Siempre tú. Sheo.

Capitulo 7

Shailene

¿Cómo es posible que haya dormido después de esa pesadilla? ¿Cómo es posible!? Me levanto del suelo, donde Theo sigue dormido. Amanecí con su brazo rodeándome la cintura y yo con la cabeza en su pecho. De dormir en su hombro y el con sus manos en su regazo a esto, ¿Cómo ha pasado?.

Tengo que ir a la ducha, en mi, es un hábito cotidiano.

Prendo el celular y veo que son las 6:30am , creo que hasta la hora también.

La verdad si he dormido muy bien, pero no se que ha pasado, antes intentaba dormir y no podía, quizás fue el viaje.

Abro el grifo de la regadera y en lo que espero a que se haga calientita el agua, me quito la ropa. Tengo suerte de que nadie se levanté a esta hora.

Entro a la regadera y dejo que la corriente de agua baje por mi cuerpo y disfrutando el momento.

Me siento algo más...natural? Como sí ya no tuviera el peso encima de mi. Le conté todo a Ethan, lo cual es un alivio y aparte tener un amigo en quien confiar. Pero la verdad no se sí Ethan fuera mi amigo, ayer me atreví a besarlo. Y lo mejor es que me ha gustado.

Sonrió solo en pensar en ese incómodo beso.

Salgo de la regadera y trato de cambiarme, en la bolsa que traje puse cepillo de dientes, pasta, una mascarilla la cual no puedo usar en público, unos calcetines, y una simple camisa blanca.

Hago una mueca, necesito unos pantalones. Me pongo la camiseta blanca y me peino el cabello.

Derrepente escucho el silbido de una señora que parece que es de limpieza, y mejor le pregunto a ella si tiene pantalones.

-Disculpe..? -la llamo

-¿Diga?

-Tiene pantalones como para mi? Se me ha olvidado traer unos...

Le he preguntado sin ponerme la toalla en las piernas, ando con la camisa que no me alcanza a cubrir todo y pues, se ven mis calzones color negros. Todo lo que uso es de marca, así que no me importa. Pero bueno, soy mujer y ella también!

-Si, la ropa se las iban a dar por cortesía también.. Déjame traerte unos...negros.

-Gracias. -me vuelvo al espejo y empezar a aplicarme algo de rímel en las pestañas, no me pienso maquillar, porque me podría manchar ya que hoy son las actividades de la escuela.

La señora vuelve y me entrega unos pantalones doblados y los deja arriba del lavabo. Le doy las gracias y ella se retira.

Me mido el pantalón y me ha quedado de maravilla, son flexibles y muy cómodos, no son mallas pero no son pantalones, estoy segura de eso.

Me fajo la camisa y me pongo una pequeña diadema en el pelo, de color negra.

Me pongo los tenis de ayer y vuelvo a la cama.

Theo sigue dormido en el piso, y reprimo una pequeña risita en mi. Ayer hasta dormí cómodamente, olía súper rico él.

Tiendo lo que supuesta mente esta mal tendido en mi cama y decido salir de la cabaña, no puedo estar ahí sin hacer nada. No me traje un libro para leer, o mi cámara. Oh! Tengo mi celular, saldré a tomar algunas capturas de afuera.

La brisa de esta mañana envuelve mi cuerpo; hace un pequeño frío, pero es de mañana y estamos a otoño.

Los árboles de aquí están tan vivos, tan jóvenes, tienen un espectacular color en las hojas. Se mueven a como el viento ruge.

Mi nariz en este momento debe de estar rojiza, creo que el minúsculo frío lo hizo congelarse.

Caigo en cuenta de que es un bosque, conrrazón tan cuidados.