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chapter seven. hate or love

— Edmund — trataba de llamar su atención — ¡Edmund! — lo llamó por última vez 

— ¿Qué? — dijo de mala gana 

— ¿A dónde se supone que vas?

— Dijo que la buscáramos cuando volviéramos — respondió obvio y siguió caminando 

— ¡No puedes ir donde esa mujer, te está mintiendo!-

— ¡¿Por qué te preocupas tanto por mi?! — le preguntó enojado a lo que Emily solo se quedó callada — Sólo déjame en paz y vete — finalizó y se marchó corriendo dejando a la niña sola en medio del bosque.

Bufó con frustración, ella tampoco sabía porque se preocupaba por aquel niño solo sabía que quería ayudarlo y tratar de entenderlo, pero era difícil con el carácter que tenía, escuchó a lo lejos que alguien llamaba su nombre y volteó hacia esa dirección, se trataba de los tres hermanos Pevensie restantes con el Sr. Castor quienes  venían en busca de ella y por supuesto por Edmund.

— ¡Emily! — dijo Lucy una vez logrando verla — ¿Estás bien? — preguntó con preocupación acercándose a ella

— Sí.

— ¿Dónde esta Edmund? — preguntó Peter notando que el menor no estaba con ella.

La niña volteó la mirada hacia el castillo de hielo y ellos pudieron ver como Edmund estaba por entrar al lugar.

— ¡Edmund! — gritó Lucy

— Te van a oír — susurró un poco fuerte el Sr. Castor para que Lucy se callara.

Peter iba a ir por él pero el castor se lo impidió — ¡No! 

— ¡Déjame!

— Estas haciendo lo que ella quiere — el animal insistió

— No podemos dejarlo — dijo Susan

— Es mi hermano — mencionó Lucy

— ¡Es la carnada, la bruja los quiere a los cinco!

— ¿Por qué? — preguntó preocupada Emily

— Para impedir que se cumpla la profecía ¡Para matarlos! 

Los cuatro se encontraban con el semblante serio y asustados por aquellas palabras del castor, si Jadis los quería matar como se supone que iban a salvar a su hermano, no eran guerreros, eran niños, no tenía sentido.

— Todo esto es culpa tuya — culpó Susan a Peter

— ¿Culpa mía?

— ¡Esto no hubiera pasado de haberme hecho caso! — soltó la chica son euforia

— ¿Sabías que esto iba a pasar? — se excusó

— No, pero deberíamos habernos ido-

— ¡Ya basta! — los paró Lucy — Esto no le va ayudar a Edmund.

— Lucy tiene razón — la apoyó Emily

— Sólo Aslan puede ayudar a tu hermano ahora — le explicó el Sr. Castor a Peter

— Entonces llévanos con él. — demandó el mayor

Los cuatro volvieron a la presa de sus amigos castores para encaminarse hacía donde se supone que estaba el gran león llamado Aslan. Mientras tanto Edmund estaba en aquel castillo congelado, observó que habían muchas estatuas de piedra, entre ellas un lobo o eso fue lo que el pensó cuando aquel se le lanzó encima haciéndolo asustar, luego de eso el lo llevó donde se supone era el trono de la aclamada reina Jadis en el cuál él había tomado asiento mirando todo fascinado.

 𝐏𝐑𝐄𝐓𝐓𝐘 𝐖𝐇𝐄𝐍 𝐘𝐎𝐔 𝐂𝐑𝐘: edmund pevensieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora