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Aída RELISH

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Aída RELISH

Entramos a la tienda de joyas y me adelanté para pedirle a la señora que atendía que si me mostraba un kit de collar con aretes y brazalete. Me mostró y le hice un ademán a Arlet para que se acercara a ver.

Tomé un collar y me lo probé.

—Se me ve súper bien, ¿no? —Arlet asintió.

Me quité el collar y tiré tres pares de aretes a propósito pero hice que se viera como un accidente.

—Ay, perdón, mil sorry —levanté los aretes y metí un par de ellos, los más bonitos, a mi bolsa y los otros dos pares los puse de nuevo en la vitrina—. Lo siento, eh, no me di cuenta de que estaban ahí.

—No te preocupes —dijo la señora que me atendía.

—Falta un par de aretes —dijo una chica que trabajaba ahí y estaba a un lado de la señora que me estaba atendiendo. Al parecer se dió cuenta de que se habían caído tres pares y solo recogí dos.

Maldita.

—Probablemente se los robó —dijo y la chica me miro, esperando una respuesta.

—¿Cómo te atreves a llamarme ladrona? ¿Acaso no vez mi bolsa Gucci y cómo visto? —claramente le iba a dar su respuesta pero no la que esperaba— De verdad qué horror que me llames de esa manera, eh. Estoy indignada —tomé a Arlet del brazo y salí de la tienda con ella.

—¿Y ahora? —preguntó Arlet.

—Pues esa estúpida hizo que nuestro plan se arruinara, así que vamos por el plan B —dije y corrí a dónde se suponía que era la alarma de incendios.

Encendí la alarma tranquilamente y toda la plaza comenzó a ser un desastre. Arlet me miraba como si hubiera visto un fantasma. 

Personas corrían -¿acaso no les habían enseñado que no debían correr ni alarmarse en casos de incendio o sismos?-, otras preferían calmarse a sí mismas. Arlet me siguió hasta que estábamos de nuevo en frente de la tienda de joyas y con una patada logré romper el vidrio que funcionaba como puerta. Entré como si fuera lo más normal del mundo y tomé las joyas más lujosas y caras incluyendo el anillo que quería Arlet, hablando de ella, ella se había quedado afuera como en un estado de shock.

Terminé de robar y el caos en esa plaza iba de mal en peor, así que me dirigí al auto fuera de la plaza donde me encontré con Ayton y Alfie esperándonos. Subimos al auto y Ayton manejó a un estacionamiento un poco más lejos.

—¿Qué hiciste esta vez, Aída? —preguntó Ayton estacionando el auto.

—Robé una joyería —mencioné con tranquilidad.

—¿Con la alarma de incendios? —Ayton rió.

—La trabajadora sospechó primero de que me robé unos aretes y ni me dejó robar pacíficamente, así que lo tuve que hacer a mí manera.

—Empezamos bien en este lugar, ¿no, Arlet? —Ayton miró por el espejo retrovisor a Arlet.

—Supongo —respondió ella.

Bajamos del auto ya estacionado y le dije a Alfie que se llevara a Arlet a algún lugar en el que se tardaran mucho. Él obedeció y me quedé a solas con Ayton.

—¿Qué haremos con ella? Nuestro superior la quiere ver mañana en su oficina, y ni siquiera en la oficina principal, la oficina de su casa. No alcanzamos a llegar hasta allá en el auto —reclamé.

—Pues... —él desvió la mirada— Podemos comprar los vuelos para ir en avión hasta allá y llevarla rápido.

—Eso serviría pero hay que ver si hay vuelos hoy ahorita.

—De eso no te preocupes, yo lo hago.

—Tenemos dinero en la tarjeta de Alfie, lo podemos ocupar para pagar los vuelos.

—Tienes razón.

El silencio reinó durante unos segundos.

—Oye, ¿cuándo le vas a decir a Arlet? —la mencioné y su mirada se iluminó levemente, pero sabía que no lo admitiría tan rápido, su orgullo era más grande.

—¿Decirle qué?

—Ay, no te hagas el que no sabe, se te nota claramente que te gusta.

—¿Tanto así? —él seguía serio.

A él nunca le había gustado hablar del amor o cosas así, decía que eso serían siempre cosas más privadas.

—¿Lo negarás? ¿Cómo siempre?

—¿Por qué no mejor vamos con Alfie y Arlet? —pronunciaba el nombre de ella como con más delicadeza.

Cuando nuestro superior nos mandó a esta "misión" nos dijo su nombre pronunciado con un toque inglés. Yo y Alfie lo pronunciamos de manera diferente pero Ayton lo seguía diciendo con el tono inglés.

—No se nota tanto, pero te conozco y para mí, se nota bastante.

—Vámonos —me tomó del brazo para caminar por donde se había ido Alfie pero me solté en un movimiento brusco.

—La vas a perder si no le dices, que yo sepa, no han interactuado tanto, ni siquiera se conocen.

—¡Ella no es para mí! ¡Si nuestro superior supiera que me gusta me mata! Y en sentido literal.

—¿En serio eso es lo único que te frena?

—No, ella es demasiado, ¿sabes? Estamos hablando de la persona que probablemente tenga un lazo familiar con un asesino en serie buscado por medio mundo, no puedes saber lo peligrosa que ella puede ser. Porque normalmente cuando manda a alguien a traer sólo quiere su cabeza, no creo que sea una persona X.

—Cuando vió morir a esa chica se veía aterrorizada —me encogí de hombros.

—¿Qué tal si solo estaba actuando?

—Eres experto en leer el lenguaje corporal de cualquier persona, Ayton, ¿dudas de una simple chica que te gusta?

—No es solo una simple chica, te dije que no podemos saber lo peligrosa que es.

—¡Por Dios! ¡Ya deja de pensar en esas estupideces! Tú también eres peligroso y aún así hay más del sesenta por ciento de probabilidad de que le gustes.

—No está comprobado.

—¿Por qué no mejor te acercas a ella y hablan más? Tienen que conocerse. Tienes que conocerla, usar tus habilidades para saber si en realidad le gustas y lo podrás comprobar por ti mismo.

—No tengo el valor, ¿nos vamos?

—Eres estúpido por pensar que no le gustarías a ella, ¿sabías? Cualquier chica le encantaría tenerte de novio, excepto yo, claro está.

—Si ignoráramos el echo de que eres mi prima, de igual manera me conoces más que nadie y piensas eso de mí, ¿qué pensará Arlet?

—No lo sé, deberías preguntárselo a ella, no a mí.

—Y... ¿Y si tú le preguntas por mí?

—No haré eso, Ayton. Debes aprender a hacer las cosas tú solo.

— ¿Entonces para qué sacas este tema de conversación? —lo miré como si lo estuviera regañando— Bien.

Y esta vez, logré que abriera sus emociones... un poco. Espero que Arlet sepa manejarlo mejor.

Siempre Existió © #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora