Era viernes y Samy se ponía a jugar con sus amiguitos en la computadora, un rato Minecraft. Rubén lo supervisaba un rato, pero luego se iba a jugar un rato en la consola, para darle pequeña privacidad. Igual sabía que podían o no podían hacer, siendo tan chicos.
Cuando pasó la hora, él solito se despidió y fue con su papá a tirarse a un lado en el sofá y Wilson se echó en el respaldo por encima de sus cabezas. Para Wilson era decir: "Ellos son míos y me pertenecen". Luego de ganar algunas partidas, apagó la consola y se quedaron los dos viendo a la nada, un rato. Un silencio cómodo. Que Rubén sabía que tenía que romper, porque debía hablar con él.
ㅡ¿Sam...?ㅡ preguntó, esperando no se haya quedado dormido. Pocas veces le decía Sam, y Samy contestó cauteloso.
ㅡ¿Mmh?ㅡ ninguno de los dos, par de cobardes sin causa se miraron. Pero podían ver su reflejo en el televisor.
ㅡTengo que decirte algo.ㅡ Rubén parecía tranquilo pero estaba muerto de nervios, le sudaban las manos y estar desparramado le funcionaba para que no se notaran las piernas de gelatina.
ㅡAlgo.ㅡ bromeó y Samy soltó unas risitas, lo que bajó la tensión del momento pero Rubén suspiró y Samy tomó su mano para darle seguridad.
ㅡEstoy viendo a alguien, alguien que me agrada y me gusta mucho pasar tiempo con esa persona.ㅡ comentó al fin, sintiendo otro peso de encima irse. ㅡYo, en verdad, no quiero que pienses que con esto me olvidaré de ti, ni mucho menos. Tú siempre serás primero que nadie. Pero en verdad, me gustaría que lo aceptaras.ㅡ para ese momento sus ojos verdes se cruzaron con los verdes de su hijo. Aún no creía el parecido que tenían y eso le encantaba.
ㅡPapi...ㅡ recargó su cabecita en su hombro y luego suspiró. ㅡYo sé que esa persona te hace feliz, porque cuando sales por cosas del trabajo, te brillan los ojos cómo cuando me miras a mi.ㅡ rozó su nariz en el hombro de su papá como si fuera un gatito. Siempre hacía eso, nada más le faltaba ronronear.
ㅡ¿T-tú lo sabías?ㅡ preguntó sorprendido. Y él comiéndose la cabeza, bien dijo Mangel que no era tonto.
ㅡ Bueno, es que nunca salías tanto. Y te peinabas.ㅡ soltaron los dos risitas y Rubén lo envolvió en sus brazos, acariciando su espalda.
ㅡLa persona con la que salgo. La conoces.ㅡ lo dejó caer y eso si que no se esperaba Samy. Pensó que si la conocía, o eran sus tíos o Doña Chayo. Por el momento no le pasó por la cabeza su profesor favorito.
ㅡ¿Yo? Pero si conozco muy pocas personas. ¿Quién es?ㅡ se enderezó ahora si, e hincado miró a su papá expectante.
ㅡSe llama Samuel De Luque.ㅡ Samy abrió la boca formando una "o" sorprendido. No se lo esperaba ni en sueños. De momento, le invadieron todo tipo de sentimientos. Shock, felicidad, asombro, confusión, porque ¿Cómo? ¿Cuando? ¿Dónde? Si nunca los vio hablar más que dos o tres veces. Su mente comenzó a atar todo tipo de información. La comida, lo bien que había salido todo. Lo feliz que había sido, de convivir con sus dos personas favoritas y que se llevaran bien.
A Samy no le pareció extraño que Rubén saliera con su Profesor, o con alguien de su mismo sexo, porque era un niño y no entendía de sexualidad. Sobre todo que Rubén le enseñó que los gustos de las personas se respetaban, aún si no compartías con la opinión. A Samy se le quedó muy grabado eso, porque a diferencia de otros niños de su edad, a él le gustaba leer, aprender, jugar videojuegos, escribir o jugar cosas que te hacían pensar. Siempre había algo diferente. Y Rubén como también había sido así, le enseñó que por nada del mundo debía avergonzarse de sus gustos, porque todos somos diferentes y él encontraría alguien que compartiera algo en común, como él con su tío Mangel.
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《Algo pequeño en común》
FanfictionRubén es padre soltero de un niño de 6 años, el cual no deja de hablarle sobre su Profesor favorito de primero, que por casualidades de la vida, se llama igual que él: "Samuel".