La boda

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Sirsy Karkarov

Pasaron algunos días desde la batalla de los 8 Potters, hoy es la boda de William Weasley y Fleur Delacour.

Estoy tan feliz por ellos.

Bill es esa tipo de persona a la cual puedes contarle lo que sea y él jamás te traicionaría, él siempre sabría como llegar a un acuerdo y siempre te ayudaría.

Admito una cosa.

Cuando mi padre me trajo con los Weasley tuve un crush con Bill, ese tipo de enamoramiento de una semana.

Si, todo un galán.

Y ahora será su boda, se lo merece.

Compré un vestido color verde oscuro, pegado y corto.

Tal vez no sea el tipo de vestido que muchas personas usarían para una boda, sino más para una fiesta como las que solíamos organizar en las salas comunes, pero es un vestido elegante.

Lo acompañaré con unos tacones de aguja negros, me aumentarán varios centímetros lo cual me ayudaría bastante ya que no llego ni al 1.55 metro.

No me maquillaré mucho, y me dejaré el cabello sobre los hombros.

Salí de mi habitación aún con pijama y fui por un vaso de agua.

—Hola, Georgie.—sonreí.

Él estaba recargado en el lavaplatos, tenía su cepillo de dientes en el hueco de lo que antes era oreja, agarraba una taza con su mano, una venda que le pasaba por la cabeza ya que solo unos días antes había ocurrido lo de "tengo agujeros Fred"  y ya traía puesto su traje, una camisa de vestir color morada con puntos blancos, arriba de ella un chaleco morado, una corbata de un color morado más claro, unos zapatos y un pantalón de vestir negro, solo faltaba que se colocara el blazer pero todavía era temprano para eso.

—Que guapo te ves.—sonreí sirviéndome un vaso con agua.

—Suelen decírmelo.—dijo sonriendo de lado y después se carcajeó.—na, broma, gracias Sisy.

Sonreí.

—¿Que haces aquí?.—pregunte dando un sorbo de agua.

—Acabo de presenciar como Potter vistió y besó a mi hermanita.

Escupí el agua y manché un poco su chaleco pero no me importo por el asombro.

—Si, él le subió la cremallera y después se besaron.—apretó los labios.—lo mire como diciéndole "te estoy viendo, lastimala y te jodes".—sonrió.—podré no tener una oreja pero tengo dos brazos muy fuertes dispuestos a defender a mi hermanita, como ha pasado el tiempo.

—Potter la quiere, se le nota.—sonreí.—él no se atrevería a lastimarla.

—Eso espero.

—Oh, perdón por lo del agua, pero ya sabes... la emoción.

—No importa, fue poca agua y faltan horas para la fiesta.

Agarre un pedazo de papel y comencé a tallar el chaleco.

—Sisy, no se va a secar así, al contrario, se impregnara más el agua.

Levante mi vista y lo vi a los ojos, ojos café es hermosos.

—Oh.—reí.—cierto.

Me quite de ahí y tire el papel.

—Iré a cambiarme.—dije.

—¿Serás mi compañera de baile hoy, no?.—dijo y después volvió a hablar.—y la de Fred obviamente.

—Claro que si, tonto.

La señorita Karkarov y el joven MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora