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>>Capítulo 29<<

—¡Him, Javier!— gritó el Coronel impactado.

—¿Sorprendido de vernos, padre?— mencionó Him marcando la última palabra.

Me quede sin palabras y miré a los chicos para comprobar que estaban de la misma forma. No puedo creerlo, dijo ¿Padre?
Todos miramos al Coronel buscando algún tipo de explicación, pero él solo se enfocaba en mirar a Him. Su expresión mostraba, angustia, tristeza, melancolía. Ahora que miraba bien a Him y al Coronel si podrian hacerse pasar por familia, su cabello, facciones, padre e hijo en todo su esplendor.

Y mientras varios seguían en shock, los policías que nos acompañaron se colocaron frente a Him, protegiéndolo. Los pocos que quedamos, los que al parecer no trabajan con él, nos preparamos para un posible enfrentamiento.

—¿Saben?— Him rompió el silencio —Si hay algo que me gusta tanto como los factores sorpresa es la gente encubierta que el realidad trabajan para los seres más crueles, yo por ejemplo— sonrió autosuficiente

—Traigan refuerzos— susurró el Coronel a dos policías, ellos asintieron y corrieron.

—¿Porqué haces todo esto? ¿Porqué nosotros?— Momotaro aprovecho para averiguar a que venía todo esto.

—Simplemente los elegí desde niños, pude haberlo hecho más tarde, pero les di la oportunidad de ser los mejores desde antes— su tono confiado no cambiaba —Ataquen— ordenó a la gente frente a él y estos obedecieron rápido.

Ahora estábamos en un pequeño tiroteo frente al Orfanato, no puede ser mas traumante para los niños que están dentro, traidores con armas dispersados, llegaron refuerzos aéreos y trataban de cubrirnos, busqué a Him con la mirada y lo vi caminar hacia la entrada del Orfanato, se paro juntó a una limusina y sacó algo negro, ¿Será una bomba? Espero que no.

—¡Siganme!— le grité a los chicos y mi hermana, me cubrieron hasta llegar con Him, con las pocas municiones apuntamos al hombre, pero un sonido de carga en la pistola volvió a escucharse.

—Si no me conocen soy Tarek— habló uno de los señores que apuntaban a nosotros —El de mi derecha es Javier, el hermano gemelo de Him.

Ok, son demasiadas sorpresas por un día ¿No?

—Resumire la historia— habló Him —Nuestra madre murió cuándo nacimos, terminamos en este Orfanato, conocimos a Tarek. ¿Saben que pasa con los chicos que se vuelven mayores de edad y nadie los adopta? Los madan a una escuela militar, fuimos los mejores y es cuándo conocimos al Coronel, o mejor dicho el señor que abandonó a nuestra madre para destacar en su trabajo. Trató de enmendar su error cuando supo que eramos familia, nos cuido, se disculpó, pero duró muy poco. Estaba tan ocupado con su trabajo que nisiquiera se dio cuenta que dejó triste a Javier y Tarek ya que ambos se encariñaron un poco con él, nos había dado falsas esperanzas— Debo admitir que la historia me dejó sorprendida —Sin embargo supe salir adelante, aún siendo un pequeño equipo escapamos, John nunca lo notó, aprendimos a sobrevivir, empezamos robando y poco a poco se fue formando nuestro imperio. Fue hasta entonces que papá se mostró muy interesado en nosotros, pero ya era tarde, somos lo que somos.

—¿Porqué nos metiste en esto?— Kojiro parecía querer disparar en la más mínima oportunidad.

—Necesitaba cómplices y fui el padre que el Coronel me enseñó a ser, dar falsas esperanzas para luego ser un desinteresado— se quería dar la vuelta pero Miyashiro disparó al aire poniendo en alerta a Tarek y Javier que seguían apuntando.

—¿Dónde está?— preguntó el rubio a Him con molestia.

—¿Dónde está quién?— era claro que hablaba de Miyako pero el criminal se hacia el loco, justo cuándo expuso un aparato negro en su muñeca.