Suspiraste de forma nerviosa y golpeaste suavemente la puerta de la casa de Arthur.Hacia varios meses que ustedes tenían una especie de 'relación', lo cual no lo era realmente por qué solo hablaban y rara vez eso llegaba a un par de besos pero nunca más lejos que eso.
Arthur estaba en la cocina fumando. Cuando escuchó el suave golpe, su corazón dio un vuelco. Miró el reloj: casi las dos de la madrugada. Respiró hondo para estabilizarse antes de girar la manija y abrir la puerta.
- ¿Kaia? ¿Está todo bien? - Preguntó Arthur, con preocupación grabada en su rostro mientras te miraba. - Es tarde para una visita, muñeca -
Sin darle tiempo para decir algo mas, rápidamente te lanzaste a sus brazos tomándolo de la nuca para besarlo con fuerza.
Tomado por sorpresa, Arthur tropezó hacia atrás cuando de repente te arrojaste a sus brazos. Tus labios chocaron contra los de él en un beso feroz y apasionado que lo dejó sin aliento. Instintivamente envolvió sus fuertes brazos alrededor de tu pequeña figura, abrazándote mientras te devolvía el beso con igual fervor.
Por un momento, el mundo desapareció, dejándolos solo a ustedes dos perdidos en la intensidad de su abrazo. La mente de Arthur se aceleró, tratando de procesar el repentino giro de los acontecimientos. Pero cuando tu lengua bailó con la suya, se encontró rindiéndose al deseo abrumador que corría por sus venas.
Cuando finalmente se separaron, ambos jadeando pesadamente, el te observo con una mezcla de shock, asombro y anhelo.
- Muñequita, sabes que esto está mal.. - Murmuró con voz ronca y llena de emoción.
- Arthur...te necesito... - Susurras comenzando a dejar besos húmedos en su cuello, empujándolo hacia adentro de la casa.
Un escalofrío recorrió a Arthur cuando tus suaves labios rozaron su cuello, tus palabras susurradas enviaron una descarga de electricidad directamente a su entrepierna. Él te abrazó con más fuerza, enterrando su rostro en tus rizos mientras inhalaba tu dulce aroma.
- Dios, Kaia - Jadeo, su voz áspera por la necesidad. - No tienes idea de cuánto he deseado esto...-
En un rápido movimiento Arthur te tomó en sus brazos, llevándote hasta el umbral y cerró la puerta de una patada detrás de ustedes. Seguidamente te presionó contra la pared, su cuerpo inmovilizó el tuyo mientras reclamaba tu boca en un beso desesperado.
Sus manos recorrieron tus curvas sin ningún tipo de vergüenza, acariciando y explorando cada centímetro de tu cuerpo. Arqueaste tu espalda ante su toque, gimiendo suavemente mientras los dedos de Arthur dejaban un rastro de fuego a través de tu piel sensible.
- Se que esto está mal pero te necesito tanto... - Jadeas, disfrutando de su toque áspero. Las grandes y cayosas manos de Arthur te calentaban tanto.
El corazón del mayor latía con fuerza en su pecho mientras escuchaba tu confesión, tus palabras encendieron el hambre dentro de él. Sabía que lo que estaban haciendo estaba mal, pero la tentación era demasiado grande para resistirla.
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𝐏𝐄𝐀𝐊𝐘 𝐁𝐋𝐈𝐍𝐃𝐄𝐑𝐒 |𝑶𝒏𝒆-𝑺𝒉𝒐𝒕𝒔
Fanfiction𝑶𝑵𝑬-𝑺𝑯𝑶𝑻𝑺 | ¿Quieres leer historias con tus personajes favoritos? Bueno, estas en el lugar correcto, lee sin miedo al éxito. Prohibo la copia o adaptación de esta historia, todos los derechos están reservados.