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Amelia
Buenos días guapa ¿qué tal estás? Espero que no trabajando mucho. Te quería comentar.. llevo días queriendo ir a ver una película y no sé si a ti te apetecería acompañarme...

Luisita
Buenos días Amelia!! aquí estoy sin parar si, estos días están siendo agotadores pero bueno es lo que toca. Y si.. me encantaría, que peli es? dime hora y lugar y ahí estaré 🙂 Lo único tiene que ser por la mañana que estos días estoy de tarde.

Amelia
Sin problema, mañana por la mañana te parece bien? Y la peli déjame que sea sorpresa 😌

Luisita
Me parece perfecto, todo. Hasta mañana 😘

Amelia
Hasta mañana 😘

Y así fue como unos días después de su primera no cita, sin pensarlo ni planearlo, organizaron su segunda no cita.

Estuvieron intercambiando mensajes de cómo les iba cada día, les costaba no saber una de la otra, hasta que la morena no pudo más y organizó este plan sin darle demasiadas vueltas, quería verla.

Esa mañana del día siguiente Amelia sólo tenía en mente quedar con su rubia favorita, por lo que se olvidó por completo de que ese día tenía revisión.

Y ahí a las doce de la mañana y en el lugar que le había indicado la vio, tan bonita como siempre, y su corazón ya no lo escondía más, aquella rubia les tenía a ambos prácticamente conquistados.

Amelia sorprendió a Luisita llevándola a un cine donde ponían películas de hace años, era lo que más le gustaba hacer, normalmente era un plan que hacía ella sola pero desde que la conoció se imaginó ahí con ella. Y hoy cumpliría ese deseo. Esa semana ponían Cuando Harry encontró a Sally, era una de sus favoritas y estaba deseando volver a verla y qué mejor compañía que con ella.
Luisita estaba encantada, no conocía ese cine y también era una enamorada de las películas de antes. La morena una vez más dio con el gusto de la rubia.

Eligieron sus asientos, se acomodaron y cuando empezó la película empezaron con las palomitas, cogieron un cuenco grande para las dos por lo que según iban cogiendo sus dedos se acababan rozando, a veces sin querer otras queriendo. Se miraban de reojo sonriéndose al verse descubiertas. Cuando ya no podían con más palomitas, lo dejaron a un lado.
Pusieron sus manos en el reposa brazos de su asiento que ya sin ninguna excusa se fueron acercando y como si de un imán se tratase juntaron sus meñiques, fue Amelia quién en un movimiento muy suave lo entrelazó al de Luisita quedando así unidos. Bajaron su mirada a sus manos y miraron a la película sin decirse nada pero sintiéndose como nunca. Sonrieron y si se concentraban casi que podían escuchar el latido de sus corazones. Se quedaron un rato así, olvidándose de la película, cerrando brevemente sus ojos y sintiendo como sus cuerpos temblaban ante aquel gesto que a partir de ese momento sería solo suyo.

Acabó la película, aún seguían con sus dedos unidos, se miraron y se sonrieron cómplices y nerviosas.
Salieron del cine en un silencio cómodo y empezaron a pasear sin pensar en lo cerca que estaban sus cuerpos, sin pensar en cómo se rozaban sus brazos y manos al caminar.

- ¿Te ha gustado? - fue Amelia quién quiso romper ese silencio.

- Mucho - sonrió - El sitio es precioso y la película la vi hace años pero me ha encantado verla en pantalla grande. - Sonrió otra vez pero no era como las demás.
Luisita se giró para decir algo más pero se arrepintió en el último momento.

- ¿Qué? - Amelia se dio cuenta y no se quería quedar con las ganas de saber qué pasaba por esa cabecita rubia.

- Nada, es una tontería - ladeó su cabeza, sabía que no era una tontería pero no quería estropear el momento.

Un Corazón llamado Amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora