Dark

Capítulo 11: Cementerio.

  La pregunta es.

¿Qué pasa entre Dark y yo?

Me da miedo lo que pueda pasar.

Me prometí no volver a enamorarme.

No digo que me estoy enamorando de Dark pero, que pasaría si llego a enamorarme de él.

¿Me va a corresponder?

O quizás solo no le interese.

Mi vida no fue fácil, aún no lo es, corro con una culpa que no se irá nunca.

Debes perdonarte a ti misma.

Es lo que me repiten mis mejores amigos.

Ellos siguen diciendo que no tengo culpa alguna, aunque yo no lo crea así, finjo creer que si para que no sigan repitiendolo.

Thomas.

Todavía recuerdo cuáles fueron sus palabras.

"Prométeme que siempre harás lo que deseas"

"Disfruta tu vida, yo siempre estaré contigo"

"Tú elijes tu camino"

"Recuérdame siempre Alix, no saldré de tu vida"

"Te amo... Nunca lo olvides"

Mis ojos se llenan de lágrimas.

Ya pasaron dos años, me prometí no enamorarme jamás, le prometí que haría siempre lo que deseara, le prometí que viviría mi vida al máximo, le prometí que no dejaría que nadie me lastime.

Me levanto de la cama y salgo de la habitación con rapidez, estoy sola en casa, Jordan salió con Lion a buscar a Dan en el aeropuerto, si, han pasado ya dos semanas desde el día que vimos las películas, dos semanas que no he visto a Dark en ningún lado.

No es que quiera verlo solo que es raro que no esté con Lion, son como uña y mugre. Que asquerosidad acabo de decir.

Llegó a la puerta de entrada y cuando estoy a punto de entrar, esta se abre.

— ¡Princesa! — grita un Dan emocionado abrazandome.

— Ay, Daniel, apártate. — le digo golpeándole la espalda.

El ríe.

— ¿No me extrañabas, asquerosa?

— Lo has dicho bien, te extrañaba. Ahora ya no te soporto. — le digo, haciendo que suelte un par de carcajadas.

— Sabes que me amas, mi amor.

Me lanza un beso y pasa por mi lado.

— ¿Jor, cuál será mi habitación? — volteo a mirarlo incrédula.

Para luego desviar mi mirada a Jordan, ella me sonríe nerviosa a lo que yo levanto una ceja.

— ¿Por qué no me dicen nada? — les pregunto con seriedad.

— Jordan quería que fuese una sorpresa. — dice Dan a mis espaldas. — ¿Te molesta? ¿Que me quede?

— Claro que no. Solo que deben decirme las cosas.

— Creía que era una casa para solo las chicas. — suelta Lion.

— Solo chicas y Dan. — le digo y dan sonríe poniendo sus manos bajo su barbilla haciendo una pose que nos parece graciosa.

El teléfono de Lion suena y se aleja un poco para contestarlo.

— ¿Y tu chico? — dice Dan sentandose en el sofá. — Quiero sabes quién es.