El Dios Ares jamás podría imaginar lo cálida que se volvería su vida al lado de su mortal preferida.
🔥 Número 6 en #Ares 11-01-2022
🔥 Número 3 en #Zeus 11-01-2022
❤️🔥 Número 1 en #Ares 06-04-2022
Llegamos al Olimpo, luego de meses de acampar en Argos, por fin recuperamos lo que nos pertenece a cada uno de los dioses, sin embargo aún había cosas que ordenar aquí.
Danae entro como la primera vez aquí, un poco insegura del lugar, sin embargo me encantó verla ir a la cocina, sin decir nada, supuse que lo primero que haría al llegar aquí era la razón por la cual me enamore de ella, al menos una de tantas razones.
-¿Te vas a ocupar?- pregunté
-Hare algo para tí.
Me recargue en una de las paredes de la cocina, para ver como la chica preparaba con tanta dedicación la masa, y cortaba todos los ingredientes que necesitaban cortarse para que todo quedará perfecto.
Esa dualidad que Danae tenía para ser una gran guerrera y una dulce dama al mismo tiempo, me encantaba, aunque la mayoría del tiempo siempre fue una guerrera, es decir, tuvo que serlo por las circunstancias.
Un llorido cerca de la puerta me alertó, volteando ví a Hera acercarse junto con su pequeño hijo, quien pronto cesó el llanto cuando su madre se encargo de darle calidez con su cuerpo.
-No quisiera regresar sola a...
-Descuida, pueden quedarse- interrumpí
-Solo será en lo que decidimos que hacer.
Y eso era precisamente lo que me preocupaba, dado que Zeus estaba en el Tartaro después de su derrota, alguien tenía que suplantarlo, sin importar a que volviera, tradicionalmente le tocaría a quien lo derroca, pero estamos claros en que Danae no podría.
Danae estaba siendo demasiado meticulosa a la hora de preparar la Bougatsa, no la culpo, entiendo que ella quisiera hacerlo especial, aunque me desconcertaba que no estuviera tan parlanchina como siempre.
-¿En qué piensas Danae?
-¿Tendrás que tomar el lugar de Zeus? Si es así ¿Viviremos dónde?- eran dudas válidas pero no quería responderle -¿Qué pasará con Hera? ¿Qué pasará conmigo?
Definitivamente sus preguntas eran demasiado importantes, pero me temo que en este momento todavía no tengo una respuesta, y para ser franco, me resulta agotador dirigir mi intención a todo esto, cuando lo único que quiero es vivir en paz con Danae.
-Lo resolveré pronto
-Deberas darte prisa- sugirió Hera -Tal vez una visita a tu padre resulte benéfica para tus decisiones.
Me tense, y podría sentir que Danae lo noto aún sin estar cien por ciento al pendiente de mí.
-Pero, después de comer- dijo sirviendo la Bougatsa en la mesa
Di un suspiro enorme de alivio, al menos tendría un par de horas antes de asumir una responsabilidad que según los últimos acontecimientos me pertenece.
Nos limitamos a degustar las fantásticas recetas que hacía Danae, cada bocado era una sensación explosiva y satisfactoria para mí paladar.
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No quería venir solo, sabía que estaría Hades aquí, sin embargo decidí llamar a Eros para que me acompañará.
Llegamos hasta donde habíamos resguardado a Zeus, un lugar oscuro y lúgubre, la luz entraba relativamente muy poco.
-¿Y cuál es el plan?- pregunto Eros
-No tengo un plan
-Que novedad- dijo burlesco
Llegamos a dónde se encontraba Zeus, me daba cierta incomodidad ver al Dios más temido del Cosmos, como un simple prisionero débil y desterrado, sin embargo la compasión no era una opción en este momento, el se lo había buscado con sus estúpidas y malas decisiones de querer ser temido en vez de respetado y adorado.
La reacción de Zeus fue la más inesperada, al vernos, no hizo más que correr hacia las rejas para hincarse ante ellas de golpe, peor que si hubiera visto a Cerbero frente a él dispuesto a devorarlo.
-Les ruego piedad- susurró con voz rota -Por favor hijo mío
-¿Solo soy tu hijo cuando dispones de mí y cuando estoy a punto de matarte?
Los ojos del Dios del rayo comenzaron a cristalizarse, no tengo idea de cuánto lo habrá torturado Hades, para empezar, no tengo idea de si lo hizo, o simplemente Zeus cree que merece redención y el perdón por sus acciones.
-Ahora no te ves tan temible- soltó Eros -Te ves insignificante, ¿Te gustó sentir que tú y Afrodita podían con todo? Vaya para de imbéciles.
Cupido seguía molesto con Afrodita, y era un enojo que jamás podría borrar de su ser, con Zeus era inexplicable, pero me imagino que se relacionaba con el hecho de que estaban dispuestos a repetirlo, esta vez matando a Danae.
-Les pido total perdón a todos y Ares, especialmente a tí
-No, no lo acepto- confesé -Pero necesito que me digas que pasará con el Olimpo si decido dejarte vivo
-Tu te harás cargo de él, te corresponde tras mi derrota
-Tecnicamente Danae te derroto- hablo Eros, abriendo una herida en Zeus a la que yo querría ponerle limón y sal
-Una mortal fue la causa de tu caída- escuché una voz profunda atrás de nosotros
Escuchar a Hades me hizo volver al momento en que Danae atravesó el cuerpo de Zeus sin pensarlo, todo con tal de salvarme a mí
-Suena justo- dijo cupido -Pensandolo bien, Ares debería hacerce cargo del Olimpo con ayuda de su valiente mortal
-Si, porfavor, Ares te lo ruego- suplicaba Zeus
Me quedé minutos en silencio, pensando, ¿Sería esto algo que debería tomar? Tengo que consultarlo.
-Te quedarás aquí, hasta que vaya a Delfos
El rostro de Zeus fue de tristeza aunque tenía un poco de esperanza en él, si no tenía planes de hacer algo malo, no tenía porque temer.
-Respeto tu decisión hijo, te esperaré pacientemente
-Vamonos- le dije a Eros quien me siguió sin dudarlo
-Pronto tu corazón estará totalmente completo- mencionó
Una sonrisa en mi rostro apareció, se refería a que Danae y yo vamos a complementarnos oficialmente.
-Espero que así sea, Cupido
-Me encargaré personalmente de eso
No puedo decir que me lo debía, sin embargo bien o mal siempre hemos estado el uno con el otro, en las buenas y las malas, pese a que no somos demasiado demostrativos entre nosotros, el cariño siempre ha estado presente en nuestra convivencia.
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