19: Deseo (Parte 4)

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La fría mirada del pelinegro se encontraba fija en su presa de cabellera rubia, el joven estaba haciendo un estupendo de trabajo ahí abajo, lo cierto era que aquella noche de tan buen sexo había sido tan placentera para el mayor que simplemente tuvo deseos de una buena mamada matutina, increíblemente resultando contrario a lo que imaginaba, el chico accedió a tal acción.

Jack gruñía por aquella sensación tan placentera provocada por la cálida y húmeda boca del chico rodeando su miembro, succionando con suavidad a la vez que sus dedos acariciaban el tronco con delicadeza.

- Se te da de maravilla chupar una buena polla, princesa - mencionó el hombre ganándose una mirada asesina por parte del joven

Los dedos de Jack se ubicaron en las mejillas de Toni, eran suaves y cálidas, eso provocaba un pequeño impulso de presionarlas con delicadeza, aquellos ojos azules le miraron fijamente durante un par de segundos, tiempo suficiente para cautivar a aún más al despiadado hombre, era una situación que nunca imaginó tiempo atrás.

El hecho de que Jack se hubiese interesado en un criminal de forma tan pasional, parecía una broma de mal gusto para su persona, sin embargo pasó, aquella misión de vigilarle exclusivamente a él durante tantos meses causó cambios importantes en él, ni siquiera recuerda el momento exacto, el momento en que dejó de ver a aquel joven como un puto criminal al que debía atrapar o matar si fuese necesario, a simplemente ser presa de sus deseos carnales.

Fue tan confuso para Conway, según el sentía repulsión ante el chico al principio, después de todo un mafioso siendo el contexto que fuese era escoria y como la buena escoria debía eliminarse, no obstante mientras más le miraba, mientras más le escuchaba aunque fuese desde la distancia o tal vez desde un cuarto donde revisaba horas y horas de cámaras y audios de micrófonos, ese odio se fue transformando en simplemente deseo.

El deseo de tomar a ese joven y hacerle rogar en la cama, era extraño pero se hizo costumbre guardarse algunas fotografías para si mismo y no incluirlas en sus reportes que enviaba, pues había notado lo atractivo que su presa era, lo bien que lucía su cuerpo en ciertos momentos en los que el joven usaba poca ropa, como cuando salía al gimnasio o también los momentos en los que se arreglaba para aquellas reuniones con el resto de gente que Conway odiaba, gente del mismo círculo criminal.

Con el tiempo aprendió a amar las sonrisas del chico, apreciar cada una de sus expresiones o el humor que este manejaba, no obstante también aprendería lo que eran los celos.

Celos de ver a su presa rodeado de tantos hombres, sujetos los cuales se notaba que tenían dobles intenciones, pero claro el rubio era demasiado ingenuo para percatarse de la mirada lasiva de aquellos tipos, al fin y al cabo Conway sabía reconocer a la perfección ese sentimiento en otros.

El rubio cerró los ojos con fuerza al sentir la mano de Conway sujetarle de la cabeza y empujarle para que pudiese recibir su esencia, el mayor había tenido suficiente para alcanzar el clímax, su agarre se liberó a lo cual el chico se apartó de aquella posición, son el dorso de su mano fue limpiando los restos que habían quedado en sus labios, todo ello ante la gran sonrisa del causante de aquello.

- ¿Quieres tomar un baño? - pronunció el hombre al deslizar sus dedos nuevamente por las mejillas del rubio

- Por supuesto, tengo que irme de una buena vez - el joven apartó la mano del contrario

- Vamos a por el baño entonces

El hombre rápidamente se levantó de la cama, sin dudar sujetó al rubio en brazos con dirección al baño, no era por ser bueno si no más bien era porque sabía perfectamente que el pobre chico no podría hacerlo todo por si mismo.

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⏰ Última actualización: Jan 20, 2022 ⏰

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