Siempre tú. Sheo.

Capitulo 58

Theo James

Lo más espectacular de esto, es que Noruega se pone genial cuando se trata de fiesta en la noche.

Nos invitaron a una casa de una fraternidad. Mis dos amigos se metieron a la maldita casa, dejándome solo con Kelly. Que sin ofender, ya me tienen arto sus chiflasones. Prefiero estar solo.
Ella me convenció de pasar un rato mañana por la mañana, porque le dije que estaba ocupado en la tarde. Kelly aún no sabe que me voy, piensa que me iré con ella, porque cree que estoy a sus pies locamente enamorado.
No preciosa, yo solo estoy enamorado de una sola persona, a la que creo que me odia con toda su alma.
Y ese era mi más grande error, pensar en ella. ¿si me hace daño, porque no me alejó?
Porque no se puede olvidar como si fuera un trabajo, un nombre, una cifra...pero no, no se puede borrar los recuerdos de un día para otro, y más, cuando estas completamente enamorado de una persona. Y en mi caso, era Shailene.

Ahorita ha de estar en la fiesta de Alemania, o en unas cuantas horas presentarse a esa fiesta. Donde abra miles de chicos feos, alcohol hasta reventar, y como es ella, se dejará llevar por la fiesta. Y deseguro por algún imbécil que se quiera aprovechar de ella.
-retiro esos pensamientos-.

-¿Theo, estas bien?-la voz de Kelly me saco de mis pensamientos.

-Amm, si cariño. ¿vamos por una copa?-le sonrei. Ella tomo mi mano y me condujo hasta adentro.

Traigo un traje completamente negro, sin corbata. Mi barba esta algo visible, pero sensualmente arreglada. Kelly, por otro lado, una floja falda negra con un top rojo vino, y unos horribles tacones negros. ¿Cómo es que le sigo el cuento?
-Porque trataste de olvidar a...-.
No...Porfavor no digas su nombre.
-¿qué no diga Shailene?, oh, ya lo dije-.
Adiós maldita conciencia.

Kelly me pidió que me esperara en la barra mientas iba al baño.
-Por mi vete a la mierda, querida.-murmure cuando ya se había ido.

-Huuy, ¿Pasándola mal?-un hombre, aparentando 23/24 años se presenta a mi lado. Un vaso de whisky en sus manos, con una sortija en su dedo.

-Huuuy, creo que es lo que tu dirías si te lo preguntara.-miro sus ojos cautelosamente.
Pido igual, un whisky.

-Sabes, te daré un consejo.-le dio un trago a su bebida y soltó un suspiro-. Ten cuidado de quien te enamoras, ten cuidado de a quien eliges, y recuerda..., un error marcara tu vida.-me mira.

-¿No lo dices por tu anillo, o si?-fruncí el ceño.

-Ni se porque lo traigo puesto.-se lo quita y lo pone sobre la barra.

-Es lindo.-comente.

-Y una gran mierda.-opina.

-¿Qué te pasa?

-Me case con alguien que pensé que amaba con toda mi vida, y resulta que esta relación nunca duro. Yo quería casarme con ella, y solo pasando una semana, empezó la peor parte de mi vida. Uhg, tengo pavor a las mujeres casadas.

-¿a qué tipo de problemas?

-Discutir, ignorarnos, celos...-empieza-, y por eso te aconsejo, no te cases hasta estar seguro que tienen un futuro asegurado.

-No planeo casarme.-conteste. Y, pasando esto, con mucha más razón.

-No viejo, lo harás. Estarás ciegamente enamorado, locamente ciego enamorado, harías lo que sea por esa persona que te hace feliz, y al momento de decir acepto, es cuando todo cambia, tu vida se vuelve muy empalagosa, querrás o extrañarás tu libertad... Aveces si no escoges bien lo indicado, refiriéndome a una mujer, le tendrás miedo. Se enojara por cualquier estupidez que hagan, y no son de las que se enojan y a los cinco minutos ríen y dice "lo siento", su orgullo y dignidad es primero.