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>>Capítulo 24<<

KAORU

11:30 a.m. y manejaba con velocidad hacia el Orfanato Este, mientras que Miyashiro se dirigía al Norte y Momoko al Sur, queriamos recorrer los Orfanatos por si las dudas, solo que le prohibimos a Momoko volver al central, al menos por ahora. Yo ya lo revise y no encontre nada así que ahora me enfocaba en mi nuevo objetivo.

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MIYAKO

—¿Y hoy a quién le toca?—pregunté

—Pues a mi rubia— sonrió con diversión Kojiro mientras posaba de forma graciosa.

—Ya debiste de haberte marchado idiota— reprendió Momotaro sonreí al ver como se trataban, nada cambió en los últimos años, seguían siendo, ellos.

—Ya se, ya se— se excusó mi hermano mientras salía del cuarto de Momotaro.

Cuando nuestro padre nos asigno las misiones acordamos que cada uno se turnaria un día para hacerla, ya que mientras alguno de nosotros trabaja los demas podrían pasear a algún lado, justo lo que hicimos. Pero tenía que interrogar mi hermano por el favor de ayer.

—¿Porqué querias que le enviara una dirección al señor Utonium? Y con foto de la moto de su hija— lo tome desprevenido, su cara reflejo todo —Solo me parece raro enviar un anónimo a un oficial— confesé

—Ok te voy a confesar algo. Me encontré con aquella chica pelirroja, Momoko. Pasamos todo el día juntos, en sí ella me buscaba, buscaba al "Hijo de Him"— hizo comillas en lo último, pero con una mirada algo triste.

Me iba a arriesgar con mis siguientes palabras, pero quería saber, si existía la posibilidad de que Momotaro o Kojiro, recordaran algo, no las pueden olvidar.

—¿Aveces no sientes como si ya los conocieramos?

Se quedó callado, pensativo, moría de nervios, ¿que respondería?

—Si...yo, te envíe la ubicación porqué había usado mi taser contra ella. Y no quería que nada le pasara. Como si la conociera y me importara.

No podía creer sus palabras, no recordaba como tal a Momoko, a Bombon, pero que sintiera que si la conocía era un logro gigante, pensé mucho en ello que no note cuando se levanto de mi lado y se dirigió a la puerta, hasta que escuche el rechinar de la misma.

—¿A dónde vas?— cuestione rápida

—Tengo que volver al Orfanato Central, s-se me olvido algo y debo volver— se que mintió pero solo asentí —¿Estaras bien sola?

—Sí, me quedare a mejorar las armas.

Así el salio del cuarto y yo fui al mio, cerre con seguro y saque las herramientas necesarias. No me gustaba estar sola cuando Benardo salía de compras y quedaba al cuidado de Tarek o Javier.

Suspire decidida, saque mi cuaderno y empecé a escribir la carta, una que probablemente pueda salvarnos.

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KOJIRO

Dos horas, dos horas escuchando a los estúpidos guardias diciendo lo que ya se, creo que Tarek ya los hubiera golpeado por lo precavidos que eran. Solo seguía aquí sin quejarme por la verdecita que se encontraba a mi lado. Según ella tenía una mision por acá, me buscaba, eso lo sabía pero tenía que ser "Jiroko" un ciudadano común. Sacudi mi cabeza y trate de seguir escuchando.

—Entonces tu deberas pedir permiso para poder manejar el arma— anunció el tutor de mi nuevo trabajo.

—¿Y si llegara un ladrón, debo dejar que robe porque no puedo usar el arma?