Dark

Capítulo 1: Lo llevas en la camiseta.

   Mis pies descalzos hacen contacto con el frío suelo, caminó por el gigantesco living observando todo a mi alrededor.

Esta no es mi casa.

De repente la oscuridad me invade, todos los pasillos oscuros, las luces de la cocina empiezan a titilar y de repente... todo es oscuridad.
Una voz muy lejana llama mi atención.
Yo reconozco esa voz...

¿Alexia?

— Todo es tu culpa, Alix.

— ¿Qué? — miro a mi alrededor.

— Todo es tu culpa, todo lo que pasó es tu culpa.

— No.. no lo es.

— Sí, lo es, no debiste hablarme, de esa forma no hubiese volteado a mirarte.

— Alexia, sabes que no quise hacerlo.. yo nunca lo haría con esas intenciones.

— Fue todo tu culpa, Alix. Tú quisiste eso.

— No.. yo no quería. Lo siento, Alexia, perdóname. No te alejes de mí, te necesito.

— Te odio, Alix...

— No detente, por favor.. — mi voz se quiebra y luego lo único que se escucha es una persona llamándome y mis sollozos por todos lados.

— ¡Hey, despierta! — abro los ojos rápidamente.

Jordan se encuentra frente a mí, mirándome con preocupación por la extraña forma en la que lloró.

— Me culpa.. Por todo. — digo con la sería voz de siempre mientras limpió las lágrimas que se han escapado de mis ojos.

— ¿Qué?

— Alexia.

— Oh... — me observa dirigirme a mi armario para buscar la ropa.

— Siempre a sido así. — hablo, mientras colocó la ropa en la cama.

— Ya deja de hablar tanta pendejada, Alix. No fue tu culpa, ni en la mínima cosa.

— ¿Tú lo crees? — le digo furiosa.

— Sí, Alix si lo creo. No puedes culparte por el resto de tu vida. — entro al baño sin prestarle atención a lo que me dice.

(***)

Salgo del baño con la toalla a mi alrededor, he lavado mi cabello así que tarde mucho tiempo en el baño. Jordan va a matarme.

Me observa mientras busco en la mesa de noche la ropa interior negra que me he comprado el fin de semana pasado.

— ¿Qué? — le digo dejando caer la toalla al suelo y colocándome la ropa interior negra que he tomado.

— No tienes la culpa...

No dejo que termine — Escuchame bien, Jordan. — subo los tiros de mi brasier hasta mis hombros. — No creeas que por ser mi maldita mejor amiga vas a arreglar las cosas, porque no es así. ¿Me ves que estoy bien? Sí, estoy aquí, culpandome por toda la mierda que a pasado en mi vida. Dime tú ¿Estoy bien, Jordan? — me mira con tristeza.