Llegaste cansada a tu casa, era tarde así que todo estaba a oscuras. Caminaste hasta tu sala de estar y prendiste una veladora, saltando de susto al visualizar a Polly sentada en silencio en uno de tus sofás.- ¿Qué haces aquí Polly? - Hablas de forma cansada dejando tu abrigo en el perchero y caminando hacia la cocina.
Polly se levantó del sofá y te siguió a la cocina. Sabía que no era bienvenida, pero aun así trató de actuar con indiferencia.
- Tenía asuntos que atender por aquí cerca así que pase a charlar un poco - Dijo con cara seria, claramente mintiendo.
- No tenemos nada de que hablar. - Murmuras mientras lavas un par de verduras, para hacer tu cena.
Polly se apoyó contra la pared con los brazos cruzados, claramente frustrada.
- Vine a hablar, y eso haremos cariño - Ella soltó a modo de burla y caminó detrás de ti. Colocó sus manos en la encimera a cada lado tuyo, atrapándote allí frente a ella.
Se inclinó más cerca, acercando su rostro a un lado de tu cabeza. Mientras hablaba, su aliento marcaba el costado de tu mejilla y tu cuello haciéndote sentir escalofríos.
- No me iré hasta que dejes de ser terca y hables conmigo -
- ¿De que quieres hablar, Polly? - Murmuras de forma molesta, comenzando a cortar las verduras sin darle importancia a su cercanía.
La mayor estaba acostumbrada a tu comportamiento obstinado y dejó escapar un suspiro por la nariz antes de responder.
- Sabes muy bien de qué quiero hablar - Puso una mano en tu cadera y comenzó a frotar lentamente su pulgar contra el hueso de tu cadera.
Se acercó aún más, cerrando el último espacio entre ustedes. Colocó su otra mano en el otro costado de tu cadera y te mantuvo firmemente en su lugar.
- Cass - Prácticamente susurró contra tu oído. Giró ligeramente la cabeza para que sus labios estuvieran ahora a sólo unos centímetros de tu oreja. - Te extraño...- Murmuró en voz baja, su respiración provocaba escalofríos en tu espalda.
- Yo no, así que sueltame y vete de mí casa - Te removiste ante su toque.
Polly se rió entre dientes y se inclinó para susurrar aún más bajo, sus labios ahora apenas tocan tu oreja.
- Eso es una maldita mentira cariño...- Lentamente comenzó a pasar un dedo desde tu cadera hasta tu muslo y de nuevo hacia arriba.
Puso la punta de su nariz en tu cuello y respiró profundamente, absorbiendo tu aroma.
- Honestamente no puedes decir que no me extrañas...-
Continuó pasando sus manos por tu cuerpo, rascándote ocasionalmente con las uñas. Repartio besos ligeros como plumas a lo largo de tu cuello hasta la línea de tu mandíbula mientras sus manos continuaban explorando cada centímetro de tu cuerpo.
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𝐏𝐄𝐀𝐊𝐘 𝐁𝐋𝐈𝐍𝐃𝐄𝐑𝐒 |𝑶𝒏𝒆-𝑺𝒉𝒐𝒕𝒔
Fanfic𝑶𝑵𝑬-𝑺𝑯𝑶𝑻𝑺 | ¿Quieres leer historias con tus personajes favoritos? Bueno, estas en el lugar correcto, lee sin miedo al éxito. Prohibo la copia o adaptación de esta historia, todos los derechos están reservados.