《22》

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Rubén iba de un lado a otro, recogiendo la casa y mirando que no faltara nada en la alacena. Anotando lo que necesitaba en un bloc de notas del celular. Samy tenía a Wilson en brazos, y ambos observaron cómo papá se estaba volviendo loco. Nunca antes habían visto a su papá queriendo que todo estuviera perfecto. Ni cuando venía la contadora le importaba que la casa estuviera impecable.

ㅡPapá...ㅡ le habló su hijo y Rubén no escuchó, pues estaba muy concentrado en limpiar y anotar lo que faltaba. ㅡPapá...ㅡ repitió y Rubén le dijo que esperara, que estaba ocupado.

ㅡPero papá, estás lavando las latas en vez de colocarlas en su lugar.ㅡ Rubén se quedó quieto y miró lo que estaba haciendo. Mojando las latas, en vez de lavar los platos y guardó los platos en la alacena. Menos mal, no fue el teléfono.

ㅡOstias...ㅡ Samy sorprendido le susurró a Wilson. ㅡdijo una palabrota..ㅡ Wilson maulló y Samy se tapó la boca.

ㅡSamy, no. Joder, ay no. Otra vez no. Sabes que los niños, ni los adultos deberíamos decir groserías. Es que estoy nervioso. Quiero que quede bien.ㅡ Samy no entendía que cambió, entre la vez de la comida, a hoy. Pero bajó a Wilson y acercó una silla a la alacena para ayudarle a guardar mientras su papá lavaba trastes. Al quedar a la altura de su padre le tomó el rostro como siempre hacía para que se miraran a los ojos.

ㅡPapi...ㅡ Rubén miró los ojos de su niño y se tranquilizó al momento. ㅡEl Profe Samu no es tan malo, no creo que le moleste si ve que está desordenado.ㅡ Rubén soltó un suspiro y asintió relajandose un poco más.

ㅡQuiero que todo salga bien. En verdad le quiero...ㅡ confesó en voz alta y Samy se le colgó al cuello. ㅡEl otro día salió bien.ㅡ le dijo al oído a su padre y le dio un beso sonado en la mejilla. Rubén reaccionó, Samuel ya había ido antes. Era cierto, sólo que él sentía las cosas diferentes. Porque ahora Samy ya sabía y podían tener más contacto físico. No tenía que ocultar la adoración que tenía cuando lo veía.

Bajó a su niño al suelo y le agradeció besando su cabecita. Le dijo que viera si algo faltaba y se dedicó a hacer las cosas más tranquilo. Verían películas, pediría pizza, comerían chucherías y jugarían los tres juntos. Cómo un fin de semana familiar.

Samuel llegó a tiempo a la casa, estacionó su auto a un lado del auto de Rubén

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Samuel llegó a tiempo a la casa, estacionó su auto a un lado del auto de Rubén. Bajó con las cosas en una bolsa, compró chucherías como él le llamaba. Pero al menos compró sus favoritas, ya que iba a romper la dieta, trató de que fuera al menos con algo delicioso. El juego de mesa estaba seguro que les encantaría a los dos. Incluso él estaba emocionado por jugarlo con ellos.

Tocó el timbre y esperó a que sus dos amores le abrieran. Samy fue el primero en abrirle la puerta y recibirlo con entusiasmo. Samuel dejó la bolsa en el suelo y lo cargó con la misma efusividad. Samy besó su mejilla, porque ahora que sabía que estaba saliendo con su papá, podía tomarse ciertos privilegios.

ㅡNo dormí toda la noche esperando por hoy.ㅡ le comentó Samy feliz y Samuel sin problema lo cargó con una mano y alzó la bolsa del suelo entrando a casa. Rubén se quedó recargado en la pared de la cocina porque, aquella imagen de su niño en brazos de Samuel, le aceleró el corazón de tanto amor que sintió.

《Algo pequeño en común》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora