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Teniendo un plan en mente, la Secta de QiShan Wen junto a la Secta de LanLing Jin, reunieron fuerzas para poder tener bajo su poder la confianza de algunos pequeños Clanes dispuesto a derribar aquella barrera que se había debilitado lo suficiente como para que entre todos pudieran entrar e invadir la ciudad de YiLing. Así que en cuanto los discípulos de la Secta de Gusu Lan vieron eso, no se quedaron quietos viendo como los demás hacían todo decidiendo ellos mismos ayudar a derribar la gran barrera que cubría toda la Ciudad de YiLing y los Túmulos Funerarios al estar desesperados por no saber nada de su Joven Maestro Lan cuando dejaron de sentir su energía cerca de ellos.

— ¡Ese Demonio ha acabado con la vida del Segundo Joven Maestro Lan! — grito un discípulo de la Secta Wen echando leña al fuego haciendo suposiciones donde no las había, al haber escuchado personalmente como aquel que llamaban mano derecha del Líder de la Secta Lan, había dejado de sentir la energía del Segundo sobrino de Lan QiRen.

— ¡Hay que asesinar a ese Demonio! — otros discípulos de la Secta Wen inspiraron al resto de discípulos de las diferentes Sectas y Clanes cuando vieron la oportunidad, pues sus ataques iban a ser más efectivos y violentos si se juntaban y no se dispersaban como en ese momento había pasado.

Así que en cuanto la barrera fue derrumbada y todos los discípulos de todas las Sectas ahí reunidas con sus espadas en mano dejando fluir toda su energía en ellos, se encaminaron dentro de la Ciudad en busca de aquel Demonio despreciable que querían asesinar y reclamar su cabeza como trofeo, pero no contaron que de un momento a otro una oleada de cadáveres feroces nunca antes vista se levantará de entre las tierras de los Túmulos Funerarios con sus ojos carmín inyectados en sangre listos para lanzarse sobre ellos y asesinar a todo aquel que se interpusiera en su camino.

Algunos retrocedieron unos cuantos pasos hacia atrás al ver aquellos miles de cadáveres feroces sobre sus cabezas, otros solo empuñaba aún más sus espadas en sus manos listos para atacar y otros quienes se creían valientes y sentían sus piernas como gelatinas demandaba órdenes a diestra y siniestra para sacrificar las vidas de todo ellos sin hacer algo por su propia mano.

Aquella noticia que Wei WuXian había descubierto sobre el paradero de Madam Li, había sido la gota que derramó el vaso de su furia, así que ideando un plan en unos cuantos segundos iba hacer que todos temblarán.

Por lo que dejando fluir una tétrica nota musical a través de su hermoso DiZi negro que le colgaba una pequeña borla roja y la cual llamaba como Chengqi, provocó que una enorme ola de cadáveres feroces se alzara sobre los Túmulos Funerarios en cuanto sintió como los distintos discípulos de todas las Sectas pisaban sus sagradas tierras, su hogar.

Al tener absoluto control de la energía resentida de aquel lugar, Wei WuXian podía manipularla a su antojo y hacer con ella lo que quisiera, al fin orgullosamente él podía decir que la controlaba y no iba a ocurrir nada malo estando él en sus cinco sentidos, por lo tanto de un momento a otro dejo que una pequeña parte de aquella gran oleada de cadáveres se rompiera dejando a todos con sus corazones a mil al ver como rápidamente esos cadáveres se lanzaban hacia ellos con un único fin, acabar con sus vidas o eso era lo que sus pobres cabezas podían deducir por el miedo, mientras atacaban a esos pocos cadáveres sobre la tierra que se aproximaban a ellos.

— ¡Estás tierras son mías y nada, ni nadie tiene el derecho de meterse con ellas! — una gruesa voz provocó que todos los discípulos se asombrarán al oír, antes de ver como un espléndido brillo pasaba enfrente de sus ojos destrozando una gran cantidad de cadáveres feroces dejándolos aún más asombrados, permitiéndose admirar a la persona que había llegado y había acabó con todos esos cadáveres feroces que se habían lanzado sobre ellos de un solo ataque con su majestuosa espada espiritual. Una espada igual de poderosa que la que conservaban todos los herederos de las cuatro grandes y prestigiosas Sectas, dejando ver como aquel Joven cultivador quienes todos adoraban y pedían con ansias que se uniera a sus Sectas o Clanes, sonreír de una manera nada agradable, mientras veía a todos dentro de YiLing.

Esta Es Mi Tercera VidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora