𝑶𝑵𝑬-𝑺𝑯𝑶𝑻𝑺 | ¿Quieres leer historias con tus personajes favoritos? Bueno, estas en el lugar correcto, lee sin miedo al éxito.
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— Hey Mich, ¿Como estás? — preguntó Lily cuando lo vio entrar al bar.
Michael no venía solo, junto a él estaban los demás miembros de la familia Shelby. El pelinegro la miro pero no sonrió ni nada por el estilo, solamente se limitó a responderle secamente a lo que ella frunció el ceño.
— ¿Que va a querer señor Shelby? — cambio su vista hacia Thomas, quien también la miraba.
— Una botella de Whisky, y un par de cervezas — Lily sonrió amablemente — nada más, por ahora. Gracias Lily — comento lo último apretando levemente la mano de la chica la cual estaba apoyada en la barra.
Los demás chicos solamente la saludaron y fueron detrás de Thomas.
La rubia sonrió de medio lado, mientras dejaba los vasos en una bandeja al igual que las bebidas. Thomas se acercó nuevamente a ella mientras tomaba la botella de Whisky para ayudarla.
— ¿Que haces? — indagó ella mientras caminaban hacia la mesa donde los demás los miraban atentos.
— Te ayudo, ¿No es obvio, Lily? — respondio él.
Lily no comento nada más mientras dejaba los vasos en la mesa para que los chicos los tomarán. Miro nuevamente a Michael queriendo saber si la miraba pero el no lo hacía, su vista estaba perdida en la mesa y su semblante era serio.
Ella simplemente suspiro.
— ¿Por qué no te quedas con nosotros? — habló Thomas llamando la atención de todos quienes miraron a la chica esperando por una respuesta de su parte.
— Oh, en otra ocasión será Tommy — respondió amable ella, ese fue el momento donde Michael la miró de reojo.
¿Tommy?, ¿Desde cuando ella lo llamaba por apodos, desde cuando eran tan cercanos?. Michael apretó su puño por debajo de la mesa, los celos lo carcomian.
— Deberías hablar con ella — comento John.
— ¿Con quien? — tonteo Michael mientras le daba un sorbo a su bebida.
— No seas idiota Michael, ella está enamorada de ti todos nos hemos dado cuanta pero al parecer tu no, o te haces el idiota — habló ahora Arthur — hijo si dejas pasar la oportunidad alguien más la aprovechara, como Tommy por ejemplo, el ya le hecho el ojo — señalo como Thomas observaba a Lily trabajar.
En realidad Thomas no estaba interesado en ella, simplemente le tenía un cariño especial. Como si fuera una hermana pequeña.
Michael se quedó en silencio unos segundos, procesando lo que Arthur había dicho. El tenía razón, toda la razón.
Se lavando de la silla, no sin antes haberle dado un último trato a su bebida y se encaminó hasta la barra esperando a que la chica se acercara a él. Lily no lo habis visto aún por lo cual seguía limpiando los vasos sucios que habían quedado de hace un momento.
Cuando volteo un momento para ver si alguien necesitaba algo, lo vio apoyado en la barra mirando hacia el suelo y moviendo sus manos con nerviosismo.
— ¿Necesitas algo? — pregunto mientras se acercaba hacia donde el estaba, a la ves que limpiaba sus manos con un trapo viejo.
Michael la observo por unos segundos.
— Si, de hecho si — suspiro, parándose derecho — Ven conmigo un momento — pidió a lo que ella negó rápidamente.
— Tengo que seguir trabajando Michael, el dinero no llegará por si mismo — respondió.
— Estaba bien Lily ve tranquila, yo te cubro — comento Grace quien había estado escuchando la conversación.
Lily frunció su ceño antes de quitarse el delantal y salir del bar seguida por el pelinegro quien tomó su mano y la guió en completo silencio hasta su casa.
— ¿Que hacemos en mi casa? — ella frunció el ceño mirándolo de reojo.
— Primero debemos entrar — comento él, dándole a entender que debía abrír la puerta.
La rubio lo hizo de mala gana, mientras dejaba su abrigo en el perchero seguida de Michael.
Justo cuando estaba por hablar no pudo lograrlo debido a que el la había besado dejandolos acorralados contra la pared. Lily llevo ambas manos al rostro del chico profundizando el beso mientras el la tomaba de la cintura.
— ¿Que fue eso? — pregunto cuando ambos se separaron pero aún sin soltarse.
— ¿Estubo mal? — indagó el a lo que Lily simplemente negó — me gustas Lily, realmente me gustas. No quería desaprovechar el tiempo y que algún otro imbécil se te acercara, te quiero para mi —
Ella sonrió.
— También te quiero para mi — contesto ella acercándose para besarlo nuevamente.
Ambos se pertenecen el uno al otro, siempre lo había hecho y siempre lo harían.
— ¿Me harías el honor de ser mi novia? —
— Claro que si, Mich — ambos sonrieron dándose un último beso antes de separase y dirigirse hacia la sala.
Pasaron el resto del día juntos, en la casa de Lily y cuando la noche llego Michael se despidió de ella con un último beso.
El último beso que ambos se darían.
El día siguiente, todo el pueblo se entero de lo que había sucedido. El cuerpo de Lily había sido encontrado en uno de los callejones que estaban de camino al Pub, una mujer mayor la había visto por lo cual se acercó y logró ver el cuerpo de la chica.
Sin duda alguna, era una clara advertencia para los Peaky Blinders quienes estaban devastados por la pérdida de la joven.
