Esta Es Mi Tercera Vida

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Wei WuXian no sabía que le estaba pasando a Lan WangJi, ese hermoso Jade que tenía el ceño fruncido, mirada frívola y apretaba su mano con mucha fuerza, lo cual imaginaba que sus dedos iban a quedar marcados y talvez dejando un posible hematoma púrpura al pie de sus ya marcadas muñecas.

— ¡Segundo Joven Maestro Lan! — se quejó el menor cuando el dolor se intensificó cada vez más logrando que débiles jadeos salieran de sus labios provocando aún más la furia del Jade y aunque Wei WuXian se había prometido leer bien todas las expresiones del mayor, esa vez no podía hacerlo, estaba tan concentrado en su dolor y la mano que lo sostenía tocando su piel, que era imposible pensar en otra cosa que no sea ese pequeño contacto íntimo.

El auto control que Lan WangJi debía mantener para no perder los estribos se había ido por la borda en la milésima de segundo en que Wei WuXian dejo de sonreír como le estaba sonriendo a su hermano para darle a él una sería expresión, su corazón se había estrujado, su manos se habían cerrado en puño, mientras que su pecho dolía al igual que la boca del estómago ardía.

Aquellas imágenes que habían empezado a rondar por su cabeza lo habían confundido mucho, dándole extrañas emociones que no lograba entender del todo en su momento, pero que comprendió tan solo al ver como el menor le sonreía a su hermano mayor, dejando ver esa espléndida y adorable sonrisa.

Esa extensa sonrisa entre los labios de Wei WuXian la amaba, en sus imágenes lo pudo notar y sentir, y en el mes en que lo estuvo cuidando le había empezado a gustar que el menor se las mostrará solo a él, pero al ver que esa sonrisa era dirigida a alguien ajeno a él, pudo entender lo que había pasado y por eso se encontraba furioso, así que sin poderse contener, aunque estuviera escuchando los jadeos dolorosos del menor, ni sus intermitentes quejas se detuvo.

— ¡¡Lan Zhan!! — se quejó Wei WuXian en un jadeo doloroso, cuando su espalda chocó contra una zona firme, lastimando su espalda por el golpe.

— ¡Wei Ying! — gruñó el mayor posicionándose justo en frente de él obstaculizando su paso, sin poder dejarlo escaparse de su lugar.

El corazón de Wei WuXian palpito fuertemente al ver lo cerca que se encontraba su amado Jade de él dándole una mirada penetrante, que había logrado dejar sus piernas flácidas y su respiración irregular.

Era la primera vez que podía sentir la respiración del mayor mezclarse junto a la suya en sus tres vidas y era la sensación más fascinante que podía sentir, pero lo ponía malditamente nervioso, no quería hacer ningún movimiento brusco que le causará repulsión al mayor, por lo que se quedó ahí quiero con sus piernas temblando le, su corazón acelerado, su respiración agitada, sus manos por alguna razón aferrándose a la gruesa túnica que cubría el pecho del mayor sin tener ninguna intensión de soltarlo, mientras sus ojos brillaban intensamente, excitado era lo que podía deducir a su extraño comportamiento.

Lan WangJi no sabía que hacía, pero sentía una fuerte sensación de querer estrujar al menor entre sus brazos y sostenerlo por mucho tiempo sin querer soltarlo un segundo, acción que hizo segundos después de haber colocado inconsciente mente una de sus anchas y frías manos sobre la diminuta y estrecha cintura del menor, para poder observar como las mejillas de Wei WuXian se tornaban de un carmín intenso, así como el agarre en la parte de al frente de su túnica se ajustaba cada vez más por el agarre del menor.

— ¡¡Hm!! — un suave y excitante gemido salió de entre los labios del menor cuando fueron apresados por los fríos y firmes labios del mayor, logrando que las mariposas en el vientre de Wei WuXian se alborotaran más de lo que ya estaban.

Nunca ni en sus más grandes sueños Wei WuXian había pensado que Lan WangJi fuese a tomar la iniciativa de lo que sería su primer beso, pero al sentir como esos frío labios se movían sobre los suyos, mientras la lengua del contrarío pasaba suavemente delineado el contorno de sus labios pidiéndole acceso, se le fue imposible reprimir aquel gemido provocando que sus labios se entre abrieran un poco y por la curiosa lengua de Lan WangJi que se abriera cada vez más paso respondiéndole aquel beso con la misma necesidad que antes.