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Esté capítulo si continúa solo qué contará todo el pasado de Satoru, así qué disfrútenlo!!

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Narrador Omnisciente.

31 de diciembre, un día tranquilo, cumpleaños número 13 de nuestro protagonista Satoru.

¿Qué podría salir mal?

-- ¡Mamá! ¡Es mí cumpleaños! Ya soy un niño grande! -- gritó emocionado el pequeño Satoru.

-- Sí qué lo eres cariño -- le respondió la madre mientras servía lo qué sería el desayuno.

Satoru estaba brincando de la emoción hasta qué sintió un peso en sus hombros, su hermano mayor Ayari lo había abrazo como felicitación.

-- ¡Ya estás creciendo, jovencito! -- felicitó el mayor.

-- ¡Felicidades Nii-chan! -- se escucharon dos voces de niños y luego se vieron a los cuatro hermanos en el suelo, claramente la madre y su padre qué había entrado a la cocina estaban riéndose.

Y así pasaron un lindo día, los hermanos jugaban para entretener a los menores y los padres haciendo trabajos de casa como todos los días.

Ya era de noche, todos estaban a punto de dormir aunque Nori y Amaya[los hermanos menores] ya lo estaban. Estaba haciendo demasiado frío y la leña se había acabado, Satoru se ofreció a ir con su vecina Dai para pedirle un poco de leña, sus padres le dijeron qué vaya con cuidado y regresará rápido.

Satoru salió de casa casi corriendo, hacía mucho frío así qué estar afuera en la nieve no era lo mejor. Tiempo después llegó al hogar de su vecina y tocó la puerta, a los minutos abrieron y la señora dejo pasar al joven para qué no muriera de hipotermia casi casi.

-- ¡Muchas gracias por la leña, Señora Dai! ¡Mañana le pagaré! -- le agradeció el pequeño Satoru.

-- No te preocupes Satoru-San, ahora vete a casa qué hace fri- -- no terminó de hablar ya qué se comenzaron a escuchar gritos afuera.

-- ¿Qué están haciendo ahora? -- preguntó el pelinegro mientras abría la puerta..... Grave error....

Su pueblos, donde vivía estaba siendo destruido por una sola persona, Satoru logró verla ¿Cómo es posible qué un ser humano pueda hacer ésto? ¿Porqué lo hacía? Eso se preguntaba Satō.

Su vecina Dai lo jaló y cerró la puerta demasiado fuerte, qué triste, llamó la atención de la persona que masacraba su pueblo.

-- No hagas ruido.... -- le cubrió la boca al menor, pero no pudo evitar qué este comenzará a llorar.

Tocaron la puerta...

El menor se logró safar del agarré de la señora, pensó que era su familia, qué estaba viva. Abrió la puerta.

-- Buenas noches, me llegó un agradable olor. ¿Eres tú pequeño? -- habló el hombres y acarició la cabeza del menor.

La señora jaló a Satoru y miró mal al hombre qué la señora lo maldijo como Demonio, eso enfureció al hombre.

-- ¡Sal por la ventana, Satō! ¡Ve con tú familia y escapen! -- le gritó y lanzó por la pequeña ventana al menor y esté comenzó a correr.

Su respiración se entrecortaba, la nieve no ayudaba en estos momentos. El menor solo pensaba en una cosa, su familia, la amaba tanto qué rezaba con todas sus fuerzas por qué estén bien.

Por fin llegó......

-- ...... -- no supo qué hacer, su familia fue asesinada por ese demonio.

La escena era horrible, su madre estaba a sus pies, no tenía cabeza. El cuerpo de su padre estaba abajo del de su hermano menor Nori, los dos cuerpos tenían abierto el pecho, podía verse su tórax. Solo estaba la cabeza de su hermana menor Amaya, y un gran charco de sangre debajo de esta. Pero.... El cuerpo de su hermano mayor ni estaba, no había rastro de el...

Satoru se quedó sentado en el marco de la puerta, claramente vómito, y no sé movió hasta que amaneció.

Cuando abrió los ojos miró a un señor revisando la casa, el hombre tenía el cabello de dos colores, amarillo y rojo.

-- ¿Quién...eres tú....? -- subió su mirada, la cuál estaba vacía.

-- Soy Shinjuro Rengoku, el Pilar de la Llama, te encuentras bien? -- se acercó al menor y le agarró la mano para sacarlo de la casa. -- Sigues siendo un niño, ve al monte Kashimayari, te cuidará un señor, le agrada cuidar niños. -- sin más desapareció.

Dos días pasaron para qué Satoru llegara al monte.

-- ¿¡Hola!? ¿¡Aquí vive Misao Okawa!? -- abrieron la puerta y.... Luego le lanzaron un plato de madera.

-- ¡No vengas a gritar, jovencito! -- le reclamó el anciano al niño. -- ¿Tú eres el niño qué mencionó Rengoku-san? --

-- ¡Sí, Señor! -- sintió el golpe en su frente, le habían lanzado una cuchara de madera. -- ¿Puede dejar de aventarme cosas?:( Se siente raro..[ojo no le duele simplemente siente el impacto y la vibración del golpe]--

-- ¿No te duele? -- recibió una negación por parte del niño. -- Entonces esto será divertido, ¿Qué opinas de ser mi discípulo? --

-- ¿Pero qué haré? -- fue jalado por el anciano que se movía como si tuviera veinte años.

-- Entrenaras, para convertirte en un cazador de demonios. -- eso asustó a Satoru.

Habían pasado tres años y medio el joven de ahora 16 años no había logrado aprender ninguna respiración, aparte el entrenamiento era más fuerte ya qué llevaba dos jodidas katanas.

-- ¡¡No puedo lograrlo, Okawa-San!! -- gritó mientras lloraba, su cuerpo dolía, todo le dolía. En específico su cabeza, comenzó a marearse y terminó cayendo inconsciente.

Cuando despertó estaba en la casa de su maestro, no supo ni cuando ni como llegó de regreso.

-- Deja de entrenar, Satoru... Ya estás listos para la selección final... -- fue lo único qué dijo el anciano antes de entrar a lo qué era su pequeños cuarto.

-- ¡Sí! ¡Muchas gracias Okawa-San! -- se levantó y corrió para alistar sus cosas, por fin lograría lo qué tanto quería.







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Pov. Tanjiro.

-- Muy larga la historia pero algo curiosa. -- dijo Satoru mientras agarraba mi mano para jalarme a la finca y comer tranquilos.

-- (A sufrido demasiado.... Lo siento tanto, Satoru... ¡Te haré la vida más feliz, lo prometo!) ¡Vamos a comer, Satoru! -- nos reímos los dos y entramos a la finca, será divertido vivir el resto de mi vida con Satoru....

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Tan divino 😍 /e g3m1r.

Mentira JAJAJAJAJ

En fin, espero y les guste🧍🏻

Bye, coman y duerman bien [procede a dormirse a las 3 de la mañana]

𝕌𝕟 𝕔𝕦𝕖𝕣𝕡𝕠 𝕤𝕠́𝕝𝕚𝕕𝕠 [𝕂ℕ𝕐 𝕩 𝕄𝕒𝕝𝕖 𝕣𝕖𝕒𝕕𝕖𝕣]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora