XVII

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CONFUNDIDA

...

Me desperté y Hans no estaba, no entiendo como dormí tan profundo, me levante de la cama y cerré la puerta y pase el seguro.

En la cama había una toalla, unos jeans y una camisa. Abrí el closet y había únicamente unas sábanas, debajo de la cama estaba todo muy limpio, el libro ya no estaba en la mesa de noche y las gavetas estaban vacías. No había nada que me pudiera ayudar allí dentro.

Entre al baño, revise y las sustancias ya no estaban allí. Decidí darme una ducha y colocarme la ropa, me quedaba perfectamente, tome la foto y la envolví en el vestido, di pasos para salir de la habitación y sentí un olor a tocino, cuando camine en dirección a la cocina había un cuarto con la puerta abierta, quería mirar un poco pero escuche que me llamo.

—Ordom estoy aquí.

—Voy —me sentía inútil, estuve en su departamento toda la noche y no había averiguado nada importante.

Cuando entre a la cocina Hans tenía un pequeño delantal, aún estaba sin camisa, solo tenía una bermuda y su cabello aún se veía un poco mojado, como diría Bea "si así es el infierno entonces que me lleve el diablo" se veía tan bien.

—Siéntate bella durmiente o mejor dicho pequeña bestia —comentó y levanto la comisura izquierda de su labio.

—No me da risa el comentario —entrecerré los ojos.

—Roncas como una bestia, eso sin contar que te tuve que colocar una pierna encima, para que no me patearas más.

—No ronco.

—Si roncas, lloras, das golpes y gritas cosas —Cruzo los brazos —Ni dormida dejas de joder, eres menos molesta despierta, preguntando más que un loco.

—Me reí aunque sabía que nada era cierto —Ya deja de molestarme.

—Por cierto ¿Quién es Rebeca? —preguntó, mientras daba vuelta a lo que fuera que estuviera cocinando.

— ¿Por qué me preguntas eso? —me quede fría.

—Solo lo digo porque gritaste su nombre en varias oportunidades y le decías que se alejara de ti —Mierda, si hable dormida —Tuve que tratar de calmarte, pero estabas muy agitada.

—No, realmente no sé quién es, ¿Dije alguna otra cosa?

—Sí, algo que me sorprendió —Me quede fría esperando que terminara de hablar —Dijiste que me amabas —se carcajeo.

—Respire —deja de decir estupideces.

—Toma los prepare para ti —me entrego un plato con tocino, huevos revueltos y pan tostado.

—Gracias —mi cara no fue de mucho agrado, no se veía nada bien.

—Quita esa cara y te comes todo, lo hice especialmente para ti —Se sentó y me miraba haciendo señas para que comiera.

Di un bocado a los huevos, y estaban dulces, este tipo estaba loco como le coloco azúcar a eso, cuando tome un poco de lo que se supone que era la bebida, sabia a mezcla cruda de torta, inevitablemente me reí.

—Eres muy malo en la cocina —Dije apartando el plato.

—No debe estar tan mal, le coloque azúcar a los huevos pensé te iba a gustar, como te comes las galletas con queso crema, esto es exactamente lo mismo.

— ¿Lo probaste? —demande.

—No —se rió.

Tome un poco — se lo di, Hans no masco, lo boto inmediatamente.

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