|𝑨𝒓𝒕𝒉𝒖𝒓 𝑺𝒉𝒆𝒍𝒃𝒚|

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— ¡Arthur esperame, sabes que no puedo correr tan rápido! — gritó Layla  para que el la escuchara, más sin ambargo Arthur siguió corriendo mientras se reía de ella

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— ¡Arthur esperame, sabes que no puedo correr tan rápido! — gritó Layla  para que el la escuchara, más sin ambargo Arthur siguió corriendo mientras se reía de ella.

— ¡Ya casi llegamos, mueve tu trasero! — gritó el, devuelta.

Layla solo maldijo en vos baja mientras -a la vez- reía de como su pareja trataba de seguir corriendo a pesar de estar demaciado cansado puesto que llevaban poco menos de una hora corriendo en la nada después de que Tommy los dejara despidiéndose de ellos en un camino solitario.

Arthur no le había querido decir nada, al momento de bajar del auto el solo comenzo a correr y ella sin dudarlo lo siguió.

— ¡Vamos amor ya estoy cansada! — gritó esperando a que el se detuviera, y así lo hizo, cayendo cansado al suelo.

— Ya llegamos — sonrió mientras Layla solo se sentaba en el suelo junto a él para poder recuperar el aire perdido.

— ¿A donde se supone que llegamos? — pregunto confundida, mientras miraba al rededor.

No había nada más que terrenos vacíos y plantas, además de una pequeña colina justo donde ellos estaban.

— En el fin de la colina, cariño — dijo como si fuera obvio, Layla rodó los ojos mientras lo golpeaba en el hombro.

— Bien, bajemos para ver la cosa tan maravillosa por la que corrimos tanto — comento mientras se levantaba.

Ambos bajaron caminando lentamente puesto que aún estababn cansados de haber corrido, pero lo que ella no sabía es que realmente valdría la pena el aire perdido.

Una casa se dejó ver justo frente a ellos, no era pequeña pero tampoco muy grande. Tenía como mucho, tres pisos contando el altillo y quiza también un sótano.

Las paredes de afuera estaban pintadas de color rojo con detalles blancos, como si fuera una granja. También había un gran granero un poco más atrás donde se podían ver varios animales como vacas, caballos, gallinas, etc.

Todo estaba rodeado de plantas y flores, muchas y distintas flores por todo el lugar. De todos los colores y tamaños posibles.

Layla miro a Arthur maravillada mientras el solo le sonreía enternecido por su reacción.

— ¿Te gusta? —

— ¡Claro que si, es todo tan hermoso! — exclamó ella feliz mientras miraba los alrededores.

Pudo ver que había personas en la parte de atrás de la casa, cuando se acercaron un poco más logró ver a toda la familia Shelby incluido Tommy. Esme miraba a los niños mientras John y Finn jugaban con ellos en el césped.

La rubia volteo a ver a Arthur pero tuvo que bajar la mirada ya que el estaba arrodillado en una de sus piernas.

Sus ojos se llenaron de lágrimas al ver como el sostenía un lindo anillo entre sus manos.

— ¿Me harías el honor de ser mi esposa? — pregunto mientra sus ojos también se llenaban de lágrimas.

— ¡Vamos mamá dile que si! — se escuchó gritar a Theo y todos rieron.

— Si, si quiero Arty — respondió ella mientras Arthur se enderezo para colocar el anillo en el dedo de la mujer finalizando con un dulce beso que fue interrumpido por sus hijos quienes los abrazaron con efusivo cariño.

Arthur y Layla tenían tres hermoso hijos. Theo el mayor con diez años, Lily la segunda quien tenía cuatro y el pequeño Arthur Junior quien apenas había cumplido los tres años.

Llevaban mucho tiempo juntos más sin embargo jamás habían pensado en casarse, al menos no formalmente.

La pareja no podía estar más feliz, toda la familia estaba allí. Incluso Grace quien aún no tenía una muy buena relación con todos más sin embargo eso no importaba ahora.

Jamás había estado tan feliz en su vida.

Había conocido a Arthur cuando eran adolescentes y después de que el volviera de la guerra ambos tuvieron el valor de confesarle sus sentimientos al otro y así nació una hermosa relación que se había mantenido hasta ahora, veinte años después a pesar de los tiempos oscuros.

Apesar de todo, siempre se tenían el uno al otro.

Apesar de todo, siempre se tenían el uno al otro

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With love, your favorite writer.

Cassiel Voight

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𝐏𝐄𝐀𝐊𝐘 𝐁𝐋𝐈𝐍𝐃𝐄𝐑𝐒  |𝑶𝒏𝒆-𝑺𝒉𝒐𝒕𝒔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora