16: Deseo (Parte 2)

745 56 24
                                    

El rubio permanecía oculto, el dolor de sus piernas aún no se desvanecían del todo así que solo le quedaba esperar hasta recuperarse lo más que le fuese posible, desgraciadamente el efecto del alcohol se hacía cada vez más fuerte y el sueño desde luego que comenzaba a hacerse presente.

Repentinamente una luz le golpeó directamente al rostro, era evidente que estaban iluminandole con una linterna, como pudo logró levantarse a medida que escuchaba unos pasos acercándose, Toni al no querer rendirse tan pronto trató de continuar corriendo no obstante ni siquiera logró salir del callejón puesto que sus piernas tambalearon y causaron que el chico cayese al suelo nuevamente.

Una sonrisa maliciosa se formó en los labios del observador quien arrojó su cigarro contra el piso y se plantó a un lado del rubio quien intentaba ponerse de pie inútilmente.

- Que grosero de tu parte irte de esta forma - pronunció el pelinegro - estábamos por tener un momento muy agradable y tuviste que arruinarlo

- Maldición... - el rubio estaba por lograr levantarse cuando repentinamente el hombre pisó su espalda con fuerza, de tal manera que el rostro del rubio se estampase nuevamente contra el suelo - ¡Agh! Hijo de puta...

- Shh cuidado con esa boquita princesa - el hombre retiró su pie de la espalda del chico y procedió a inclinarse tan solo para sujetarle el rostro con fuerza - ¿Por qué huiste? Es decir si ibas a intentar escapar... Al menos hubieras terminado tu trabajo ¿Quien diría que el jefe de una mafia tan molesta resultó ser una simple zorra que se mete con cualquier hombre?... Deberías aprender a cerrar las piernas un poco ¿No crees?

- ¿Qué es lo que quieres?

- ¿Yo? Bueno... Quiero muchas cosas pero entre ellas, algo que tiene que ver contigo princesita - el hombre liberó su agarre para enseguida colocar las esposas en las manos del chico por detrás de su espalda

- No... Espera - el rubio fue tomado por el pelinegro haciéndole ponerse de pie

- ¿Listo para aceptar tu condena? - cuestionó el hombre con una expresión de seriedad

- Yo no... - el rubio no sabía que hacer se sentía demasiado asustado, jamás pensó que sería atrapado de aquella forma

Jack comenzó a avanzar con el rubio, podía darse cuenta de lo asustado que estaba, básicamente podía verle temblar, el pelinegro sonrió nuevamente al verle tan vulnerable, sin embargo antes de poder salir de aquel callejón, se decidió por una gran oportunidad, rápidamente las manos del hombre dieron un empujón al italiano contra la pared.

- Escucha con atención - habló el hombre al sujetar nuevamente el rostro del chico - te voy a dar una oportunidad

- ¿Oportunidad de qué? - cuestionó el italiano con el ceño fruncido

- Podría perfectamente entregarte ahora mismo y que te hagan pagar por tus estupideces o por el contrario... Podríamos llegar a un acuerdo en el que te liberarías de esto en cierta forma... Pero a cambio me harías un favor ¿Qué dices pequeña?

- ¿Qué quieres?

- ¿No lo sabes? - pronunció el hombre al acariciar suavemente las mejillas del rubio

- ¿Quieres acostarte conmigo?

- Me lo debes... Tú ibas a entregarte a mi, así que más te vale que me cumplas

La mirada del rubio mostraba enojo, era una propuesta bastante sucia de parte de aquel sujeto, sin embargo tampoco quería ser atrapado.

Los minutos fueron pasando, el rubio se encontraba recostado en los asientos traseros del vehículo de Jack, sus ojos estaban vendados y sólo podía escuchar como el hombre aquel hablaba por radio con quienes suponía que eran sus compañeros.

Dañino (Algún Día Voy A Corregir Esta Cosa Jaja) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora