Visitas de Guinevere

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Han pasado casi 6 meses desde mi partida del reino de Moniyan... después de los primeros 3 meses pasados de mi expulsión, recibía las visitas de Guinevere por así decirlo. Ella podía observarme gracias al hechizo que nos conectó, este también se lo había aplicado a su hermano Lancelot y el hechizo tiene la posibilidad de poder mostrar y revelar la ubicación del huésped al que se le aplica; al principio me resultaba algo aterrador e incluso me molestaba un poco, pero al ser Guinevere de la que se trataba no le di mucha importancia.

Cuando Guinevere me visionaba yo procuraba estar en lugares con las mejores vistas posibles: jardines llenos de flores, lagos en medio del bosque, playas en donde el atardecer parecía una escena interminable y típicas colinas como a las que alguna vez llegue a llevarla.

Sabía que al ser desterrado de la casa Paxley, también perdería la posibilidad de ir a la academia de magia para visitar a Guinevere. Por lo tanto, lo máximo que podía hacer para que ella explorara el mundo, era que lo vea a través de mis ojos.

Lo último que supe de ella fue que regreso al castillo de los Barroca junto con su familia y su hermano, que finalmente había regresado. El matrimonio había sido cancelado gracias al regreso del hijo mayor de la familia Barroca, Lancelot, quien haría que muchas familias nobles estén dispuestas a crear lazos con ellos con el fin de protegerse mutuamente.

Las primeras semanas fuera del reino de Moniyan fueron todo un desafío, vague durante varios días en las profundidades del bosque con el fin de encontrar algún tipo de refugio o lugar seguro, los monstruos de la jungla yacían en diferentes puntos por lo que me impedían usar mi velocidad sin ser descubierto.

No sabía a donde ir, la desesperación y tristeza se apoderaban de mi cada vez que recordaba las palabras de mi hermano o el simple hecho de que nunca más volvería a ver a Guinevere.

Aun fuera del reino algunos miembros de la familia Paxley le han puesto precio a mi cabeza, haciendo que varios cazarrecompensas me sigan la pista intentando darme caza. La mayoría terminaba perdiéndose a la mitad del bosque al intentar escapar de las múltiples criaturas que los acechaban. Otros simplemente no tenían la oportunidad de verme lanzar mis múltiples espadas hacia ellos.

Me alimentaba de algunos animales que cazaba y sobrevivía con la poca agua limpia que encontraba. Después de que las cosas se apaciguaran, logre llegar a donde jamás ningún Paxley se atrevería a buscar; una ciudad cuyo ambiente siempre era hostil y las personas más viles se ocultaban.

Ahí fue donde mis aventuras comenzaron...

...........

Extraño: Bienvenido a Los Pecados viajero -dijo mientras se abría el abrigo-

Gusion: ¡Aah! -grite volteando la mirada para no verlo- ¡¿Qué diablos estás haciendo?!

Extraño: ¿Vez algo que te guste?

Gire mi cabeza para y mirarlo de frente, el sujeto en realidad era un mercader enseñándome sus múltiples baratijas; la mayoría eran robadas.

Gusion: Uff, creí que eras una clase de exhibicionista

Extraño: ¿Estás hablando en serio? Vete a la mierda... -dijo irritado para después irse-

La gente aquí tiene muy mal carácter...

Caminaba por las calles transitadas de la ciudad, gente se encontraba tirada en las banquetas y otras se peleaban por dinero robado.

Gusion: ¡Ouh! ¡Yo, lo siento! -dije cuando me topé con alguien, pero este solo siguió su camino rápidamente- Mierda... acaba de robarme...

Inmediatamente comencé a seguir al sujeto sigilosamente procurando que no me viera, transcurridos unas cuantas calles este entro a lo que parecía ser su guarida.

?: ¿Conseguiste algo Dexter? -¿Está hablando con un mono?-

Dexter: (Chillar)

?: No te preocupes, algún día dejaremos de este lugar... -dijo achicopalado- ¡Oye, mira lo que conseguí! De seguro esto vale mucho dinero -dijo mientras le mostraba a su secuaz mis dagas ceremoniales-

Gusion: Creo que eso es mío... -dije mientras entraba en escena-

?: ¡¿Quién eres tú?! -preguntó aterrado-

Gusion: Las preguntas las haré yo -dije mientras mis dagas se elevaban para dejarlo sin escape- Ahora dime, ¿Por qué no debería matarte?

?: ¡¿Quieres dinero? ¡Yo puedo conseguirlo!

Gusion: No creo que chantajearme sea de ayuda -dije mientras acercaba mis dagas aún más cerca de el-

?: Por favor, no quiero morir así... -dijo suplicando-

Algo en mi me impidió matar a este tipo, aun siendo el un ladrón no merecía la muerte, aunque tampoco merecía la libertad. Baje mis dagas lentamente sin bajar la guardia.

Gusion: Si vuelvo a verte... ni siquiera tendrás la oportunidad de mirarme...

Una vez libre, el ladrón tomo al mono y salió corriendo del lugar. Ver lo que tenía que hacer la gente en este lugar me daba un sentimiento de tristeza, me hizo ver que tan mal esta el mundo en donde vivimos.

En medio de la habitación el silencio y la soledad se apoderaron del lugar, lo que una vez llego a ser la guarida del ladrón ahora seria mi refugio temporal. Una vez más, comencé a sentir aquella sensación que me llenaba de intriga y curiosidad; ¿Cómo puede el hechizo ser tan poderoso?

Gusion: Hoy has llegado mas temprano de lo normal, ¿me extrañabas? -dije al vacío sabiendo que Guinevere me vigilaba- Espero no hayas visto eso... no quiero parecer un abusivo aprovechado como el resto de las personas en este lugar.

Comencé a trepar y saltar por los tejados de las viviendas y edificaciones que había en la localidad, con la finalidad de llegar a uno de los edificios más altos de la ciudad. Al llegar me senté a mirar y apreciar el sin fin de personas que desde la altura de donde me encontraba, lucían como pequeñas criaturas vagando por las calles de la ciudad.

Gusion: Bienvenida a los pecados Guinevere...


Continuara...

Entre los pétalos y las espadas (Gusion x Guinevere)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora