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chapter four. regards, candies and siblings

— Pero.... dijiste que ibas a quedarte esta vez decía la pequeña con los ojos cristalizados.

— Cariño....

— ¡Lo prometiste! ¡Dijiste que esta vez ibas a quedarte con nosotras! ¡Mentiroso, mentiroso!  gritaba eufórica con lágrimas chorreando de sus ojos.

— Tengo que hacerlo, no hay otra opción... Lo siento, corazón decía el hombre intentando que la niña recapacitara. Pero te prometo-

¡No! Deja de hacer promesas falsas. lo interrumpió

Seguido de eso salió de la habitación de la pequeña con el semblante bajo Te amo, hija — dijo por último, la niña solo lo ignoró.

Se despidió de su mujer e hija mayor para luego salir fuera del hogar y dirigirse a la estación de tren para llegar a su destino.

(...)

No lo logró.

Fue lo único que sus oídos llegaron a escuchar y todo se volvió oscuro  y los sonidos se volvieron como un pitido.

...

Despertó fuertemente del sueño con los ojos llorosos y los latidos de su corazón a mil, vio a su alrededor, estaba en la habitación, todo había sido una pesadilla, más que una pesadilla, era un recuerdo, uno de sus más horribles recuerdos, la muerte de su padre. 

Se levantó de la cama para dirigirse al baño y lavarse un poco la cara, pero se dio con una escena que llamó su atención. Frunció un tanto el ceño al ver aquel niño dirigirse hacia un lugar que no era la habitación así que la curiosidad le ganó y lo siguió.

Llegó aquella habitación en la cuál se había desarrollado la ultima discusión de los hermanos Pevensie, no había nadie, solo el ropero 'mágico', rodó los ojos y dio un último suspiro para ir hacia aquel dichoso armario y ver que estaba pasando.

— ¿Hola? — preguntó, pero no obtuvo respuesta. — ¿Edmund? — volvió a indagar — ¿A qué estas jugando? — siguió adentrándose más hasta que choco con unas plantas. Avanzó más y sin darse cuenta piso una rama que la hizo tropezar y caer — Debe ser una broma.

Se levantó y vio todo a su alrededor, estaba ahí, todo lo que anteriormente Lucy había mencionado era verdad, la nieve, el bosque, camino un poco más y vio el farol, Lucy también lo había mencionado, sobo sus ojos para despertar, pensó que probablemente era un sueño, pero no, todo estaba ahí tal y como lo había descrito. Su mente volvió al menor de los Pevensie y porque se había dirigido ahí, miro hacia ambas direcciones pero no lo logró localizar por alguna parte, pero estaba segura de que estaba ahí.

Decidió recorrer un poco el lugar así que avanzó un poco más allá hasta que escuchó algo asomarse a lo lejos, pero no sabia que era, avanzó un poco más era casi imposible de ver por el frio que hacia lo que ocasionaba que se formaran tinieblas y no sea visible nada, el sonido se hizo más audible y también logró ver una silueta.

— ¿Ed? — mencionó, pero al notar que el sonido anterior era más y cada vez  más fuerte y visible por impulso decidió esconder detrás de algunos árboles.

 𝐏𝐑𝐄𝐓𝐓𝐘 𝐖𝐇𝐄𝐍 𝐘𝐎𝐔 𝐂𝐑𝐘: edmund pevensieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora