses. La respuesta a ojos de él era tan obvia y dolorosa.

-Ven, yo te ayudo con las escaleras- Giulia hablaba con suavidad, desprendiéndose de aquel abrazo para así comenzar lo que sería para todos la noche más larga hasta ahora.

-

-¡Es un ragazzo como de esta estatura! Cabello hondulado marrón, ojos grandes preciosos y marrones también ¡Dígame si lo ha visto! ¡Debe haberlo visto!- Alberto con desesperación tomaba a un chico un poco más grande de edad que el por los brazos, sacudiéndolo con fuerza, necesitaba encontrar a Luca, desaparecía justo antes de su tan esperada charla donde se una vez por todas arreglarían sus diferencias...donde quizás todo volvería a ser como antes.

-¡Ma tu sei pazzo! ¡Estás loco! ¡Esto es Génova! ¡Miles de ragazzi lucen como el que me acabas de describir! ¡Esfúmate!- Aquel tipo con fuerza hacía a Alberto a un lado.

-¡Hey stupido! ¿¡Cual es tu problema!?-
El de ojos verdes estaba punto de propinarle un puñetazo a ese chico pero Leonora lo detenía.

-¡Basta Alberto! Sé que estás desesperado pero no vale la pena armar un espectáculo cuando hay cosas más importantes, como encontrar a Luca- Leonora suspiraba llevándose una mano al puente de su nariz, tratando de permanecer calma -Vamos...debemos regresar a casa, quizás Luca ya se encuentra ahí...tranquilo Alberto, verás que todo estará bien y lo encontremos- Al final Leonora decía, tomando la mano del chico con gran simpatía.

Aquello era una amistad de verdad a los ojos de Leonora. El verlo preocupado le hacía enternecer su corazón pero como la adulta más grande y sobre todo, la matriarca de su hogar, debía ser responsable de los tres chicos que tenía bajo su cuidado, si Luca no estaba en casa para cuando regresaran, sería lo más prudente ir de inmediato a la estación de policía, pero esperaba de corazón que no tuvieran que ir hasta esos extremos.

Confidencias de papel ✨ Luca x Alberto  ~Cover temporal~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora