Inktober KaiSoo

Quarantine |Día 21|

629 palabras

Kyungsoo odiaba vivir solo, desde que tenía uso de razón le temía a estar solo en las noches.

Durante sus primeros años de vida, junto a sus padres, ellos siempre trataban de hacerlo sentir seguro.

Luego cuando se fue de casa de sus padres para estudiar vivió un tiempo en los dormitorios de la universidad hasta que se mudó con su compañero de clases Baekhyun.

Cuando le contó a Baek su temor lo primero que esperó era una burla de parte del otro chico, pero se sorprendió grandemente al escucharlo decir que lo entendía y que no tenia que avergonzarse por eso. "Todos le tememos a algo" le había dicho, desde entonces habían sido inseparables.

Por eso cuando su amigo lo traicionó y le dijo que no podía quedarse con él durante la cuarentena porque "su novio necesitaba estar con él" sintió que moriría.

Lo más gracioso de toda la situación es que Baek le había dicho que tenía todo resuelto, que nunca lo dejaría solo.

¿Cuál había sido su gran solución?

Alquilarle su habitación al infame, según su propio criterio, Kim Jongin.

No es que Kyungsoo no apreciara un hermoso rostro y un cuerpo de infarto, es sólo que siempre había tenido debilidad por los chicos malos como Jongin y luego de un par de corazones rotos había decidido que se concentraría en sus estudios y olvidaría por un tiempo a su corazón.

Kim Jongin era todo lo que Kyungsoo quería evitar.

Tenía fama de ser el mayor rompecorazones de la universidad, atleta, piel morena, cuerpo musculoso y un rostro tallado por los mismos dioses.

Su sonrisa derretía a todos a su alrededor, su personalidad arrasaba con todo a su paso y como si todo eso no fuera poco, también era bueno en clases.

Kyungsoo mentiría si dijera que no le atraía ni un poco el tipo y tener que pasar una cuarentena que ni siquiera sabía cuándo terminaría con él no era la idea más inteligente.

Hasta pensaba que vivir solo no era tan mala idea si valoraba su situación actual.

- Lamento invadir tu espacio de esta manera pero no puedo regresar a casa de mis papás en estos momentos, mis hermanas y sus hijos están allí y no hay espacio para mí. Baekhyun fue como un ángel caído del cielo porque en verdad no sabría a donde iría luego del cierre de los dormitorios de la universidad.

Lo escuchaba hablar, pero su mente estaba a varios kilómetros intentando asesinar a su amigo telepáticamente, sino conociera tan bien a Baekhyun pensaría que toda la situación era tan inocente como la pintaba Jongin, pero la verdad era que su amigo era la reencarnación de Lucifer y sabía que lo había hecho a propósito.

"Necesitas follar con un hombre que te haga olvidarte hasta de tu nombre" fueron sus palabras hace un par de días cuando había estado a punto de colapsar por la carga de tareas y el trabajo en el restaurante a medio tiempo.

Maldito Baekhyun.

- Si... Si te molesta que me quede aquí puedo irme, de verdad no quiero incomodarte.

Parece que lo último lo dijo en voz alta. Su cara se prendió de rojo a causa de la vergüenza, ni siquiera había pasado una hora y ya se estaba exponiendo de esta forma. Que el cielo lo ayudara.

- Lo siento, no es eso. No tienes por qué disculparte, está bien que te quedes aquí. Tu habitación es la que está a mano izquierda, tiene baño individual. Luego que te acomodes podemos hablar de temas generales como la limpieza o la comida.

- Gracias de verdad, eres genial.

Su sonrisa lo derritió por dentro.

¿Cómo se suponía que sobreviviría a este hombre, teniéndolo 24 horas al día, 7 días a la semana?

Continuará...