𝐏𝐄𝐀𝐊𝐘 𝐁𝐋𝐈𝐍𝐃𝐄𝐑𝐒 |𝑶𝒏𝒆-𝑺𝒉𝒐𝒕𝒔

|𝑻𝒉𝒐𝒎𝒂𝒔 𝑺𝒉𝒆𝒍𝒃𝒚|

- No es mi maldita culpa que estes de mal humor, Shelby - dijo Venus, mientras daba media vuelta cargando a un pequeño Charlie adormilado.

- ¡Ven aquí, estoy hablando contigo! - escuchó el grito de Thomas más sin embargo lo ignoro y dejo al bebe en su cuna - ¡Venus! -

- ¿¡Que mierda quieres!? - gritó ella cuando llegó a la sala donde se encontraba su esposo - ¡No es mi maldita culpa que Grace se allá muerto, ni que Polly te obligara a casarte conmigo! ¡No tengo la culpa de que la extrañes ni de que todo te salga mal, y mucho menos la tiene Charlie así que deja de gritarnos maldito hijo de mierda! -

Thomas se quedó en silencio, mientras miraba a Venus recoger las cosas que el había tirado.

- Maldito imbécil inservible, ¿Crees que puedes venir y gritarme solo por que eres Thomas Shelby? ¡Pues puedes irte a la mierda entonces por que ya me cansé de ti y de tus estupidas escenitas! ¿Sabes que? Junta está mierda tú - le arrojó con fuerza el adorno de porcelana, haciendo que se rompiera contra la pared cuando Thomas lo esquivó ágilmente. - me largo de aquí, y ni pienses que vas a hacer algo para cambiar mi decisión -

Subio las escaleras de forma dura mientras se le escuchaba decir todo tipo de groserías en vos alta para que él notara -por si aún no lo había hecho- que estaba realmente enojada.

Minutos después bajó con Charlie aún dormido en sus brazos.

- Y me llevare a Charlie, por que es más hijo mío que tuyo - fue lo último que la escuchó decir antes de un fuerte portazo.

Venus caminaba hacía su antigua casa a paso rápido y cualquiera que la viera se daba cuenta de que realmente estaba enojada, así que era mejor nisiquiera acercarce a ella.

- Bastardo hijo de mierda, inservible, poca cosa, poco hombre, idiota.. - susurraba enojada mientras caminaba por las calles de Birminghan.

Solo bastaron un par de minutos más para llegar frente a su antigua casa, donde vivía antes de que Polly la metiera en este problema llamado Thomas Shelby.

Entro en ella cerrando la puerta con llave para después dejar al pequeño Charlie en su recámara, ya que no se había logrado despertar aún con los gritos anteriores.

Suspiro mientras se apoyaba en la puerta, contó hasta diez y relajó su cuerpo lo más que pudo.

Decidió ignorar lo que acababa de suceder y dedicarse el resto del día a limpiar su casa, hace semanas que no venía por lo cual todo tenía una leve capa de tierra encima.

Desde que se habían casado, ella tuvo que soportar escenas de parte de Thomas. El siempre la culpaba de todo como si Venus hubiera matado ella misma a Grace.

Venus era una mujer de carácter fuerte, sin duda lo era. Y jamás se dejaría pisotear ni mandonear por un hombre, fuera cual fuera.

Se había casado con Thomas ya que le debía un favor muy grande a Polly, y ella jamás desacía sus promesas. Por lo cual aguanto demaciado tiempo a dicho hombre de ojos celestes y temperamento de mierda.

Solo pasaron dos días cuando escucho las voz de su esposo llamarla desde el otro lado de la puerta, pero ella jamás abrió, ni después de dos meses.

Todos los Shelby habían tocado a su puerta, incluso Michael y Gina quienes fueron los únicos que lograron entrar a la casa.

- ¿No crees que deberías hablar con él, Vee? - pregunti Gina, mientras tomaba un sorbo de su té.

- No, lo soporte demaciado tiempo. Ahora solo quiero tener un tiempo para mi y Charlie como familia - respondió mientras miraba a el niño jugar en el suelo junto a Michael.

- Te entiendo, pero el realmente se ve deplorable. Polly dice que se ve peor que cuando Grace murió... - le contó, haciendo que Venus suspirara pesadamente.

- Voy a considerar escucharlo la próxima ves que venga, desde detrás de la puerta - aclaró al ver el cambio de expresión en Gina.

- Es tu decisión, pero piensa es Charlie. El debe extrañar a su padre ¿No es así? - Gina indagó - en fin, ya es hora de irnos o se hará muy tarde para la cena. Polly y los chicos les mandan saludos y dicen que los extrañan -

- Nos vemos otro día, Vee - saludó Michael cuando ambos salieron de la casa.

- Adiós chicos - les sonrío sin ganas, Venus.

Lo que Gina había dicho si duda la había dejado pensando, Charlie no había llorado ni llamado al nombre de Thomas pero siempre podía ver un brillo en sus ojos cuando oía la voz de su padre a través de la puerta.

Eso realmente hizo que Venus se sintiera mal por un momento, Charlie no tenía la culpa de nada.

La pelimarrón bajó rápidamente las escaleras para abrir la puerta y empujar a Thomas, era temprano en la mañana.

- Cierra la boca o despertarás a Charlie - habló, mientras se acomodaba la bata y lo miraba - entra antes de que me arrepienta -

Sin perder tiempo el entro a la casa, quitándose el saco y la gorra dejándolos en el perchero junto a la puerta.

- Ve a ver si Charlie no se despertó, haré café - indicó ella mientras desaparecía por el pasillo.

Minutos ma tarde divisó a Thomas entrando a la cocina pero siguió en lo suyo hasta que sintió unas manos en su cintura.

- Lo lamento - susurró Thomas, en su oído.

- Necesitas más que eso, Shelby - habló seria, dando media vuelta para estar cara a cara con él.

Vio como el pelinegro se arrodillada ante ella y tomaba sus manos.

- Realmente estoy arrepentido de haberte tratado así, sabia lo que tenía pero no lo valore hasta que casi lo pierdo, pero no quiero perderlos, no a ustedes - habló despacio, mientras la miraba a los ojos - te amo.. -

Venus sonrió de lado, indicandole que se levantara.

- ¿Lo ves? Solo necesitas comportarte más decentemente y te aseguro que ni Charlie ni yo nos iremos de tu lado, jamás - tomo su rostro con ambas manos - esperé meses para escucharte decir que me amas... también te amo - susurro con una media sonrisa.

- Prometo jamás volver a eso, los cuidaré hasta el día de mi muerte -

- No hagas promesas Thomas, demuestra -

Venus se acercó más a él para poder besarlo y luego abrazarlo con fuerza, sin duda lo había extrañado después de todo.

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With love, your favorite writer.

Cassiel Voight

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