≛ ℂ𝕒𝕡í𝕥𝕦𝕝𝕠 4 ≛

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Rachel.

Llego a mi oficina, cierro la puerta para después sentarme sobre la silla mientras veo hacia afuera hay preguntas que me pasan por la mente «¿Qué estaré haciendo en el futuro?».

Antes de que muriera mi mamá le prometí que para mis veintiocho años yo estaría casada y con hijos, por ahora tengo veintidós años aunque dentro de unos meses cumpliré los veintitres y lo único que quiero es dedicarme a mi trabajo y mi familia «Mi padre y mis amigos». La verdad no tengo cabeza en este momento para pensar en formar mi propia familia.

Las horas cesan, mis ojos se van cerrando al paso de quedarme dormida, mi sueño se profundiza en un lugar que no es la central, estoy en la playa cuando de repente aparece una mujer de cabello negro y un hombre alto de cabello rubio oscuro; claramente se muy felices aunque algo me dice que el hombre le oculta un secreto después me quedo quieta al ver que esa mujer soy yo, estoy por ver el rostro del hombre alto de cabello rubio oscuro cuando me levanto de golpe.

Mi teléfono suena «Es Addison» no alcanzo a contestar por lo que devuelvo la llamada pero no contesta. Me levanto de la silla para ir a su oficina, toco la puerta y veo que está acompañada del coronel Guillermo. Ambos están muy cerca del otro y Addison está roja de las mejillas.

-¿Interrumpo?-pregunto.

-No. De hecho ya acabamos de hablar- contesta mirando al coronel.

-Sí, ya a-acacabamos... nos vemos luego, capitana Clo-clover-se despide de ella tartamudeando.

Por lo que me han contado de él no es amable con nadie y rara vez se despide de las personas.

-¿Tú y el?-comienzo a reir cuando se va-No creí que fuera tu tipo.

-No sé de que me estás hablando, solo estábamos conversando.

-Aja y yo soy la presidenta de Alemania.

-Mejor dime, ¿a qué bar iremos?

-No me cambies el tema -cruzo los brazos-mejor cuéntame, ¿qué está pasando entre ustedes?.

-Te lo contaré todo con unos tragos de tequila.

-Oh, ¿tequila? Yo me apunto -Lenna entra a la oficina.

-De hecho estábamos apunto de buscarte para invitarte a ti y a Verónica -dice Addison.

-Verónica no puede por ahora.

-¿Por qué?-pregunta Addison.

-Porque salió junto con la tropa del coronel Dwyer a detener a unos adolescentes que estaban vendiendo droga detrás de un supermercado.

-¿Y no llamaron a la policía?

Se ríe-La policía les compró hierba... tú dirás cómo es la situación.

-¿Y que esperamos? Ya vámonos ¡Me falta quitar tanto estrés con algo de tequila!- añade Addison.

Nos vamos de la oficina, tomamos el ascensor juntas, se abren las puertas y salimos del ascensor; presiento que nos vemos muy perras caminando juntas: Addison y Lenna por un lado y yo en medio de ellas.

Llegamos al bar y pedimos una botella de tequila con limones.

-¿Quién quiere dar el primer brindis? -inicia Lenna.

-Yo -Addison me señala con el caballito-¡Salud porqué la perra mayor está de vuelta!.

-¡Salud!-chocamos los caballitos, los bebemos y enseguida chupamos un limón con sal.

-Sigo yo -dice Lenna- Salud por las mujeres que no nos aferramos a los hombres estúpidos.

-¡Salud!-volvemos a beber.

Sombras Rojas  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora