Aterrizando en tu Corazón (MICHAENG)

Capitulo Final

Fue casualidad o destino, ella no lo sabía con exactitud, solo sabía que bastó un fin de semana, un par de miradas y sonrisas, una conexión y un beso para enamorarse.

Se enamoró de quien jamás lo imaginó, en el lugar menos pensado, pero aún así lo hizo.

Bastó un fin de semana para iniciar una linda historia de amor que a pesar de las circunstancias siguió adelante y de nuevo este día tendrían otra prueba que superar y es el regreso de Mina a Japón por un tiempo indefinido.

—Prométeme que no desaparecerás de nuevo.—Y ahí estaba Chaeyoung aferrada al cuerpo de Mina con el temor de no volverla a ver.—Prométeme que te volveré a ver de nuevo amor... por favor...—Suplicó en vuelta en lagrimas la chica.

—Bebé...—Con cuidado Mina se separó de ella tomando su rostro entre sus dos manos—te prometo que volveré a ti y te prometo que esta vez no voy a permitir que nadie se meta en nuestra relación.—Una dulce sonrisa le regaló al mismo tiempo que limpiaba las lagrimas de Chaeyoung en el interior del aeropuerto.

—T-Te voy a extrañar.—Entre hipidos Chaeyoung habló empuñado el abrigo de Mina entre sus dos manos como si temiera que el viento fuese a llevársela en cualquier segundo arrebatándola de sus manos.

—Le sé, lo sé...—Un beso depositó en su frente—Créeme que yo te estaré extrañado el doble, pero en cuanto pueda venir a verte, lo haré.—Le aseguró intentado no llorar también. Su corazón estaba doliendo como un demonio en su interior.

—¿Pue-Puedo ir a visitarte yo?—

—Por supuesto que si mi amor.—Sonrió emocionada ante la idea.—Claro que puedes.—Tantas cosas y lugares que Mina podría mostrarle a Chaeyong en Japón, de solo pensarlo deseaba que los días pasaran rápido para así tenerla allá.

—¿Tu crees que a tus padres no les moleste?—

—Lo que ellos digan no me va a importar. Yo te amo y eso tendrán que entenderlo.—Le aseguró con firmeza—Así que puedes ir a Japón cuando quieras. Mis amigas estarán felices de al fin conocerte.—Claro que estarían felices excepto Momo que aún estaba enojada con ella por causarle dolor a Mina aunque no fue su culpa del todo.

—Iré. Te prometo que iré a verte lo más pronto posible.—

—Estaré esperándote.— Mina dijo antes de acercase a ella, tomar sus mejillas y besarla de la manera más dulce que pudo. Un beso lento para así permitirle recorrer cada milímetro de su boca por última vez. Chaeyoung no pudo contener sus lagrimas y en medio del beso sus lagrimas cayeron de nuevo. —Ya... ya debo irme...—Susurró la japonesa pegando su frente con la de ella.—Ya no llores por favor...—De nuevo sus lagrimas limpió—No olvides que te amo con toda mi alma, ¿Si?—Le recordó mirándola a los ojos—Te... te veré después.—Con el corazón hecho pedazos finalmente la soltó y de ella comenzó a alejarse.

—Te.. te amo.—Balbuceó y Mina con maleta en mano una triste sonrisa le dedicó antes de darse media vuelta e irse.
Estaba segura que si seguía mirándola rompería en llantos también y no quería eso, no quería entristecer más a Chaeyoung. Una de las dos debía ser la fuerte. Esta vez ella lo sería.

—¡Mina! ... ¡Mina!—De pronto su nombre escuchó deteniéndola. Al voltearse sonrió al ver que Chaeyoung venía corriendo hacia ella esquivando personas a su paso.—¡Espera!—

—¿Que pasa bebé?—Preguntó en cuanto tuvo a una Chaeyoung jadeante frent a ella.

—Yo... yo quería... preguntarte algo antes de-de que te vayas.—Sus manos tomó entre las suyas.

—Que?—

—Sé que no es el lugar indicado—A su alrededor miró—pe-pero Yo... Yo...—Los nervios dijeron presente.