MARATÓN (2/3)
Abrí los ojos cuando la luz de la ventana entró en la habitación. Era tenue debido a las cortinas, pero aún así molestaba. Y mucho. Mis músculos me dolían, pero tenía que levantarme para pedirle disculpas a Madeline y a Thomas. Me incorporé un poco y me senté en la cama. Inmediatamente, mi cabeza dio vueltas haciendo que me marease de lo lindo. Miré el reloj que había en mi mesita de noche y vi que era muy temprano, demasiado. Bajaría para poder comer algo ya que mi tripa llamaba a gritos algo ligero, pero comestible y que no me hiciese vomitar. Después me ducharía para despejarme y estar mejor ya que, cuando miré mi ropa, vi que era la misma de ayer. Respiré hondo para poder centrarme y coger fuerzas y me levanté con cuidado del colchón, agarrándome al cabecero de la cama para poder caminar en condiciones.Mis pasos eran poco firmes al bajar las escaleras debido al fuerte dolor (era como si me hubiera caído), pero pude hacerlo al final. Me felicité a mí mismo por hacerlo tan bien, pero en cuanto entré a la cocina, me arrepentí totalmente de hacerlo. Toda la angustia por la resaca vino a mi boca y a mi mente. Allí estaba Sam, mi recordatorio de que jamás volvería a beber tanto
-Buenos días -dije siendo amable
Ella tan sólo me miró cuando me desplomé en la silla de la mesa y enterré mi cara entre mis brazos cruzados. Había más luz de la que necesitaba. Después oí unos pequeños pasos. Era Sam. Y había abierto la ventana y las cortinas para que la fuerte luz entrase en la cocina. Yo solté un quejido ahogado
-Uy, perdona, Colin -se disculpó, pero había falsedad en esa disculpa, lo notaba- ¿Estás bien?
Yo levanté un poco la cabeza con los ojos entreabiertos para poder adaptarme a la maldita luz que me estaba cegando
-No, no estoy bien. Tengo resaca, ¿es que no lo ves? -dije un poco cabreado por la situación. Si ella me hablaba así, yo también lo haría
-Tengo un remedio genial para la resaca -hizo caso omiso a mis palabras- Me lo enseñó Lana. Te lo prepararé -dijo siendo "amable" de nuevo
Empezó a ir y venir por toda la cocina, pero eso no me importaba. Lo único que quería era que este maldito dolor de cabeza junto con este malestar se me pasasen de una vez y pudiese volver a la normalidad. ¿Por qué no le pedí una aspirina o algo así?
Volví a enterrar mi cabeza entre mis brazos e intenté relajarme y olvidar todo el trajeteo que Sam hacía en la cocina cuando un enorme y tremendo ruido atronó mis oídos y sacudió mi cabeza. Más bien, me los detrozó, ambos
-¡Aaaahhhhh! -grité mientras se tapaba los oídos para amortiguar ese maldito ruido que me estaba destrozando de golpe. Maldito alcohol
Cuando terminó con la licuadora de las narices, Sam se acercó con algo en un vaso grande
-Toma, Colin -lo puso delante de mí- Es milagroso, créeme. Lana dice que se te pasa la resaca al momento
Miré con detenimiento aquel potingue. Era de un color verduzco o amarillo, no sé en realidad de qué color era aquéllo. En lo que me fijé más fue en los enormes tropezones que esa cosa tenía, a parte, obviamente del huevo que se había undido hasta el fondo del vaso. Tenía una pinta horrible y asquerosa, pero aún así lo cogí y en vez de llevármelo a la boca, lo olí primero
"Mala idea"
Aparté esa cosa tan horrible de mí tanto como pude para que no volviese a oler aquéllo. No sin antes dar una par de arcadas que casi me hicieron vomitar, pero me obligué a reprimirme. No le daría ese gusto de verme aún más destrozado
-Venga, Colin. Que se van las vitaminas, como el zumo de naranja -me animó con falseadad. Esta vez ni se reprimió
Y de pronto, me vinieron a la cabeza varias frases que oí ayer. Pensé que eran sueños, pero la actitud de Sam me hizo dar cuenta de que no eran así
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SIN IDENTIDAD: La otra cara
RandomConocemos la historia de mano de Sam, pero, ¿cómo la vivió Colin? Si quieres averiguar todos sus secretos ocultos, ésta es la forma de hacerlo Vívela a través de Colin SI QUIERES ENTENDER MEJOR ESTA NOVELA, TE RECOMIENDO QUE LEAS PRIMERO EL PUNTO DE...