Inktober KaiSoo

hands |Día 25|

889 palabras

ADVERTENCIA

AgeGap & TopSoo!

Las manos de Kyungsoo recorrieron el delicioso cuerpo del moreno como si estuviera adorando una deidad.

Pueden decir que es una locura, pero a veces sientes una atracción tan grande por alguien que sabes que estarías dispuesto a hacer lo que fuera por tenerlo y eso era justo lo que había hecho Kyungsoo.

~

Cuando entró al bar en donde lo esperaba su amigo esa noche no lo había hecho con mucho entusiasmo, estaba agotado de una semana de locura en la oficina, pero era su cumpleaños y si no iba a la celebración no lo perdonaría jamás.

El cansancio desapareció en el momento justo que vio al moreno en la pista de baile, lo había visto tantas otras veces en casa de su amigo con ropa ancha, lentes enormes y una mirada tímida.

Jamás, ni en sus más remotos sueños, pensó que el hermano pequeño de Jongdae escondiera ese cuerpo de infarto debajo de esa ropa.

Su boca se hizo agua y sus manos picaron por recorrer las curvas que se le marcaban por el pantalón /demasiad/ ajustado y la camisa casi transparente que estaba usando.

Su cuerpo lo llamaba como si de un hechizo se tratara, por un segundo conectando miradas, la sonrisa que le dio el moreno era puros problemas... Él sabia de esa regla no escrita en donde no estaba bien meterte con el hermano de tu amigo y mucho menos si el chico en cuestión tenia 8 años menos, era imposible.

Cuando Jongdae lo abrazó por la espalda el hechizo se deshizo, ¿Qué se supone que estaba pensando? Él no podía hacer eso, no podía echar a perder años de amistad.

Esa noche y por muchos días más evitó al moreno como a la peste, suficiente con que lo atormentara en sus sueños.

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En sus sueños el moreno le hablaba al oído mientras se movía contra su cuerpo al ritmo de una música que solo él podía oír.

Otras veces lo veía en su cama, llamándolo con la mirada para que se acercara.

En los sueños más salvajes el moreno yacía desnudo en su cama y él se dedicaba a recorrer el hermoso cuerpo con besos y caricias mientras que de la boca de Jongin salían los sonidos más pecaminosos jamás oídos.

Cuando se levantaba la humedad en sus pantalones le indicaba que se estaba comportando como un estúpido adolescente.

~

Había tenido suerte los últimos 3 meses al evitar al moreno, pero el maldit0 infierno conspiraba en su contra.

Una mañana de domingo había llegado Jongdae a su casa con una enorme bolsa y un Jongin todavía medio dormido colgando de su brazo.

Estaba teniendo que ir a Busan a atender una emergencia de la compañía en la que trabajaba y su /hermanito/ no podía quedarse solo.

Kyungsoo quiso que la tierra se lo tragara... ¿Qué había hecho para merecer esta penitencia? Nunca había sido un mal tipo, era responsable y respetuoso, amaba a sus padres y era leal con sus amigos. Estas cosas no le pasaban a las personas como él.

Durante los primeros días había hecho lo único que podía, quedarse en su trabajo hasta que fuera demasiado tarde. Cuando llegaba a su casa el moreno estaba dormido y él podía escabullirse a su habitación sin problemas.

Por eso cuando la sexta noche se encontró al moreno en su cama lo primero que hizo fue pensar que era solo una alucinación. Negando entró directo a su baño y se metió en la regadera, el agua caliente relajó su cuerpo y lo hizo por un segundo olvidarse de todos sus problemas.

Cuando salió y vio al moreno allí su corazón tembló, no era una alucinación.

- ¿Por qué me evitas hyung?

El puchero que le mostró contrastaba con la vista que tenia al frente: el moreno solo vestía una gran camisa y estaba seguro de que debajo no había más ropa.

Tragó el nudo que se había formado en su garganta tratando de sonar convincente.

- No te evito Nini, he tenido demasiado trabajo y por eso llego tan tarde.

- No es cierto, no es solo ahora, tienes muchos meses evitándome. Cuando vas a casa no entras, ni siquiera me saludas.

Los ojos del moreno se cristalizaron y le recordó más a un niño que al joven de 24 años que tenía en frente. La urgencia de consolarlo lo golpeó demasiado fuerte.

Con pasos firmes se acercó a la cama, aunque sabía que eso era el peor error que podía cometer.

- Yo... Yo lo siento en verdad, no quería hacerte sentir mal.

- No quiero que me evites, quiero tener toda tu atención.

Los ojos que lo miraban a través de unas espesas pestañas eran los más hermosos y pecaminosos que jamás había visto.

Esto era un completo error y arriesgaba demasiado, pero no lo podía evitar más, estaba tan cansado de luchar contra ese sentimiento que se habían despertado en él.

Sus manos lentamente tomaron el rostro de Jongin y lo besó, tan fuerte y demandante que por un momento temió que Jongin se asustara, pero el gemido que salió de su boca le indicó que el moreno no iría a ningún lado.

Sus manos recorrieron el cuerpo contrario, sucalor le indicó que esto no era un sueño... Por el contario ahora sus sueños seharía realidad.