Desperté enredada entre sábanas rojas, una respiración a mi lado me alertó, era Ares.
Me levanté del lugar sin hacer ruido y me senté cerca de la ventana.
Estaba en el Olimpo, no se cómo llegue aquí, ningún mortal debería de poder estar en estas tierras.
Todo aquí era hermoso, el jardín de enfrente se iluminaba por el amanecer en tonos rojizos, se veía perfecto.
Han pasado dos días desde que me fuí, se supone que debería estar en Atenas en estos momentos, pero me encuentro atrapada en el palacio de un Dios.
Escuche al Dios moverse en la enorme cama quedando a espaldas de mí, tenía una venda rodeando parte de su espalda, se veía manchada de un rojo marrón, lo que significaba que no había parado de sangrar.
Baje a buscar hiervas o pomadas para curarle esa herida, quizá un poco de vino ayudaría también.
¿Y por qué debería preocuparme por su herida? Bueno, supongo que se lo debo, me salvó, me alimento y me dió un lugar donde dormir.
Antes de que pudiera regresar a la habitación ví al Dios frente a mí, se veía furioso.
-¡¿A dónde vas?!- pregunto molesto
-Iba a sanar su herida- contesté cortante.
-No debes de hacerlo, pediré a mi madre que mandé a una ninfa o alguien que nos curé.
-Puedo hacerlo yo misma- insistí
El pasó su mano por su rostro y se sentó en el piso, era bastante grande, así que fue lo mejor para que yo pudiera alcanzarlo mejor aunque también me hinque.
Comencé a quitar el vendaje que el tenía, la herida estaba en muy mal estado.
-Esto puede doler un poco- advertí
-Soy Ares, nada me duele.
Que soberbio.
Vacíe un poco de vino para desinfectar, las moras del vino ayudarían a cicatrizar la herida y desinflamar el área, limpie la zona y la cubrí con vendas nuevas.
-Listo- me aparte
-¿Y tus heridas?- preguntó
-Son solo moretones señor, en un par de días desapareceran- el se levantó y quedó frente a mí.
-No puedes salir de aquí, no sin mí- fruncí el ceño -Si lo haces y te descubren morirás.
El tenía razón, yo no debía estar aquí.
-¿Para que me trajo?- cuestioné
-No lo se- me dijo llendose del lugar.
Me ignoro durante todo el día, me la pasé terriblemente aburrida, el palacio estaba casi vacío, lo único relevante dentro de él eran las diferentes armas que coleccionaba Ares y un escritorio con papeles, mapas, planos y papiros.
Decidí entrar a la cocina, me gustaba cocinar con mi madre cuando teníamos para comer, hacíamos comidas extranjeras y otras las inventabamos.
Abría la alacena y saque ingredientes que pudieran servirme.
El menú de hoy era "Bougatsa" salada y dulce.
La bougatsa se elabora a base de capas de pasta de filo rellenas con una crema pastelera y para hacerlas saladas el queso o la carne picada eran buena opción.
Después de horas de cocinar, la cena estaba lista.
Mamá estaría orgullosa de mí.
Escuche pasos fuertes en dirección a mí.
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Amando a la Guerra.
RandomEl Dios Ares jamás podría imaginar lo cálida que se volvería su vida al lado de su mortal preferida. 🔥 Número 6 en #Ares 11-01-2022 🔥 Número 3 en #Zeus 11-01-2022 ❤️🔥 Número 1 en #Ares 06-04-2022