Amando a la Guerra.

Hermes, el mensajero

Hermes.

La comunicación es importante, no me refiero únicamente a chismes entre dioses o mortales, me refiero a cuestiones entre deidades que pueden afectar al futuro del Olimpo, como cuando la guerra se enamoro de una mortal.

Todo el Olimpo estaba en perfecto estado, ganábamos guerra tras guerra y Zeus era feliz, se le veía fuerte, entusiasmado e invencible, lastima que una simple mortal lo hizo lucir débil y como si su título del rey del Olimpo no valiera nada.

Lo veia desde las sombras, queria evitar ser visto, fue todo un reto entrar al inframundo sin que cerbero me ratreara, sin que Hades se diera cuenta; entonces Zeus estaba ahí, en las sombras, se le veia delgado, no habia pasado mucho tiempo, pero la falta de ambrosia y comida era la razón del porque su aspecto lucia así. 

—Te escucho respirar- dijo casi a susurros

—Vengo a verte—me acerque a los barrotes que nos impedían tener contacto físico —Te ves bastante jodido

—Eres un insolente Hermes, un mal hijo— odie cada una de sus malditas palabras

—Pero he sido tu hijo más fiel— escupí con rencor —El único que se quedó contigo y te siguió hasta este punto

—Tal vez necesitaba poner los pies en la tierra y darle mi puesto a otro más capaz, cómo Ares

Era una estúpida idea la que se le metió en la cabeza a Zeus, el no necesitaba poner los pies en la tierra, el rey del Olimpo no tendría porque mostrar signos de humildad y piedad, si no de valentía y ego, tal vez ahora estaba demente

—No estás bien para decidir cosas tan importantes, ¿Te parece que un bárbaro inestable es capaz de gobernar el Olimpo?— pregunté enfadado

—Me parece que tiene un buen remedio que lo ayuda a pensar con claridad— y por remedio se refería a la maldita mortal que nos trajo a todo esto

—Eres un idiota, no me importa que seas mi padre, te desconozco— me miró con tristeza pero no podía doblegarme—y si no eres capaz de gobernar tu, lo haré yo

—No podrás contra Ares

—No creo que sea tan fuerte si le arrebato a su juguetito mortal—Dije llendome de ahí

—Hermes, espera...— comenzó a decir Zeus —Hermes no seas estúpido...

Yo no era estúpido, Ares y Zeus jugando a la pelea familiar lo eran y la maldita humana creyéndose parte de nosotros, un maldito estorbo solamente.

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Tenía que ver de qué forma lograr mi fantástico plan, sin embargo, Ares no dejaba en ningún momento sola a su juguetito mortal, por lo tanto, debía aprovechar un momento en el que ella estuviera sola aunque sea un par de segundos.

Espere un par de días para actuar, es entonces que me di a la tarea de investigar que era lo que más ella amaba sin contar a su dios barbado, su familia.

Una carta amenazante en un buró sería una excelente carnada para que Danae estuviera en mis manos:

"Danae.

Reconozco tu valentía y tu triunfo, sin embargo el jugar con Dioses podría poner en peligro a lo que amas, o a quienes amas.

Que decepcionante para tu madre tener que estar aquí conmigo esperando su muerte solo porque su niña le quiso jugar a la deidad.

En fin, no soy vengativo, incluso te ofrezco redención, por eso, si vienes a las afueras del Olimpo, SOLA, pudiera considerar perdonarle la vida a la dulce de tu progenitora.

Con amor, Hermes".

Una trampa por supuesto.

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Vi a la chica caminar furiosa hacia mí, llegó pronto, con una espada y las botas de Ares, ingenua.

—Hola preciosa Mortal, ¿Cómo has estado?

—¿Dónde está mi mamá?— preguntó furiosa

—Me alegra que bien.

Comencé a caminar en círculos al rededor de ella, por primera vez intenté verla sin odio y pude entender porque había hecho tanto revuelo en el Olimpo.

Era bonita, y cada vez que la miraba con detenimiento me parecía hermosa, que lástima que ya nadie podrá verla tan reluciente cómo en este momento, tan ella, tan viva.

—¡Con un carajo Hermes, ¿Dónde está mi mamá?!— grito con coraje.

Me lleno de irá que me interrumpiera, y con rapidez la empuje contra un árbol tapandole la boca.

—¿Por qué no te callas?— dije molesto —Escuchame bien...¡Sorpresa, tu madre no está aquí!

Si sus ojos estaban llenos de irá pasaron a ser de sorpresa en menos de un segundo.

—Tengo dos opciones para tí, o te mato de una vez, o te mato mato enfrente de Ares.

Destape un poco su boca y la maldita aprovecho para morder mi mano haciendo que la quitara, pero solo sonreí.

—No te rindes ¿Verdad?

—No conozco las derrotas o el rendirme— contestó la muy modesta

—Lastima que te odié antes de que me gustaras— bufé —No puedo tenerte piedad a este punto

—El que me vas a rogar piedad eres tu— encajo la espada en mi pie con fuerza, grite de dolor.

—¡Maldito estorbo!— le grite tomándola del cuello contra el árbol.

—Her..mes, suelta..me— dijo con pesar y poca respiración

Que satisfacción sentí al ver a alguien tan bonita bajo mi control, así como lo está Danae ahora, tendré a toda Grecia y el Olimpo en la palma de mi mano

Sentía como la humana rasguñaba mis brazos, juro que ardían con cada rasguño, lo que provocaba que forzara más mi mano al apretar su cuello.

Danae se desvaneció, ví sus ojos encontrarse con los míos, pidiendo piedad antes de cerrarse y  soltar su cuerpo.

Ahora tendrán que buscarla, y el trueque podrá comenzar, si no es demasiado tarde para la humana.

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Holis, ¿Cómo están? Feliz 2023 ya los extrañaba pero ya tendremos tiempo de platicar luego❤️

¿Qué creen que plenee Hermes?

¿Danae resistirá a lo que suceda?

Leere sus comentarios ❤️❤️❤️