Capítulo XV

7.1K 795 1.7K
                                    

Louis se removió en la cama arrugando la nariz, pero no se despertó. Harry suspiró limpiándose las lágrimas, observando su rostro con dulzura, y llevo su mano hacia su cabello para comenzar a acariciarlo despacio.

—Me acuerdo cuando llegaste aquí el primer día, dando guerra como el pequeño bicho malo que eres. —una suave risa salió de entre sus labios—. Quien me diría a mí que ibas a volverme loco por completo. —suspiró.

Louis volvió a removerse esta vez más fuerte, y Harry se levantó de golpe cuando lo vio frotarse los ojos en señal de que se estaba despertando.

Miró a su alrededor en cuanto se despertó, y Harry sintió como algo dentro de él volvía a romperse cuando observó sus ojos, rojos e hinchados por haber estado llorando.

A pesar de todo, Louis lo miró, formulando en su rostro la sonrisa más bonita del mundo.

—Hola. —su voz aún estaba ronca por haber estado llorando durante bastante tiempo.

—Buenos días. —carraspeó.

—¿Qué hacemos aquí? —miró a su alrededor—. Esta no es nuestra habitación.

—Louis. —frunció el ceño—. ¿Recuerdas algo de lo que pasó anoche?

—Hm. —pensó durante unos segundos, frunciendo el ceño con una expresión de concentración en su rostro—. No, no me acuerdo. ¿Qué pasó?

Harry suspiró.

—Nada importante que tengas que saber. —sonrió.

—¿Qué? no, yo quiero saberlo. —se sentó en la cama, sus piernas colgando de ella sin sus pies rozar el suelo debido a su altura.

—Vámonos a desayunar, anda. —caminó hacia la puerta, pero sus palabras lo frenaron en seco.

—¿Tan cobarde eres?

Harry se quedó quieto en su lugar, tragando saliva ante lo que acababa de escuchar. Se giró despacio hacia él, mirándolo con atención, viendo como sus ojos volvían a llenarse de lágrimas una vez más. Y otra vez, por su culpa. Por su maldita culpa.

—Louis. —su voz tembló.

—Ibas a dejar que viviera mi vida sin saber el gran ridículo que hice anoche contigo, creyendo que valías la pena cuando no vales ni una mísera lágrima. —su voz demostraba reproche, pero su postura corporal delataba derrota. Estaba destruido.

—Que no seas correspondido no le quita valor a la otra persona. Quizás te lo quita a ti, por no gustarme a mí. —tragó saliva. No quería dañarlo, pero tampoco iba a permitir quedar como menos. No otra vez.

—¡Eres un hijo de puta arrogante que no sabe admitir lo que siente! —gritó.

—Cálmate, por favor.

—¿Qué me calme? —sonrió con ironía. Las lágrimas cayendo con rapidez de sus ojos, quienes lo miraban con rabia—. Vete a la mierda, Styles.

—¿Has escuchado algo?

—¿Qué?

—Estabas dormido. —afirmó su pregunta.

—¿Qué mierda estás diciendo?

Harry sonrió con tristeza bajando la cabeza.

Una minúscula parte de él deseaba que lo hubiera escuchado todo, que hubiera entendido su situación y el por qué de su reacción.

Pero no había sido así, pues realmente estaba dormido y no había escuchado absolutamente nada.

Louis se dio la vuelta para limpiarse las lágrimas, ocultándose de él para no darle el placer de verlo así, y Harry trató de acercarse a él.

Un juego de dosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora