Amando a la Guerra.

Hefestos

ARES.

Hace décadas que no pisaba las tierras pertenecientes a la fragua, me acompañaba Hades, ambos dispuesto a hablar con Hefestos para que se uniera a nosotros.

-Dioses Olímpicos ¿Qué los trae a mis tierras?.

-Venimos a platicar contigo Hefestos.

-Que novedad, tienes la palabra Dios de la guerra.

Me acerque a su mesa de trabajo, dónde se encontraba realizado diversas armas para mis guerras.

-Hemos sido aliados con diferencias, pero te propongo terminarlas...tu esposa me está atormentando.

-¿A qué te refieres?- pregunto gruñendo entre dientes.

-Quiere asesinar a mi ninfa porque está celosa.

-¡NO PERMITIRE QUE MIENTAS SOBRE MI MUJER!- Hefestos se levantó y comenzó a empujarme hacia atrás -Tolere saber que se metía contigo de vez en cuando pero jamás voy a tolerar el que insinues que te ama tanto al punto de celarte por tu ninfa ¿ENTENDISTE?.

-No tiene caso Ares, le quisimos hacer un favor, esperemos no vuelva a nosotros cuando Afrodita este entre sábanas con Adonis.

Hefestos paro de golpe y miro a Hades con tristeza.

-¿Ella busca al joven Adonis?

-Si, pero en fin, vámonos Ares no tiene caso pedirle un favor a este pobre hombre engañado.

Camine hacia Hades con la intención de marcharnos.

-Esperen...

Vi como Hades sonreía después de escuchar la súplica de Hefestos.

-Yo...los ayudaré si me prometen que luego ella se quedará conmigo.

-Trato hecho mi estimado Vulcano- le dije a Hefestos extendiendo mi mano para cerrar el trato.

Las manos rasposas del Dios tocaron las mias estrechandolas con fuerza.

-Queremos el mejor armamento posible, pelearemos contra Afrodita y Zeus.

-¿Vas a repetir la historia de Cronos? Me encantará ver caer a Zeus.

-A mí también- dije con seguridad.

🗡️🗡️🗡️

Entre a la habitación y la ví acariciando su estómago que a penas dejaba notar un crecimiento en él.

-Ares, hijo.

-Todo saldrá bien, hablé con Hefestos.

-Espero las caderas de Afrodita no hagan que ese herrero nos traicione.

-Le cortó la lengua antes de que hable.

Me arrodille ante ella y comencé a acariciar su vientre, su piel era suave y tersa, ¿Quién podría creer que dentro de ella nacía vida?

-Espero el futuro sea mejor para Hércules- menciono emotiva.

-Lo será, le quitaremos al peor estorbo que puede tener.

Hera tomo mi mano con fuerza.

-Dejalo moribundo, pero promete que no lo matarás...

Quedé en silencio.

-Ares, tu eres mejor que él, promete que no lo matarás...porfavor.

La súplica me hizo sentir presión en el pecho, ¿Cómo decirle que quiero venganza? ¿Cómo decirle que no quiero tenerle piedad?