《13》

2.2K 319 29
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Luego de prácticamente golpear, besar y abrazar a Auron, Rubén entró en pánico

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Luego de prácticamente golpear, besar y abrazar a Auron, Rubén entró en pánico. No sabía que hacer o decir. Claramente Auron le dijo que no iba a estar con él en la cita. Porque se iban a quedar a cuidar a Samy esa noche, bañarlo y mandarlo a la cama, cómo estrictamente, Rubén lo hacía.

Rubén estuvo a punto de no querer ir al encuentro, porque no quería dejar a Samy así. Pero sus amigos sabían que era un pretexto tonto, sólo para no salir con Samuel.

ㅡA ver, que en el supermercado no entraste en pánico y hasta hicieron la compra juntos. Eso es más íntimo. Apuesto a que ibas más desarreglado que el viernes. Y aún así le gustaste.ㅡ Comentó Mangel, regañándolo como normalmente lo hacía.

ㅡSi le gustas con tu playera de anime. Es el indicado.ㅡ Comentó Auron sacando una bebida del refrigerador. Y volvió a la sala con Samy.

ㅡSigue siendo tu mismo. Mira que si Mangel, Auron y yo te queremos así, tontito y todo. Él lo hará. ㅡ dijo Alex con su risa peculiar y Rubius le miró feo un momento y luego se rió.

Los nervios le carcomían, era una sensación extraña de gusto y otra de que algo malo podía pasar. No supo cuando es que se volvió tan pesimista. Pero se entendía que cuando alguien te abandona, deja secuelas que son difíciles de borrar.

La hora de irse llegó. A Samy aún no quiso decirle nada al respecto, aunque sabía que era su profesor favorito. No quería crearle falsas ilusiones. De por si, él tampoco quería ilusionarse tanto. Así que todos decidieron decirle que iba a una cena de trabajo. Besó su cabeza y pidió que cuidara que los otros se portaran bien.

ㅡYo cuido la casa, papi. Tito favorito no puede quemar nada. Porque le muerdo la orejaㅡ hizo "grr". Y aquél gesto hizo morir de ternura a su padre, porque se vio adorable, con la pijama de dinosaurio que traía puesta.

Su corazón latió a mil por hora al manejar hasta el lugar acordado.

《Algo pequeño en común》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora