《58》

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En el momento que Rubén dijo que sí. Samuel abrazó y cargó a Rubén dando vueltas con él en la arena llenándolo de besos. Besos que sabían a sal por las lágrimas del castaño.

ㅡTe amo tanto Samuel, no puedo creer que hayas hecho esto, todo por mi.ㅡ dijo mientras le robaba varios besos.

ㅡEres mi vida y mereces todo esto y más y quería que fuera inolvidable.ㅡ contestó Samuel.

ㅡDesde que te conozco, cada momento ha sido inolvidable, mi amor. Es curioso que un Samuel me cambió la vida a mejor hace 7 años. Y ahora, otro Samuel, hizo mi vida perfecta.ㅡ

Mientras sus papás seguían en su burbuja, Samy aprovechó, para iniciar con su parte del trabajo de aquella noche.

Se alejó con Auron y con Fargan, porque claramente eran la mala influencia en esa familia. Y ellos habían ayudado a la otra parte de la sorpresa. Y con el ajetreo, Rubén ni cuenta se dio que desaparecieron. Sobre todo porque Samuel le estaba presentando a Lily, la coreógrafa que le ayudó a montar el flashmob. Y que en un susurro sin que ella escuchara le comentó que pareció haber tenido clic con Mangel.

Porque al principio Mangel no quiso bailar y cuando vio a la chica, por alguna extraña razón le llegó la motivación. Y por muy curioso que parezca, a ella también le gustó él. Presentaron a los demás chicos, que ayudaron con todo y Rubén les agradeció y Samuel también. Por haber participado en su locura, su locura de amor.

Luego de estar unos momentos a solas, por fin. Se escucharon unos fuegos artificiales sonar no muy lejos y alumbraron la noche azulada.

ㅡMira, Samy...ㅡ volteó a buscar a su hijo y no lo encontró y se separó de Samuel para buscarlo. ㅡ¿Samy?ㅡ se empezó a preocupar porque no lo encontraba y todos empezaron a buscarlo, hasta que se dieron cuenta que Auron y Fargan, tampoco estaban.

ㅡEsos dos son peligrosos si se juntan.ㅡ comentó Samuel con algo de preocupación. Y en eso se acercaron al lugar dónde salían los fuegos artificiales y vieron a Auron ayudando a Samy a encender el aparato. Estaba seguro sí, pero aún así era peligroso para un niño de 6 años y medio como decía el pequeño pues estaba por cumplir los 7.

ㅡ¡Pero Raúl, David! ¿Qué andan haciendo?ㅡ tal vez fue el tono de voz de Rubén. O el hecho de que les llamó por su nombre que estos se sintieron cohibidos al verlos haciendo aquella travesura, que tampoco era tan mala.

ㅡPapi, papi. ¿Te gustaron las luces? ¡Yo las prendí!ㅡ La carita de su niño con los ojos brillando de felicidad le bajó el enojo a Rubén y la preocupación a Samuel. ㅡYo también quería ayudar con la celebración y tito favorito y tito fanta me ayudaron. ㅡ les sonrió y sus cachetitos se inflaron más.

ㅡEs que pudo ser peligroso amor, aún eres muy pequeño para jugar con fuego.ㅡ le dijo Samuel de forma suave y le dio un beso.

ㅡAún falta lo último. ¿Puedo?ㅡ les preguntó Samy y con un suspiro resignado Rubén y Samuel aceptaron. Samy con ayuda de sus titos prendió el último fuego y en el cielo aparecieron destellos morados y verdes.

Mientras una V y una R se podían visualizar entre los destellos. Samuel y Rubén estaban mirando muy atentos y Samy lanzó una bomba de humo, pero esa si la prendió Fargan.

ㅡ¡Magiaa!ㅡ gritó alzando sus manitos y se divisó un globo aerostático luego de que el humo desapareciera.

ㅡ¿Samuel?ㅡ dijo Rubén mirándolo de nueva cuenta. ¿Aún había más sorpresas?

ㅡ¿Irías al fin del mundo conmigo?ㅡ le preguntó subiendo al globo y ofreciéndole la mano.

Eran demasiadas propuestas para un día. Y aunque Rubius se sintió abrumado. Supo que siempre sería un sí, a todo lo que dijera Samuel.

《Algo pequeño en común》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora