11.

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chapter eleven. the battle

La menor de los Pevensie esa noche no pudo conciliar el sueño, se giraba de un lado a otro en su cama, cuando de pronto sintió una presencia pasar detrás de ella y se levanto a la orilla de la cama un tanto exaltada.

— Susan — despertó entre susurros a su hermana. La mayor logró ver lo mismo que Lucy y juntas terminaron por salir de sus camas y se colocaron sus zapatos para salir detrás de lo visto.

Emily estaba algo parecida en la situación de Lucy, tampoco podía lograr dormir, por su cabeza corrían muchas cosas que no llegaba a la conclusión del porque, sentía que algo malo estaba por venir, pero no sabía que y eso la asustaba más, quiso olvidar todo eso y dormirse, pero justo antes de cerrar sus ojos escuchó unos pasos acercarse y decidió levantarse de su cama y junto con sus armas salir de la carpa sin hacer mucho ruido para no levantar a los demás, al estar fuera de esta pudo reconocer a Susan y a Lucy, pero ¿Qué hacían levantadas y a quién estaban siguiendo?

— ¿A dónde van? — susurro encontrándose con las chicas, la menor de las hermanas le hizo una seña y ella lo entendió y juntas se adentraron en el bosque, se ocultaban detrás de los árboles para no ser vistas.

— ¿No deberían estar en la cama? — habló el león deteniéndose.

— No podíamos dormir — respondió Lucy mientras las tres se acercaban

— Por favor, Aslan... ¿no podemos ir contigo? — preguntó Susan

— Me gustaría tener compañía un rato, gracias-

Lo acompañaron un rato más según lo acordado, hasta que pararon y el león se dirigió a las niñas.

— Ya es hora — las miró — A partir de aquí tengo que ir yo solo — aclaró

— ¿Pero, por qué? — intervino Emily

— Tienen que confiar en mi, estoy hay que hacerlo — habló con un tono de voz un tanto triste — Gracias, Susan. Gracias, Lucy. Gracias, Emily y adiós. — fue lo último que dijo antes de marcharse.

Las chicas no se fueron del lugar, lo siguieron pero se escondieron detrás de unas rocas y arbustos y pudieron ver a que lugar se dirigía Aslan, era horripilante, con criaturas verdaderamente horribles y lo peor es que todos ellos eran secuaces de la Bruja Blanca quien estaba en lo más alto esperando al gran león, las niñas quedaron anonadadas, los animales y aquellas criaturas lo empujaban y golpeaban, pero él no se defendía, luego Jadis dio la orden de que lo aten y así fue, pero también le retiraron su gran melena, todo se quedo en silencio por un momento hasta que volvió el ruido otra vez, la Bruja le dijo un par de cosas a Aslan y lo último que llegaron a ver fue que aquella mujer enterró una daga en el cuerpo del león y este finalmente murió.

(...)

Después de lo ocurrido las niñas habían ido donde el cuerpo del animal y se habían quedado con el gran parte de tiempo de lo que restaba de la madrugada, Lucy lloraba desconsoladamente aferrada hacia el león y ambas chicas la abrazaban intentado reconfortarla.

— Tenemos que avisar a los demás — mencionó Susan

— No podemos dejarlo, Su — respondió Emily

 𝐏𝐑𝐄𝐓𝐓𝐘 𝐖𝐇𝐄𝐍 𝐘𝐎𝐔 𝐂𝐑𝐘: edmund pevensieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora