Capitulo 38: "Una visita no muy esperada"

527 36 4
                                    

-Hola, Thomas

Él se me quedó mirando con una expresión entre sorpresa y furia. Creo que más de lo segundo que de lo primero

-¿Qué coño haces aquí?

"Sí, está bien cabreado"

-He venido a ver a Sam -contesté un poco cohibido por la situación, pero firme

-¿Cómo te atreves? -susurró entre dientes- No tienes derecho a estar aquí. Además, ¿cómo es que has aparecido así de repente, eh?

-Abuelo, es mi casa y si quiero que Colin venga a verme, vendrá a verme, ¿vale?

De pronto, dos figuras salieron detrás de Thomas. Eran Madeline y Sophí

-¡Colin! -dijo Sophí corriendo hacia mí y abrazándome por la cintura

-Hola, Sophí -la sonreí. Estaba muy guapa

-Hola, Colin -Madeline también vino a mí y me abrazó suavemente, como una madre haría- Me alegro de verte

-Esperad un momento. Después de todo lo que le ha hecho a Sam, a todos, ¿vas a ir a abrazarlo, Madeline? ¡Abandonó a Sam!

-Se iría por sus razones, ¿verdad, Colin? -me preguntó mirándome. Yo asentí con un poco de culpa

Y todos los recuerdos de todos los días que pasé sin Sam volvieron a mi cabeza y a mis ojos, a punto de estallar

-Y lo hacéis así, sin más -dijo Thomas con sarcásmo

-Ya basta, Thomas -le regañó Madeline- Es suficiente

-Pues sí, abuelo -saltó Sam- Sé las razones por las que se fue Colin. Y las entiendo perfectamente -Sam se giró a mí- Es más, yo también lo hubiera hecho en el fondo

Yo sonreí al saber que Sam por fín me había perdonado. Había entendido y aceptado mi antiguo estilo de vida

-Y si quiere venir a mi casa para verme y salir conmigo, yo le recibiré con la puerta abierta de par en par e iré con él a dónde me dé la real gana. Porque es mi vida, abuelo

-No puedo creerlo. Por lo que dices, sigues enamorada de él, ¿no?

Sam tardó unos segundos en contestar, unos segundos que me estaban martirizando

-Pues sí -susurró un poco, lo justo para que yo y su abuelo lo oyesemos. Thomas se giró a mí con una mirada firme

-Pues que sepas que, aunque Sam siga enamorada de ti, no volveré a tratarte como antes. Es más, me gustaría no ver tu puta cara

-¡Thomas! -volvió a regañarle a Madeline

-¡Ala! Abuela, el abuelo ha dicho un taco muy fuerte -dijo Sophí con la mano en la boca. Normal, era una niña aún

-Lo sé, cariño, pero se va a disculpar. ¿A que sí, Thomas?

Él tan sólo me miró con dureza y cabreo y entró de nuevo en la casa sin decir ni una palabra más

-Perdón por Thomas. Tiene muy mal pronto -se disculpó Madeline por él

-Sí, ya veo

-Iré dentro a ver qué ocurre -y Madeline miró a Sam con una sonrisilla tímida- Vamos, Sophí. Sam y Colin tendrá que hablar de sus cosillas. Hasta pronto, Colin -y me acarició la mejilla

-Hasta luego, Colin

-Hasta luego, Sophí -y la abracé ligeramente

Cuando Madeline y Sophí entraron en casa, los dos nos quedamos en silencio, mirando al suelo, como si un ángel pasara. Estábamos avergonzados por la declaración de Sam. Ella por haberlo dicho y yo por haberlo escuchado. Tenía que decir algo, si no este silencio no acabaría y pareceríamos estúpidos al final

SIN IDENTIDAD: La otra caraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora