Llegué al salón donde me tocaba mi primera clase. Tome asiento a la par de Emma, la cual siempre llega antes que yo.
— Buenos días, Ada. ¿todavía con la costumbre de llegar tarde? —. soltó una pequeña sonrisa, mientras acomodaba sus libros.
— Todavía es temprano, lo que pasa es que a ti te gusta llegar como una hora antes. — protesté.
— No exageres. Sabes que lo hago porque vivo lejos y no me gustaría llegar tarde por el tráfico.
— ¿No será que llegarías tarde porque conduces como tortuga? — Pregunté con una ceja arqueada.
— No te burles. Es más, deberías agradecerme por guardarte un asiento todos los días. — me miró un poco indignada. Pero yo sabía que realmente estaba aguantando la risa.
— Vale, gracias por guardarme un asiento. — volteé los ojos y ella sonrió-Por cierto, a la hora del almuerzo tengo que ir a la facultad de ingeniera. Te lo digo para que sepas y no me esperes en la salida. — observé que fruncía un poco el ceño.
— ¿A la facultad de ingeniería? — preguntó y yo asentí —Pero Mia no vino hoy a la universidad, Ada. Creo que olvidaste que está enferma y no vendrá hasta mañana.
— No iré por Mia. Derek quedo en darme algo hoy y tengo que ir a buscarlo —La comisuras de sus labios comenzaron a levantarse para dedicarme una gran sonrisa.
— Vaya, parece que alguien a estado de traviesa. —subió y bajo sus cejas rápidamente— No sabía que te gustaran los mayores.
— No me gusta y solo me lleva dos años-le puse mala cara, sin embargo, su sonrisa no se borró de su cara.
— Es lo mismo, andas con uno de tercer año.
— Ya te dije que no ando con él, es solo mi amigo.
— No pierdas tu oportunidad de disfrutar de semejante hombre. Hazlo por todas las que no podremos tener a alguien así. — hizo como si se limpiara una lagrima y yo comencé a reír.
— Basta, Emma. Es solo mi amigo. — sonreí y noté que el profesor estaba entrando al salón.
— Por si no sabías, las relaciones empiezan por la amistad. — comentó antes de que el profesor empezara con la clase.
******
Después de algunas horas, la clase termino. Me despedí de Emma, y empecé a caminar para buscar a Derek.
Llegué al lugar donde lo vi por primera vez y note que apenas iba saliendo de uno de los laboratorios. Todavía llevaba puesta su bata blanca, y no sabía cómo rayos eso podía hacerlo ver más atractivo. Estaba hablando con el chico moreno con el que se había ido el otro día, mientras empezaba a quitarse la bata. El chico moreno le dijo algo y al instante Derek volteó su mirada hacia donde me encontraba. Me sonrió y noté como se despedía rápidamente del otro chico, antes de caminar hacia mi dirección.
—Señorita Ayers. —sonrió ampliamente, mientras se acercaba a mí—, Creo que me está gustando más de lo que debería verla esperarme por segunda vez. —habló con diversión.
— Ya sabes, me gusta ser considera con los demás. — ambos sonreímos y él se alejó un poco de mi para darme espacio.
— ¿Todavía te queda alguna clase? — preguntó
— No. Esta era mi última clase del día, ¿por qué lo preguntas?
— ¿Te gustaría ir conmigo a otra parte? —cuestionó con amabilidad.
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Queriendo más
Teen FictionPara Adalia Ayers, el conformarse era parte de su vida, prefería callar y aceptar todo lo que pasaba a su alrededor. Prefería que nadie se enterara de sus problemas y optaba por aparentar serenidad. En su primer año de universidad todo cambiaría, co...