Lilian llevaba tiempo trabajando en la vieja casa donde vivía. Cada ves que la casa cambiaba de dueño ella cambiaba de jefes.
Hace un par de meses una mujer compró la casa, Ada Shelby era su nombre.
Por lo general ella no estaba en casa nunca, pero su hijo siempre estaba junto a Lilian quien le había comenzado a tener mucho afecto debido a que Karl se apego mucho a ella.
— Vamos Karl deja de hacer eso — lo reto la pelinegra.
El niño saltaba sin parar sobre los sillones de la sala en busca de atención.
— Quiero a mi mamá — comento el niño a medio llorar.
Lilian suspiró y se acercó para cargarlo.
— Ella vendrá pronto, aun esta trabajando cariño — trato de calmarlo.
— Ella siempre está trabajando, ya no me quiere — lloriqueo aun más fuerte.
— No digas eso, la Señorita Ada te ama mucho, eres su príncipe. Ella simplemente está ocupada con su trabajo, estos días han sido difíciles — explicó, acariciando la nuca del pequeño.
— Tu siempre estas trabajando y siempre estas conmigo —
— No es lo mismo, yo trabajo manteniendo la casa en pie. Tu mamá trae dinero a la casa, para que tu jamás debas pasar necesidad — susurro.
El pequeño Karl levantó la mirada para observarla.
— ¿Entonses mi mamá si me ama? —
— Claro que si mi cielo, ella te ama muchísimo. Más que a nadie — sonrió — ya es tarde, vamos a hacerte dormir pequeño travieso —
Karl rió por lo bajo mientras se safaba del agarre de Lilian para correr hacia su habitación. Según el, ya podía dormirse solo por que ya era un niño mayor.
La pelinegra sonrió de lado y gran sorpresa se llevó al volver viendo como Ada se encontraba apoyada en el marco de la puerta.
— Señorita Ada, no sabia que había llegado — hablo suavemente — ¿Quiere cenar algo? Karl comió hace algunos minutos y ya esta en la cama —
Ada simplemente la observo en silencio algunos segundos antes de responder.
— Si, quiero cenar pero antes me daré un baño — respondió pausadamente.
Lilian asintió.
— Enseguida le prepararé la tina — comento, para después desaparecer por las escaleras.
La pelinegra se encontraba comprobando la temperatura del agua en la tina cuando escucho a Ada entrar a el baño por lo cual trato de terminar lo más pronto posible.
Al voltear tuvo que cubrirse los ojos rápidamente.
— Señorita Ada, lo lamento ya me iba.. — susurro alarmada mientras trataba de salir de la habitación.
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𝐏𝐄𝐀𝐊𝐘 𝐁𝐋𝐈𝐍𝐃𝐄𝐑𝐒 |𝑶𝒏𝒆-𝑺𝒉𝒐𝒕𝒔
Fanfiction𝑶𝑵𝑬-𝑺𝑯𝑶𝑻𝑺 | ¿Quieres leer historias con tus personajes favoritos? Bueno, estas en el lugar correcto, lee sin miedo al éxito. Prohibo la copia o adaptación de esta historia, todos los derechos están reservados.