Capítulo 12: Amelia Jackson.

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Bien, de verdad eso no me lo esperaba.

El ha dicho, Te quiero y abuela en una misma oración, y lo ha dicho frente a mí.

Dark sigue allí, parado, estático, sin soltar mi mano mueve su cabeza y me observa, para luego caminar más cerca de mí.

Su otra mano llega a la parte de atrás de mi cuello y me hala suavemente hacia él, haciendo que nuestros rostros queden a pocos centímetros.

— Necesito que me prometas, que no dirás nada, a nadie. — lo observo parpadeando varias veces, de verdad está muy cerca. — Nisiquiera a Jordan.

Asiento, - Nisiquiera a Jordan, entiendo.

El junta su frente con la mía, mandando corrientes eléctricas por todo mi cuerpo su simple tacto.

— Gracias. — dice después de unos segundos.

— ¿Por qué? — le pregunto y él sigue sin moverse, con los ojos cerrados.

— Por no irte corriendo. — su respuesta ya la sabía.

Las chicas con las que ha intentado estar, siempre salen corriendo cuando ven su otra faceta, cuando lo ven cubierto de sangre y despellejando a las personas. No puedo negar que sentí algo raro dentro de mí la primera vez que lo ví matando a alguien, pero no era miedo, era curiosidad, curiosidad de saber porqué lo hacía.

Sigo sin la respuesta a esa pregunta, sigo sin saber el porqué mata a las personas, y la cuestión es que no lo veo que quiera matarlas por hacerlo, siento que tiene que haber una razón por la cual él siente la necesidad de hacer daño.

Bloqueo mis pensamientos cuando siento su frente retirarse de la mía, me observa serio, pero en sus ojos se nota aquel brillo, no es brillo de deseo, no es ese brillo que siempre tiene cuando mata a alguien, no, es solo un brillo común, el brillo que aparece en tus ojos cuando te sientes bien.

Me guía por el cementerio con su mano entrelazada en la mía, caminamos por la oscuridad del cementerio hasta poder salir de aquel oscuro lugar, Lion nos observa desde la ventanilla del auto, con una pizca de ¿desespero?. Entramos al auto y Lion gira bruscamente su cabeza hacia nosotros.

— ¿Por qué siempre tengo que ser yo el que espere fuera del cementerio? ¿No han visto películas de terror? — dice desesperado, Dark me mira y se ríe por lo bajo, yo dejo que una sonrisa se deslice en mis labios.

— Dramático. — dice Dark a mi lado.

— ¿Dramático? ¿No viste la película en la que el más idiota, el tipo que se queda fuera del cementerio a esperar a sus amigos es el primero que muere? Lo matan, Dark. Es al primero que matan. Y yo no quiero morir, tengo una novia en su casa que me espera.

Suelto una carcajada ante lo que estoy escuchando, Lion enciende el auto y arranca a toda velocidad hacia mi casa, Dark había decidido quedarse esta noche en casa y la verdad creo que sería lo más correcto, y lo mejor que podía hacer por él.
Me ayudó la otra vez, yo podía ayudarlo esta vez a él.

Bajamos del auto y antes de que pudiesen decirme algo, tomé a Dark de la mano y lo arrastre conmigo dentro de la casa, no mire a la sala de estar solo pase directo hacia las escaleras, no quería preguntas ni mucho menos quejas.

Llegamos a mi habitación y le suelto la mano para cerrar la puerta con botón.

— El baño está allí. — digo apuntando con mi dedo, el me observa sin apartar su vista de mis ojos.

— Acompáñame. — estira una de sus manos ensangrentadas hacia mí, y sin más que hacer la tomo.

Sus pisadas fuertes llegan a mis oídos, lo sigo sin apartar mi vista de su espalda, no entiendo cómo sigo sin sentir miedo hacia él, está todo lleno de sangre, lo he visto matando a alguien y...

DarkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora